viernes, 16 de diciembre de 2011
Sachayoj Zupay
Mito procedente de la selva saladina de Santiago del Estero, según el cual existe un espíritu errante que cruza los campos corriendo o montando una mula negra, llevando consigo mulitas, lechiguanas y otros obsequios para quienes se atrevan a encontrarlo. Otros lo describen como un gigante de barba formada por un alga vellosa y blanquecina que protege la fauna y la flora. Su voz semeja el ruido de un hachazo. Con ella atrae a hacheros y meleros, haciendo que se pierdan para siempre en el monte. Los perros que lo persiguen jamás regresan.
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