miércoles, 14 de diciembre de 2011
El Chiqui
Dios de origen peruano adoptado en las regiones del noroeste argentino, y que se suele invocar con el objeto de que produzca lluvias en abundancia. El indio tenía que invocarle si no, las cosas salían al revés de lo que se quería. Imposible era la vida de la tribu, en la aridez de la llanura, sin el sustento de la algarroba y el maíz, y había que implorar al Chiqui para que la cosecha fuera abundante. Las guerras, la sequía, los huracanes, las pestes, los temblores. No es concebible fiesta del Chiqui sin cabezas de animales. Estas cabezas, sin duda alguna, son la sustitución de las cabezas del hombre, que con sacrificios humanos se le aplacaba. Además, yo no tengo dudas de que los sacrificios de las tinajas o urnas funerarias tendrían que ver con el Chiqui.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario