viernes, 9 de enero de 2015
El Mito Tolteca De Los Soles
En el principio era el caos, dice el
mito de los Soles. Esta confusión de la materia original informe se
deriva siempre, en el origen que del mundo ofrecen todas las
religiones, de una oposición entre fuerzas radicalmente contrarias.
Pueden ser la luz y la sombra o el bien y el mal. En este caso, lo
que choca y combate y al fin se compenetra íntimamente son dos
elementos divergentes en esencia. El agua y el fuego.
¿Habeis podido pensar alguna vez en
algo tan distinto? Como todos sabemos el agua apaga el fuego y este
devora y volatiza al agua. ¿Cómo puede llegarse a esta union
imposible? De inmediato pensamos en los misterios del Cristianismo.
Mas detengámonos un instante y lleguemos mas lejos, hasta lasmismas
teorias cientificas quenos hablan de las nebulosas primitivas y de la
condensación de la materia, de inmensas masas asduentes de las
cuales se desprendieron otras mas pequeñas que serian después los
planetas. ¿No están aquí fundidos en estrecho abrazo el agua u el
fuego?
El agua venció al fin, o mejor dicho,
se acostumbro a vivir en un mismo mundo en compañía del fuego: los
mares y el fuego que afirma su presencia por las bocas gigantes de
los volcanes demuestran hoy que no estaban muy equivocados los
toltecas al situar en el principio del mundo la lucha y la fusión de
los contrarios: el fuego y el agua, padres de la vida.
El primer Sol. Sobre el caos espantoso
que era el preludio de la vida en una Tierra aun no creada, velaban
los dioses. Contemplaron el combate entre el agua y el fuego y se
reunieron para deliberar:
-Es hora de aplacar ya la batalla y dar
nacimiento a la vida.
A su mandato el fuego enloqueció y las
aguas hirvientes se aquietaron, un oscuro silencio floto sobre los
mares y las tierras: el reino de la materia oscura habia nacido. Y el
primer sol que dominaba sobre este mundo en sombra fue el sol de
noche o sol de tierra, simbolizado por un tigre.
Los dioses se alegraron, aunque pronto
hubieron que convencerse de que su primer intento por crear la vida
había sido un fracaso: el tigre devoro a todos los seres que
poblaban la Tierra y esta siguió girando en el espacio oscuro con la
carga inerte de sus muertos.
El segundo Sol. Los dioses se reunieron
de nuevo y dijeron:
-Esta quietud y esta oscuridad no son
buenas. Es preciso que nazca un nuevo sol y que su espíritu corra
sobre un mundo lleno de pureza: así, los habitantes de la tierra
conservaran su vida.
Entonces, una boca gigante comenzó a
soplar sobre las llanuras y los mares, sobre los lagos y las
montañas: había nacido el segundo Sol, o Sol del Aire, es decir, el
espíritu puro cuyo símbolo era Echécatl, una de las
representaciones que Quetzalcóalt como dios del viento.
Pero los hombres hijos de esta segunda
Era fueron torpes, y los dioses, furiosos, los convirtieron en monos.
Grandes bandadas de estos animales corrían por todas partes y
saltaban entre las ramas de los árboles chillando como locos y
mostrando lo imperfecto de su condición puramente animal.
El tercer Sol. Otra vez los dioses se
reunieron en asamblea; uno de ellos dijo:
-No debemos permitir que lo creado por
nosotros siga viviendo tal como ahora, por que esta vida es
imperfecta. ¿Qué os parece que hagamos?
Tras de una larga deliberación, los
dioses decidieron destruir el segundo sol y las criaturas
correspondientes a su Era. Furiosos, dieron sus órdenes y los cielos
se estremecieron en toda su infinitud cuajada de estrellas.
Nació el tercer sol como una
gigantesca llamarada que ilumino los ámbitos celestes: era el sol
llamado de Lluvia de Fuego, y una tempestad de ardientes gotas cayó
sobre la Tierra, devorando las plantas y todos los seres vivos. Los
vegetales a causa de su inmovilidad, perecieron primero, y luego,
todos los animales, salvo las aves, cuyos cantos, plumajes y vuelos
era lo único realmente hermoso que animaba la vida terrestre.
El cuarto Sol. Y tras del Sol de Lluvia
de Fuego los dioses crearon en cuarto sol, el Sol de Lluvia de Agua.
Todos saben lo que la Biblia cuanta del
Diluvio Universal, pues bien la cosmologia de los antiguos pobladores
del valle de Anáhuac también incluyen su propia historia de este
diluvio, al igual que otras culturas alrededor del mundo, Es evidente
desde el punto de vista cientifico, que esta semejanza puede
significar que un terrible cataclismo tuvo lugar en epocas remotas y
que su recuerdo perduro en la memoria de los hombres cuando estos
tenian la capacidad necesaria para crear sus mitos.
El Sol de Lluvia de Agua aniquilo buena
parte de lo creado al anegar toda la Tierra, pero dio origen a los
peces que llenaron los mares, los rios y los lagos, con el inquieto
rebullir de su vida submarina. Y fue entonces cuando los dioses
creyeron que había llegado el momento de poner sobre la Tierra al
hombre mismo.
El quinto Sol. Reunidos los dioses,
decidieron que el quinto Sol, llamado Sol de Movimiento, seria el
padre del genero humano. Mas para alcanzar este privilegio sobre los
demás soles era preciso que surgiese dotado de una virtud no
conocida. Como alcanzar este reconocimiento? Tras mucho discutir, los
dioses llegaron a la conclusión de que solo mediante el sacrificios
de dos de ellos, el quinto Sol podria crear y alumbrar a los hombres
que poblasen la Tierra. El padre fray Bernardino de Sahagún, en su
Historia general de las cosas de Nueva España, cuenta el desarrollo
de los acontecimientos.
“Se juntaron los dioses… y dijeron
los unos a los otros: ¿Quién tendrá a cargo alumbrar al mundo?”…
A estas palabras respondió un dios que se llamaba Tecuciztécatl y
dijo: Yo me encargo de alumbrar al mundo. Luego otra vez hablaban los
dioses y dijeron: ¿Quién será el otro mas?... Uno de aquellos
dioses, al que nadie le hacia caso y era buboso, no hablaba, sino que
oía lo que los otros decían. Estos habláronle y dijéronle: -Sé
tu el que alumbras bubosito, y el… respondió: -En merced recibo lo
que me habéis mandado.
Los dos dioses hicieron penitencia
durante cuatro días y un gran fuego fue encendido. El primer dios
ofrecía, junto con su vida, objetos y cosas preciosas, incienso fino
y joyas esplendidas. El dios buboso, llamado Nanauatzin, solo podía
ofrecer como ofrenda, además de su vida, espinas de maguey
ensangrentadas con su propia sangre, porque era pobre.
A la media noche del quinto día, “se
pusieron delante del fuego” y los otros dioses dijeron: “¡Ea
pues, Tecuciztécatl, entra tu al fuego!”, pero el dios rico tuvo
miedo. Tres veces probó, pero en ninguna se atrevió a arrojarse al
fuego. Los dioses hablaron entonces a Nanauatzin, el dios pobre: “¡Ea
pues, Nanauatzin, prueba tu! Y como le hubieran hablado los dioses,
esforzóse y cerrando los ojos… echóse al fuego…” “Cuando
vio Tecuciztécatl que se había echado en el fuego y ardía,
arremetió y echóse en la hoguera.”
Así, mediante el sacrifico de dos
dioses, surgió el quinto sol y nacieron los hombres en la Tierra.
Pero el antiguo mito cuenta también
que el quinto Sol, habría de ser aniquilado alguna vez para que la
humanidad alcance la suma perfección. Una de las causas de la
derrota de los aztecas y la substitución radical de su cultura por
la europea, fue la creencia que los españoles eran los emisarios de
sus dioses encargados de cumplir sus mandatos. Por que la leyenda de
los Soles decía que el quinto Sol desaparecería arrasado por el
sexto Sol, el Sol de los Terremotos, cuyo triunfo se lograría
gracias a una sucesión de temblores espantosos: el sexto Sol
obtendría la purificación del hombre y la unión de su espíritu
con el espíritu de la divinidad.
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