También se dice que en algunas ocasiones él se aparece en el interior de las iglesias celebrando misas. Atraído y cargado de pecados la persona oye atentamente pero a la hora de la consagración al dar la cara el sacerdote se le ve sin cabeza. Así, despavorido, el pecador sale de aquel lugar; cambiando así su vida para siempre.
Versiones sobre su origen
Según cuenta una de las versiones de la leyenda, el sacerdote sin cabeza, es el fantasma de un sacerdote que fue maldecido por Dios por haber cometido el pecado y sacrilegio de haber tenido relaciones sexuales con una mujer casada en el interior de una iglesia; sin haberse arrepentido en vida de ello। (En algunas otras versiones se fusiona la historia con otra leyenda, y se cuenta que la mujer también habría sido maldita; y desde aquel día deambularía como un ser conocido como la Mula sin cabeza). La maldición que cayó sobre el sacerdote pecador, lo mató sin darle tiempo de confesarse, y por ello obligó a su alma a deambular como el fantasma de una persona decapitada; la cual ocultaría su calavera entre sus ropajes producto de la vergüenza de sus actos.
Una versión muy popular en Centroamérica, cuenta que en vida fue defensor de los Amerindios contra la crueldad que sufrían por parte de los comendadores y porque estaba en contra de las ambiciones de los funcionarios y el clero। Por ello habría sido decapitado de un solo machetazo en el atrio de su mismo templo. Desde aquel día su alma estaría buscando su iglesia y su cabeza, así como realizando misas.
Otra versión cuenta fue un cura nigromante, que vendió su alma al diablo y que tras efectuar una serie de secuestros y posteriores sacrificios infantiles, fue atacado por los pobladores y decapitado, pero al fallecer en su cuerpo entró en posesión un demonio.
Otra versión narra que fue la Santa Inquisición quien lo condenó a muerte, hecho que aparentemente ocurrió en Chile।
Otra versión colombiana, dice que fue un cura que por haber revelado su religión a las personas de su pueblo, lo tomaron por brujo, y la justicia ordenó que fuera decapitado; por lo cual su cuerpo se salvó।
En Ecuador, se cuenta que el descabezado era un sacerdote que mantenía una relación prohibida con una mujer, a media noche cabalgaba por las calles escondiendo su cabeza debajo del habito para no ser reconocido, iba a visitar a su novia, más unos jóvenes temerarios con un par de copas de más le tendieron una trampa, cruzaron una cuerda a su paso, el cura sin cabeza no la advirtió, cayó del caballo y se conoció la verdad.
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