martes, 1 de enero de 2019
El Arcángel Jofiel
Jofiel es el arcángel de la sabiduría, la iluminación y el
intelecto. Algunos piensan que fue él quien expulsó a Adán y Eva del Paraíso y,
con una espada de fuego, se quedó guardando el camino al Árbol de la Vida. A
diferencia de Miguel, Gabriel y Rafael, Jofiel es un arcángel que se ha
manifestado muy poco al hombre, un arcángel cuya naturaleza está investida de
misterio.
Jofiel es uno de los siete arcángeles que están en la
presencia de Dios y que Las Escrituras llaman “príncipes del cielo”. Él es el
arcángel de la Sabiduría y la Iluminación; por ello, algunos han postulado que
fue Jofiel quien expulsó a Adán y Eva del Paraíso y quien se quedó cuidando el
camino que llevaba al Árbol de La Vida.
Su nombre ha sido interpretado como “Belleza de Dios” o “Luz
de Dios”, estando lo segundo ligado a la lección que éste ángel tiene para el
hombre, lección ésta que consiste en el hecho de que, desde cierta perspectiva,
todo es aprendizaje dentro del mismo camino que, cada uno a su manera, recorre
en pro de una meta: la ascensión. Así, Jofiel tiene el don de mostrarle al
hombre como todo es un proceso de enseñanza que se repetirá una y otra vez hasta
que el alma logre la iluminación derivada de comprender el Plan Divino.
Su origen se remonta a escritos del llamado Pseudo-Dionisio,
el cual era un teólogo bizantino anónimo que firmó sus escritos a nombre de San
Dionisio Areopagita y vivió a finales del s. V e inicios del s. VI. De ese
modo, su origen es mucho menos antiguo que el de arcángeles como Miguel,
Gabriel, Uriel y Rafael, los cuales tuvieron su origen en el famoso Libro de
Enoc.
En la tradición judía se le ha visto como equivalente a Yefefiah
(uno de los llamados “Ángeles de La Presencia”), como uno de los “Príncipes de
La Ley” y como compañero del arcángel Metatrón. El Zohar dice que comanda 53
legiones de ángeles y que supervisa la lectura de la Torá en el Sabbat.
También, dentro del esoterismo judío se le ha descrito como uno de los “ocho
ángeles príncipes de la Merkaba”, siendo en esa óptica superior a Metatrón y
todos los ángeles que no participan del rango de “príncipe de la Merkaba[6]”.
La Cábala dice que él es el ángel que debe invocarse para crear amuletos, que
astrológicamente es el espíritu de Júpiter cuando la influencia de este planeta
está en Piscis y Sagitario; y, para algunos, Jofiel sería el mismo ser que
Dina, quien era una angelina guardiana de la sabiduría de la Torá y quien fue
la encargada de enseñar 70 lenguas a los humanos de los inicios después de la
expulsión de Adán y Eva y antes de la caída de la Torre de Babel.
Sobre su puesto entre las nueve jerarquías angélicas hay
discrepancia. Así, unos creen que fue él un querubín que Dios puso para cuidar
el camino al Árbol de la Vida luego de la expulsión de Adán y Eva; en cambio,
otros piensan que es uno de los jefes de la Orden de los Tronos.
En cuanto a su naturaleza astrológica, Cornelius Agripa
(1486-1535) ha dicho que Jofiel es uno de los regentes de Saturno; Paracelso ha
dicho que es la inteligencia de Júpiter y su regente cuando está (Jupiter)
sobre Piscis y Sagitario, además de que se alterna con Zadquiel en la regencia
de Saturno. Por último, hay interpretaciones que lo ponen como el “ángel de
Septiembre” y como regente de Libra, estando por ello dotado del poder de curar
la estupidez.
EL ARCÁNGEL JOFIEL Y EL CRISTIANISMO
La Iglesia Católica solo reconoce de manera oficial a tres
arcángeles debido a que solo tres se encuentran en la Biblia: Miguel, Gabriel y
Rafael. A Jofiel, junto con los otros arcángeles, no los niegan pero tampoco
los afirman en el sentido de que dentro de la doctrina oficial sean referidos
como seres efectivamente existentes. Exactamente lo mismo ocurre con las
Iglesias Cristianas Ortodoxas: solo reconocen a Miguel, Gabriel y Rafael,
dejando así a Jofiel en lo que se podría considerar como un espacio de
indeterminación doctrinal.
Por su parte, en general las iglesias protestantes solo reconocen
a dos (Miguel y Gabriel), habiendo incluso iglesias como la Adventista o Los
Testigos de Jehová, las cuales dicen que Jesús y el arcángel Miguel son el
mismo ser. Así, dentro de estas iglesias Jofiel quedaría despachado; aunque, en
lugar de aceptarse su culto a nivel extra-oficial como en general suele hacer
de forma tolerante el Catolicismo (en parte porque en cierto época la Iglesia
Católica sí creyó en siete arcángeles), a nivel del Protestantismo esto sería
muchas veces atacado como “idolatría”.
FUNCIONES, VIRTUDES, DONES Y SERVICIOS DEL ARGÁNGEL JOFIEL
Algunos ocultistas creen que Jofiel es el arcángel que se
encarga de tender puentes energéticos entre los distintos niveles y dimensiones
de la realidad espiritual, permitiendo así no solo la eficiencia de la
comunicación entre ángeles y humanos sino también cualquier proceso
comunicativo entre dos o más seres que presenten heterogeneidad a nivel de los
planos y niveles energéticos en que manifiestan sus respectivas existencias;
aunque, lejos de limitarse a lo anterior, su papel de gestionador de puentes energéticos
permite o facilita el que un ser espiritual determinado pueda viajar a otro
plano o dimensión como ocurre, por ejemplo, en el desdoblamiento astral.
Jofiel está asociado a virtudes como la sabiduría, la
iluminación, la inteligencia, la apertura mental y la libertad que brota de la
disolución de la ignorancia, la espiritualización de la mente y la emancipación
de las ataduras interiores que operan en la mente.
Jofiel puede otorgar los dones espirituales de la sabiduría,
la iluminación, la claridad mental, el deseo de conocimiento, la reflexión
profunda, la introspección que conduce al autoconocimiento, la liberación de la
estrechez mental y los prejuicios, la liberación del orgullo, la inspiración
(principalmente inspiración filosófica y artística), la conexión con el Ser
Superior Interno, el acceso a niveles más profundos y espirituales de
conciencia, la reconexión entre partes separadas del alma, la conexión entre el
séptimo chakra y los chakras extracorpóreos que existen por encima de la cabeza
y permiten tomar conciencia de nuevos planos espirituales; y, por último, las
visiones.
Por lo anterior, entre otras cosas a él podemos recurrir
cuando necesitamos claridad mental para estudiar o pasar exámenes; o, ya a
nivel de cuestiones más importantes, podemos llamarlo cuando estamos en crisis
existenciales, en etapas de grandes cuestionamientos filosóficos cuya
resolución requiere que nuestra mente opere en toda su potencia y que la
sabiduría no permita que nos engañemos con retorcidos sofismas y abstracciones.
TABLA DE DATOS ADICIONALES:
Día de la semana: Lunes
Día de su celebración: 29 de Septiembre
Color: Amarillo-Dorado (color de su vibración)
Rayo: Amarillo
Chakra: Séptimo
Lugar de retiro: Jofiel tiene como lugar de retiro el
espacio aéreo que está sobre las llanuras del centro de China en lo que es la
parte que está al sur de la Gran Muralla, cerca de Lanchou: allí, a nivel
etérico, suele manifestar intensamente su energía.
REPRESENTACIÓN:
Su representación más común es la de un arcángel con ropas
doradas, una espada ardiente en una mano y un libro en la otra: el dorado de la
vestimenta representa sabiduría, iluminación y santidad, la espada remite a que
cuida el Árbol de La Vida y el libro representa el conocimiento.
Otra representación, ligada a la interpretación de su nombre
como “Belleza de Dios”, lo pone con plumas de pavo real, simbolizando así la
belleza y el poder que obtiene del conocimiento de Dios. Pero hay también un
elemento sumamente importante y esotérico en esta representación: los múltiples
ojos presentes en las plumas del pavo real. Y es que el ojo remite a la
percepción y por ello simboliza a la conciencia: de ese modo, la multiplicidad
de ojos representa la ubicuidad de conciencia que Jofiel posee.
ORACIONES:
‹‹Yo Soy la Iluminación y la Sabiduría de Dios, dirigiéndome
en todo lo que hago. Oigo, entiendo y bendigo a todas las cosas que contacte en
este día. Vive dentro de mí el poder suplidor infinito de cada una de mis
necesidades y requerimientos. Dentro de nuestro corazón está la llama dorada de
la iluminación que nos revela la Verdad. Hoy tomo la decisión de hacer, aquieto
mi cuerpo mental y recibo la idea exacta que revela la perfección en mi mundo.
Amado Arcángel Jofiel: Te amo, te bendigo y te doy las gracias por todo lo que
tú significas para nuestra Tierra y toda la Humanidad. Ayúdame a recibir las
ideas perfectas desde el corazón del Padre.››
‹‹Porque es el Señor el que da la sabiduría y de Él procede
la ciencia y la sensatez, con la
sabiduría se edifica la casa, con la
inteligencia se consolida, así es la ciencia, la sabiduría para tu alma,
si la adquieres tienes un porvenir y tu esperanza no será frustrada, Arcángel Jofiel, danos estos dones
y protege a los que obran con justicia y equidad, con prudencia y rectitud.
Ilumina mi entendimiento, ayúdame a
conocerme a mí mismo, ayúdame a tener ideas
propias, a pensar alto, a mirar profundamente, a observar siempre y aprender
de todos.››
‹‹Oh! Sabio, radiante, esplendente, amado Arcángel Jofiel, nuestras
mentes y corazones están ávido de penetrar en los laberintos insondables, misteriosos de la sublime ciencia del
conocimiento de la Divinidad, de la Potestad,
del espíritu del Señor Dios que
nos creó, que nos guía y nos ama desde la cuna al ataúd. Tú, amadísimo Arcángel Jofiel, ilumina
nuestra senda con la luz de la
eterna sabiduría, líbranos de la amenaza
de la duda y la incomprensión, nutre nuestro espíritu con la cuota indispensable de sabiduría que nos
conduzca seguros al edén prometido a los justos. Amen››
SELLO E INVOCACIÓN:
Una manera (hay algunas) bastante eficiente para invocarlo
es la siguiente:
Asegúrese de que sea lunes. En cuanto a la hora, comúnmente
se cree que a las cinco de la madrugada es la hora de los ángeles, por lo cual
comenzar el ritual a las cinco podría ser muy bueno.
Procure estar solo y no ser interrumpido.
Tome una vela amarilla o dorada con el suficiente grosor
para que la vela se mantenga en pie; y, luego de rezar, tome la vela y frótela
con ambas manos desde la base hasta la parte de arriba: repita esto siete
veces.
Tome una cartulina blanca, dibuje el sello del arcángel
Jofiel en la parte superior de la cartulina (se recomienda que ocupe el 1/2
superior o el 1/3 superior de la cartulina); y, en la parte inferior, escriba
sus peticiones, lo que le quiere decir al arcángel Jofiel y un agradecimiento
por estar en su camino
Encienda la vela amarilla o dorada.
Tome la cartulina blanca, lea las peticiones y, cuando
termine, agradézcale al arcángel por estar en su camino y estar allí presente.
Nota: en una variante, no lee la carta y pasa directamente al siguiente paso
Doble la cartulina y póngala debajo de la vela.
Recite una de las oraciones conocidas (elección personal) al
arcángel Jofiel. Nota: la oración, o se la sabrá de memoria, o la tendrá
anotada en un papel aparte de la cartulina.
Cierre los ojos, relájese, ore interiormente, intente sentir
a Dios, visualice una espiral de luz dorada que viene de arriba, entra por su
cabeza, llena su alma de luz dorada y le llena de energía divina; ahora,
visualice a Jofiel (como una luz dorada o como usted quiera siempre y cuando la
imagen refleje la esencia espiritual del arcángel) e intente sentirlo, luego
visualice que se ha cumplido su petición, agradezca en su interior a Dios y al
arcángel Jofiel y abra los ojos.
Queme el papel antes de que la vela amarilla o dorada se
consuma.
Deje que la vela se consuma, váyase si la vela se demora
mucho y no desea esperar.
Nota: si no ve cumplida su petición, repítala todos los
lunes que sean necesarios, intentando hacerlo siempre con la mayor fe posible y
en un estado de paz interior y ausencia de ira, odio, rencor o mala voluntad
hacia el prójimo.
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