La Sagrada serranía de los urus o Serranía de Uru-Uru, se constituyó como un lugar “sacer locus” desde tiempos de la antigua etnia de los Urus, centro de peregrinación religiosa del mundo andino, anfiteatro natural que cubre la antigua comarca Uru, con dones sacralizados como deidades protectoras, denominadas Wakas, Apus o Achachilas; que generó un continuum, y experimento en el transcurso de su prolongada existencia, cambios semánticos y morfológicos en la proyecciones simbólicas y religiosas.
Los Urus
Los Urus o “Los de la Aurora”, conocidos también como Jas-Shoni (Hombres del agua) y Kot’suña (Hombres del lago). Hasta la actualidad conforman las etnias de: Uru chipayas y Uru Muratos, que representan un reducido relicto cultural de este pueblo tan remoto.
Los Urus concibieron símbolos creadores del cosmos
inteligible:
El fuego fue Wari. El agua Qwak.
El agua se identificó con la serpiente que sumió el símbolo del reptil como una naturaleza benigna y creadora. Qwak, la serpiente, y Wari fueron las más antiguas deidades de los urus. Wari como Dios “Chotnico” acompañado de la fuerza y la potencia viril estuvo asociado a la actividad volcánica. Teresa Guisbert nos hace conocer que en época de la colonia en un pueblo del occidente de Oruro el culto al volcán fue sustituido por el culto a la Virgen Candelaria conocida como la Virgen del Socavón.
Invasión de los kollas (Aymaras)
Sucesivas oleadas de pueblos, procedentes del sur, presumiblemente Coquimbo y Copiapó se movilizaron hacia el norte, ocupando el territorio desde Quillacas, hasta Lupaqa-Iruhito y Jatun Colla. En su paso arrasaron con los pueblos que habían presidido estos territorios. Posteriormente, la invasión aymara prosiguió hasta Cusco. La destrucción de Tiwanaku sería una de las consecuencias de su arrollador empuje.
La serranía de Uru Uru, luego de los hechos acontecidos,
concito el interés de los invasores quienes adoptaron los símbolos religiosos
los urus. A su vez, los aymaras re significaron los símbolos presentes de la
serranía e hicieron su propio aporte. Conocido como un proceso transcultural de
dos pueblos que entran en un contacto. No se presentó ninguna forma de persecución
a la religión de los urus.
Los kollas incorporaron a su panteón a Qwak (La Víbora) y al puma, símbolos religiosos de los Urus. Los kollas rendían culto a los “lugares de origen” o “paqarinas” como lagos (Lago Titicaca), cuevas o T’oqos, y así lo fue Wari T’oqo de la serranía de Uru-Uru. La paqarina de wari concebido por los urus, fue un sitio de ritual privilegiado y adoptado por los collas, incas y otras culturas de los andes.
Conquista de los Incas (Quechuas)
El hijo de Viracocha, Cusi Yupanqui (adoptó el nombre de Pachacutec), llamado el “dichoso” gobernó el imperio Inca aproximadamente desde el 1438 al 1471. Falleció a una edad muy avanzada y se le considera como el verdadero creador del Imperio Incaico.
Cuando la serranía de Uru-Uru fue ocupada (1473) tuvo para
los invasores una centralidad espacial en la organización política del reino.
Reconocieron en el sitio un Taypi, es decir un sitio central y de encuentro del
mundo andino. Los incas por otro lado explotaron los metales de los cerros de
Uru Uru.
Los Incas se caracterizaban en su habilidad de crear mitos
destinados al prestigio del Imperio y al origen de la casta Gobernante para
legitimar la ocupación de los territorios conquistados. Conociendo esto se
comprende la motivación del mito “Wari y los Urus” (Mitología de la cuatro
plagas).
El mito refleja el encuentro de las dos culturas: Incas y Urus. Los incas debían imponer su economía y religión y los dioses autóctonos del lugar como Wari, el sapo, la víbora, el lagarto, el cóndor, fueron convertidos en simples plagas y Wari quedó como un semidiós subterráneo.
Conquista de los hispanos (Españoles)
Posteriormente habiendo impresionado fuertemente la sagrada serranía de los Urus en el imaginario judeocristiano de origen europeo, contribuyó a dar origen por su notable vitalidad una de las máximas expresiones de la creatividad popular andina: el Carnaval de Oruro; arquetipo de sincretismo cultural. Cuyo tiempo sagrado se superpuso al segmento del tiempo ritual de la Jallu pacha. Y en el mito de “wari y los Urus” la Ñusta Incaica que defendió a los Urus, es reemplazada por la Virgen del Socavón también conocida como la Virgen Candelaria.
Fuente: Wikipedia.org
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