Llamados “la semilla de Iblís” en Las Mil y Una Noches, estos monstruosos genios reciben este nombre (literalmente “poderosos”) porque según la tradición árabe fueron los primeros en ser creados. Se consideran superiores a la raza humana porque, a diferencia del ser humano, creado de arcilla, ellos provinieron, "del mismísimo vaho de Allah":
El más emblemático entre todos ellos es Eblís o Iblís, El Mentiroso, (después conocido como Shaitan), quien se negó a postrarse frente a Adán cuando lo ordenó Allah, porque consideraba al hombre ulterior e inferior, por haber sido creado de la tierra:
"Entonces, cuando El Creador lo creó y le dio forma, Él ordenó a los ángeles postrarse ante Adán; y se postraron, pero no Iblís. (Allah) Dijo : “¿Qué te retiene de postrarte cuando te lo ordeno?” El contestó: “No es mejor que yo: Tú me creaste del fuego, y a él de la arcilla” . (Corán 7:10-12)
Sienten especial resentimiento hacia los humanos, a quienes desean destruir a toda costa, ya que consideraron una gran ofensa el que se les obligara a postrarse ante la obra máxima de Allah (Adán), y que algunos mortales como Suleymán (Salomón) encontraran medios mágicos para controlarlos.
Incluso cuando están esclavizados y se les mandan tareas, son difíciles de tratar y muestran una actitud irónica y maligna, tratando de tergiversar las órdenes que se les da cada vez que pueden.
Pueden tener muchas apariencias, pero suelen tomar la de un hombre bello o una mujer hermosa. Es muy complicado tratar con ellos. Hay ifrits de los dos sexos.
En el libro de Las mil y una noches, se indica que a Sulaymán, hijo de Daud (David), se le considera el Señor de los Ifrit; y se indica que castigó a los ifrit rebeldes que se negaron a seguir la religión y someterse a su obediencia, encerrándolos en jarrones que tenían un sello de plomo, en el que figura impreso el nombre del Altísimo. La tradición sobre el poder de Salomón sobre los espíritus aparece también en Occidente, dentro del Ars Goetia.
Otros ifrits son musulmanes, ayudan a los creyentes ocasionalmente y se comportan justamente para no tener que dar cuenta de malas acciones en el día de la Retribución. En el cuento de Aladino y la lámpara maravillosa se menciona que el ifrit servidor de la lámpara es esclavo del gran ave rokh. En el mismo cuento se habla de un ifrit servidor de un anillo, menos poderoso que el servidor de la lámpara.
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