viernes, 5 de julio de 2019
El Puta de la Wada, El Demonio que Invocan en las Cárceles de Barranquilla.
Las cárceles son
consideradas por muchos como infiernos en la tierra, lugares en donde
los presos pagan y tratan de espulgar sus más terribles acciones
¿pero qué pasa cuando en esta especie de purgatorio, los demonios
se muestran juntos con los presos, abriendo así las puertas del
infierno?
Este es el caso del
espíritu el Puta de la Wada, invocado a través de distintos
rituales satánicos en las cárceles Modelo y El Bosque de
Barranquilla, en las cuales se registraron trágicos incendios en
2014.
Así lo registraron
importantes medios, que en alusión a la conflagración presentada el
domingo 15 de junio de ese año, informaron que entre las hipótesis
existentes las autoridades mantenían una relacionada con un ritual
satánico. Lo anterior fue contemplado luego de que en la celda en la
que se originó el fuego se encontrara un diablo pintado en la pared
con sangre humana.
Otro hecho que llamó
la atención es que uno de los internos que había creado el incendio
en la cárcel Modelo a finales de enero de ese mismo año, y que por
seguridad había sido trasladado al centro penitenciario de El
Bosque, fue quien sin razón, prendió fuego a las colchonetas que
estaban dentro de la celda. el Puta de la Wada, sería el demonio que
terminó haciendo estragos, luego de ser invocado según datos
oficiales por un preso apodado el hijo del Satán.
AL DÍA investigó
esta leyenda que hace parte de nuestros archivos X, provenientes de
las frías celdas barranquilleras.
EL HIJO DE SATÁN
Según datos
oficiales el interno apodado ‘el Hijo de Satán’ sería el
iniciador del ritual a este espíritu en ambos centros de reclusión.
El paradero de este reo es un total misterio. Muchos afirman que
murió en el último incendio y otros que aún purga su pena en la
cárcel ‘La Tramacúa’ en Valledupar. Lo cierto es que en varios
informes judiciales de la época aparece descrito como un joven de 20
años, con muchos crímenes como hurto, porte ilegal de armas,
homicidio y con un gran fanatismo en los conocimiento de la magia
negra e invocaciones demoniacas.
Algunos reclusos que
compartieron celda con este enigmático hombre coinciden en que por
las noches no los dejaba dormir, debido a que realizaba sus
invocaciones, llegando incluso a padecer convulsiones en la cárcel
Modelo, donde este demonio se manifestó con el nombre de el Puta
dela Wada.
Las investigaciones
revelarían que el Hijo de Satán y los presos que seguían a este
demonio elaboraban ritos en los que se cortaban las muñecas y las
restregaban.
La singular imagen
hecha a base de sangre se vería después en muchas celdas del
pabellón B2 de la Modelo y en varios patios de la penitenciaria de
El Bosque, donde el Puta de la Wada tenía seguidores a los que les
exigía el líquido sanguíneo para alimentarse y comunicarse con
ellos. El pastor Erasmo Suárez, que lleva tres años visitando las
cárceles de Barranquilla, cuenta que todo esto quedó erradicado de
estos lugares, debido a las misiones que han emprendido. Comenta que
esta adoración viene del interior del país, de un antiguo arriero
llamado el Puta de Awada, y que su accionar en las celdas era una
potestad demoniaca. “Gracias a Dios se han hecho oraciones y
evangelización en estas cárceles que han permitido que espíritus
malignos como estos hayan sido expulsados de estos lugares que por sí
solo ya son muy difíciles”.
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