La Kabbalah

La cábala, que en un principio se escribió kabbale (del hebreo kabbalah, es decir “tradición” y luego por extrapolación “transmisión”), es una antigua doctrina judía que se esforzó por describir a Dios y al Universo.        

El principio de la cábala es una revelación transmitida por una cadena de iniciados ocultistas desde los primeros siglos de la era cristiana.

Su objetivo primordial es el conocimiento del mundo divino mediante la interpretación de datos de revelación, para lo cual se dispone de dos instrumentos fundamentales: La Ley de Moisés (La Torah) y la lengua hebrea.

La Ley se interpreta como expresión  de la voluntad divina, la cual fue transmitida por medio de la escritura y también es la manifestación de la sabiduría de Dios.

De esta forma, de acuerdo a los ocultistas, quien estudia la Ley, podrá comprender el sentido oculto que se encuentra detrás de los Mandamientos.

La Ley esta escrita en hebreo, así que para los cabalistas, esta lengua es la única que brinda el acceso al conocimiento y a la descripción del mundo.

El hebreo está compuesto por veintidós letras, que son elementos de la Creación y es necesario poder descifrar las leyes internas de su disposición para -de esa manera- acercarse al mundo del que proceden (el mundo divino); y es allí donde surge el tercer elemento, la clave que completa esta trilogía en que se basa la kabbalah: los números.

Es creencia de los cabalistas que Dios describió el universo mediante tres formas que son la palabra, la escritura y los números.

Por un principio simple, a cada una de las veintidós letras del alfabeto hebreo le corresponde un número y un concepto. De esa forma, con el grupo de conjuntos y permutaciones se pueden descubrir varios (y variados) sentidos ocultos en un mismo Versículo de las Escrituras, sin salir del más ortodoxo monoteísmo judío. .

Los ocultistas remontan la kabbalah a la antigüedad de la historia del pueblo hebreo, aunque en la tradición mística judía su aparición se remonta al siglo II de nuestra Era.

En cuanto a Europa, surge en el siglo XII, en comunidades judías de Alemania, llegando a Bohemia y extendiéndose más tarde a Europa meridional  (particularmente a Cataluña y Languedoc).

La Santa Inquisición –como en muchos ámbitos--  ejerció una fuerte presión contra la cábala y sus seguidores, lo que llevó este conocimiento a un oscurantismo tal que en algún momento de la historia se pensó perdido para siempre, pero la realidad es que se convirtió en lo que habitualmente llamamos una “ciencia oculta”, reservada a grupos de iniciados que la desarrollaban y preservaban en las sombras. .

La palabra kabbalah se fue convirtiendo en sinónimo de conspiraciones y complots.

Los teólogos cristianos, minimizaron la kabbalah, ubicándola solo como un movimiento de resistencia judía, que utilizaba la magia con el fin de conservar intactas su escritura y su lengua; además de su religión, ante los movimientos de conversión que impusieron los países cristianos (sobre todo España y Francia en Europa).

Con el correr del tiempo, el estudio de la cábala volvió a surgir, esta vez de forma más abierta a quienes quieren encontrar los secretos ocultos en las Sagradas Escrituras y hoy, al igual que en otros temas ocultos, se ha abierto prácticamente al común de la gente, estando al alcance de todos; a pesar de mantener todavía algunas aristas ocultistas.

Fuente: http://www.enigmas.com.ar