Una de las modalidades más exóticas que puedes probar son las danzas orientales. Muchas oímos hablar de la danza del vientre por primera vez gracias a Shakira. La colombiana incorpora algunos movimientos básicos a sus actuaciones, aunque no hay que olvidar que ella es cantante y no bailarina profesional. Pero lo que sí es indudable es que ayudó a popularizar este estilo.
Si te gusta bailar, ya no tendrás mil excusas para no hacer ejercicio. Además, la danza tiene muchos beneficios. Si te apuntas a clase –hay que tomárselo en serio para notar resultados– mejoras la flexibilidad, fortaleces el corazón, sociabilizas con gente nueva que también está ahí para aprender y divertirse, notas un aumento de la autoestima al dominar las coreografías, reduces el nivel de estrés y depresión y mejoras la memoria.
De todas las danzas orientales, la más conocida es la del vientre pero hay más versiones.
Danza del velo. El velo es uno de los elementos más llamativos y vistosos. Se utiliza a veces en la danza del vientre.
Danza del puñal. Se representa la muerte, la transformación y el sexo. Es un baile misterioso y generalmente la bailarina comienza la actuación ocultando la daga.
Danza con bastón. Es un baile tradicional egipcio. En el pasado, los hombres utilizaban un bastón para reunir el rebaño y defenderse. Al terminar la jornada de trabajo, bailaban con él ritmos alegres. Después, las mujeres les comenzaron a imitar.
Danza de la serpiente. Es una de las más sorprendentes por contar con una cobra viva. Antes, se rendía culto a las serpientes en zonas como Australia, India, Grecia y África.
Te dejamos con un vídeo de Bozenca, una de las mejores bailarinas de danza del vientre del mundo. Hipnotiza, ¿verdad?
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