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Desde ya les agradezco a todos y pido disculpas si no se agrega la fuente por que muchos correos no la poseen y para no cometer errores no se agrega pero en este pequeño equipo estamos muy agradecidos para con todos. Muchísimas Gracias a todos en general por su valiosa información y por su cordial atención.

Equipo Infinito.



miércoles, 1 de abril de 2020

Las Luces del Mal


Esta leyenda narra la historia de una mujer española que emigró junto a su esposo a Alemania para buscar un mejor futuro, encontrándose allí con una experiencia espeluznante mente terrorífica que la dejó marcada para siempre. 

La joven pareja llegó a la región de Baviera, en donde el hombre iba a trabajar en un banco y ella como maestra en una escuela de tiempo completo. Lo primero que hicieron fue alquilarse una casa en las afueras de Múnich.

 La casa era muy pequeña y apenas tenía las comodidades básicas, pues el dinero con el que contaban era escaso y había que ahorrar lo más que se podía para formarse un porvenir. Lo que nunca sospecharon los nuevos inquilinos era que la casa había sido edificada en el Siglo Diecinueve y que tenía visitantes misteriosos.

Al principio todo parecía en calma y la joven pareja se adaptó rápidamente al pequeño lugar, pero al cabo de un tiempo comenzaron a sentir algunos ruidos extraños… Al principio sólo eran sonidos, rasguños en la almohada que la joven mujer mantenía abrazada mientras trataba de descansar después de tantas horas de trabajo. La joven se asustó pero mantuvo la calma y pensó que era su propio agotamiento el que la hacía tener alucinaciones auditivas.

Los ruidos en las casas viejas son normales, ya que el paso del tiempo ha hecho su obra, pero los rasguños en la cama era lo que verdaderamente preocupaba a la joven mujer, porque tiempo atrás había leído que esa era la forma en que algunos visitantes del mas allá comunicaban su presencia en el lugar…

La joven vivió con esa extraña experiencia unos días y terminó por acostumbrarse, pero una noche ocurrió algo terrible. Estaba tumbada en la cama, descansando, su marido estaba afeitándose en el cuarto de baño, cuando de pronto unas lucecitas de un tamaño algo mayor que el de las canicas, de color rojo profundo y brillantes, comenzaron a salir de abajo de la cama.

Lentamente subieron ante la atónita mirada de la mujer que no podía creer lo que veía, ascendieron hasta ponerse encima de ella y bailaron en un loco frenesí… La chica las miró estupefacta, tragó saliva y respiró profundamente. ¿Qué era aquello? ¿De dónde salían? ¿Qué las producía?

Y entonces las luces comenzaron a bailar con movimientos más bruscos y una poderosa fuerza salió de ellas. La chica notó esa fuerza en puñetazos y patadas invisibles que la golpeaban y estampaban contra las paredes… Gritó y su marido se sobresaltó en el baño, cuando él iba a salir la puerta se cerró de golpe, quedando hermética e imposible de abrir. La joven sufrió una increíble paliza que la dejó maltrecha y llena de espanto, pero no pudo hacer una denuncia porque ¿qué departamento de policía iba a escuchar semejante historia sin echarse a reír o, lo que es peor, acusar a su esposo de ser el autor de la golpiza?

Ese mismo día la pareja decidió volver a España y salió de la casa entre lágrimas y terrores, para nunca más volver… Al cerrar la puerta por última vez, un susurro al oído les dijo “¿Y ahora adónde vamos? ¡Yo voy con Ustedes a donde vayan!”…

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