miércoles, 3 de julio de 2019
Los Ingas, el Pueblo que trajo a Barranquilla los Miajes Místicos de Yagé.
Históricamente se
ha sabido que muchas tribus indígenas están dotadas de
conocimientos enigmáticos sobre el uso de las plantas, el poder de
la naturaleza y otras fuerzas que con el mestizaje y la prohibición
de creencias impuesta por los españoles, de a poco fueron
desapareciendo.
Pese a esto, hay una
comunidad aborigen que lucha por preservar sus raíces y durante
décadas se han paseado por las calles costeñas ofreciendo sus
populares manillas rojas o aseguranzas, ungüentos y esencias. Esta
es la comunidad Inga, poseedora de secretos invaluables del mundo
espiritual y acerca de las energías que intervienen en el hombre.
¿QUIÉNES SON LOS
INGAS?
Los ingas son un
pueblo indígena que se puede localizar mayormente en el Putumayo, en
el sur de Caquetá y en el norte de Nariño. En Barranquilla se
observan en lugares como el centro, donde se instalan en chazas para
ofrecer sus productos sanadores. Son una tribu católica, pero
manejan una armonía con sus creencias que muestran sólidos
conocimientos sobre el poder medicinal de las plantas, llegando a
curar enfermedades físicas y espirituales que la medicina ortodoxa
desconoce.
Este mágico
conocimiento fue heredado por los caciques, quienes traspasaron sus
poderes a las nuevas generaciones para fabricar amuletos poderosos
como aseguranzas o contras, en las que utilizan las hierbas sagradas
para erradicar el mal de ojo. Este poder es transmitido por los
sabios ancianos por medio de una bebida sagrada a la que se le conoce
como Yagé.
LOS SECRETOS DEL
YAGÉ
La fórmula del Yagé
es guardada con recelo por esta tribu, tanto o de igual manera como
los estadounidenses han escondido hace 130 años los ingredientes de
la Coca Cola.
Esta toma de origen
natural es consumida por los más jóvenes, generando en ellos un
trance espiritual de varios días, en los que el Inga experimenta
vivencias en el mundo de los espíritus y encuentra los poderes
sagrados de su tribu.
“Al beber el Yagé
la persona entra en un sueño espiritual o coma místico de tres a
cuatro días, mientras tanto en las chozas los ancianos recitan
cantos y oraciones para que la persona despierte del trance”,
relató Edwin Hacanamijoy Tisoy, joven Inga que tomó esta bebida y
agrega que es como un segundo bautizo.
Teresa Hacanamijoy
Tisoy, madre de Edwin, relata que a veces las personas no despiertan
del profundo sueño de los cuatro días, encontrando así la muerte.
Pese a los riesgos, confiesa que son muchas las personas que buscan
esta bebida sagrada, pero es vendida a un precio alto (supera los
$500.000).
MANILLAS PROTECTORAS
Sobre las populares
manillas rojas que elaboran los Ingas, se dicen que son un amuleto de
gran poder para contrarrestar el “mal de ojo” o de “ojo
muerto”, que es un mal que afecta especialmente a los niños y que
se manifiesta con fiebre y escalofríos, generando s fuertes dolores
de cabeza que pueden llevar a la persona a la muerte. El color rojo
de la pulsera sirve para distraer la mirada de las personas. Además,
estas pulseras tienen diferentes símbolos para proteger de la
brujería.
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