sábado, 5 de enero de 2019
El Arcángel Gabriel
Él es el Mensajero
Divino: el que anunció el nacimiento de Jesucristo y de Juan El
Bautista, el que fue enviado por Dios para explicarle al profeta
Daniel el significado de sus visiones y el que dictó el Corán a
Mahoma. Su nombre (“Gebher” en el original hebreo) ha sido
interpretado de formas variadas pero semejantes en sentido:
“Fortaleza de Dios”, “Dios es mi fuerza”, “Hombre de Dios”,
“Héroe de Dios”; o, en el caso de su nombre islámico “Djibril”,
como “El Espíritu Fiel”. Varios son también los títulos que se
le han dado para expresar sus funciones y los atributos que forman su
esencia: Ángel de la Anunciación, Ángel de la Revelación, Ángel
de la Verdad, Ángel de la Pureza, Ángel de la Encarnación, Ángel
de la Resurrección, Ángel del Gozo, Portador de Buenas Nuevas,
Ángel del Consuelo, Ángel de la Misericordia.
En la tradición
judía existe la creencia de que Gabriel se sienta a la izquierda de
Dios y es gobernador del Edén; dentro de la angeología actual, hay
quienes sostienen que es jefe de los Ángeles de la Guarda y, ya en
un marco de consenso general, que es también él quien dirige a los
Ángeles de la Pureza, papel éste originado en la asociación que se
ha hecho de él con la Virgen María.
Muchos expertos en
el tema de los ángeles han planteado que, en virtud de su rol de
Mensajero Divino, Gabriel es el arcángel más cercano a la
Humanidad, por lo cual se le ha llamado “Embajador Jefe ante la
Humanidad”. Ligado igualmente a su papel de comunicador, se ha
planteado que Gabriel es el responsable de cierto tipo de gestión en
las relaciones humanos/ángeles, humanos/Naturaleza y
humanos/humanos.
Dentro del
esoterismo moderno, se considera a Gabriel como el arcángel de las
emociones, la fecundidad, la creatividad y las artes, además de cómo
el ángel de la pureza, el nacimiento, la resurrección, las
revelaciones y todos los otros papeles que se le han atribuido en el
marco del cristianismo.
Inherente a todo lo
anterior es el hecho de que, la ayuda espiritual que Gabriel puede
brindar a los seres humanos, reside principalmente en el poder que
tiene para conducirlos hacia un camino de purificación en el que los
sentimientos y las emociones puras van creciendo cada vez más en
compañía de los pensamientos elevados, encaminando así al alma
individual hacia la bondad y el amor de El Creador, de modo que, en
el transitar por dicho sendero, los vicios, el odio, los hábitos
mundanos y todo ese tipo de cosas van quedando atrás, no ya en
virtud de un proceso de represión sino en virtud de un proceso en el
que la inspiración espiritual ha ido haciendo que las tendencias de
la luz vayan progresivamente reemplazando a las tendencias de la
oscuridad, todo a modo de una alquimia energética de ascensión
espiritual en la cual la labor del arcángel Gabriel ha seguido una
dinámica intrínsecamente asociada a incrementar —recuperando en
los casos en que se ha perdido— la inocencia, la pureza y la
alegría propia de aquellos primeros años de vida.
Cerrando ya este
perfil introductorio, cabe mostrar cómo la importancia del arcángel
Gabriel se ha visto plasmada en la multitud de textos religiosos
dentro de los cuales aparece, textos de los cuales los siguientes son
solo algunos:
Daniel 8:16;
9:21
Lucas 1:19; 1:26
3
Baruch 4:7 1
Enoch 9:1; 10:9;
20:7; 40:9; 54:6; 71:8-9,13 2
Enoch 21:3,5;
24:1; 71:11 (28 Recension A); 72:1,3,8-9 (Recension A) 3 Enoch 14:4
(como Ángel del Fuego); 17:3
Apocalipsis de
Ezra 2:1; 4:7; 6:2
Apocalipsis de
Adan y Eva 40:2
Oráculos
sibilinos 2:215; 8:455
Testamento de
Salomón 18:6 (74 in Conybeare)
Visión de Ezra,
verso 56
Apocalipsis de
Elijah 5:5
Testamento de
Jacob 5:13
Preguntas de
Ezra (Recension B) verso 11
(Manuscritos de
Nag Hammadi) Evangelio de los egipcios 52:23; 53:6; 57:7; 64:26
(Manuscritos de
Nag Hammadi) Zostrianos 57:9; 58:22
ALGUNAS APARICIONES
IMPORTANTES
Según cierta
historia, en 1862 dentro de Nueva Zelanda, el arcángel Gabriel
visitó al profeta maorí Te Ua Haumene y le otorgó la fuerza
necesaria para librarse de las cuerdas que lo sujetaban (lo habían
atado). Según contó el profeta tiempo después de ser salvado,
Gabriel, Miguel y “una innumerable hueste de espíritus
ministradores” habían aparecido aquel día para rescatarlo.
Pero más llamativa
aún resulta la aparición del arcángel Gabriel que William Blake,
pintor y poeta del Romanticismo, anotó en su diario. Según cuenta,
se le había encargado pintar un ángel y, en medio de las
dificultades que estaba teniendo, Blake se preguntó: “¿Quién
puede dibujar un ángel?”.
Fue entonces que una
voz le respondió: “Miguel Ángel podía”. Asombrado, Blake miró
a su alrededor pero no había absolutamente nadie. “¿Cómo lo
sabes?” preguntó Blake tras recuperar la compostura. Respondió
entonces aquella extraña voz: “Lo sé porque me senté para él.
Yo soy el arcángel Gabriel”.
Blake no daba
crédito a lo que oía, era una respuesta demasiado desconcertante;
no obstante y siendo como era un hombre de aguda inteligencia, el
pintor rápidamente intuyó la posibilidad de que un espíritu
maligno o burlón se estuviese haciendo pasar por el arcángel.
Escéptico, Blake pidió a la voz que diese alguna muestra de que en
efecto era un ser divino. “¿Puede un espíritu maligno hacer
esto?”, contestó la voz a la par que, de la nada, aparecieron dos
grandes alas de hermosa luz…eran las alas de una presencia
angelical.
Cuenta Blake que
luego la figura angelical empezó a crecer y siguió creciendo hasta
que el techo del estudio se abrió (sin que le pasara nada a Blake) y
entonces el lumínico ser llegó hasta el cielo.
Blake no dejó
muchos detalles sobre la figura en su diario, o simplemente no pudo
ya que la naturaleza de lo sucedido daba cuenta de un ser cuyas
formas eran difíciles de precisar. Sin embargo no le quedó duda
alguna que, por la gloria y todo lo demás que ese ser transmitía,
debía tratarse definitivamente del arcángel Gabriel.
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EL ARCÁNGEL GABRIEL
EN EL JUDAÍSMO
En la tradición
judía, se dice que Gabriel está a cargo del tesoro celestial.
En el Libro de Enoc,
este arcángel es presentado como uno de los cuatro espíritus que
están a los cuatro lados del trono de Dios, estando Miguel a la
derecha y Gabriel a la izquierda de Dios, quien está en el centro.
Otra cosa que ilustra su importancia es que, de entre los tres
ángeles que se le aparecieron a Abraham, Gabriel era presentado como
el segundo más importante, ya que Miguel estaba en el centro, Rafael
a la izquierda de Miguel y él a su derecha.
Para la tradición
judía, el arcángel Gabriel es un gran políglota ya que fue él
quien, en una sola noche, le enseñó a José las setenta lenguas que
supuestamente se hablaban en la Torre de Babel, logrando así que
José, de ser un simple esclavo, pasara a ser enormemente importante
ante los ojos del Faraón.
Además de
políglota, Gabriel también es presentado como una especie de
clarividente, ya que es él quien explica al profeta Daniel sus
visiones.
Se cree que Gabriel
fue uno de los seres que mostró a José el camino, y que fue él
quien previno a la Reina Vashti para que no apareciera desnuda frente
al Rey Ahasverus y sus invitados.
Dicen que, junto a
otros ángeles, Gabriel ayudó en el entierro de Moisés.
Algunas fuentes de
la tradición judía plantean que será Gabriel quien toque el cuerno
para despertar a los muertos durante el Día del Juicio. En el Talmud
se dice que fue Gabriel quien destruyó a las huestes de Sennacherib,
armado “con una hoz filuda, la que ha estado lista desde la
creación.” Dentro de esa vinculación entre Gabriel y la muerte,
está también el hecho de que Gabriel sea para el judaísmo el ángel
de la muerte sobre los reyes y el ángel que llevó la destrucción a
Sodoma y Gomorra
Pero Gabriel, más
que estar vinculado a la muerte en sí, está vinculado al ciclo
vida-muerte-renacimiento, siendo esta la otra razón (la primera fue
que supuestamente él movió la piedra del sepulcro de Cristo) por la
cual es el Ángel de la Resurrección. Así, dice el Zóhar II que,
cuando alguien muere, Gabriel recibe su alma y la lleva a donde, en
virtud de sus méritos y deméritos, merecerá morar. Pero no se
piense que allí acaba todo; pues, aunque casi nadie lo sepa, en
realidad el misticismo judío sí afirma la existencia de la
reencarnación; por ejemplo, en el Zohar 186b dice: ‹‹Siempre que
una persona fracasa en su propósito en este mundo, Dios, Bendito
Sea, la arranca de raíz y la vuelve a plantar una y otra vez,
repetidamente››.
Es en este contexto
escatológico que Gabriel aparece como el ángel que, una vez que el
alma ha pasado el tiempo establecido en el lugar al que fue conducida
por sus méritos y deméritos, la instruye espiritualmente para de
ese modo prepararla para su próxima encarnación. Le da así
instrucciones durante los cinco últimos meses de los nueve que está
en el vientre, todo a nivel puramente espiritual (pues aún no hay un
cerebro para que el alma se manifieste mediante la mente) y
haciéndole ver a ese ser que, cuando nazca, no debe olvidar que su
esencia es la de ser un alma y que el destino que tenga dependerá
fundamentalmente de los pensamientos que conciba. Durante los cuatro
meses anteriores, también Gabriel ha estado instruyendo al alma, a
la cual luego acompaña cuando ésta desciende a la Tierra y se
encarna en el feto, donde seguirá siendo instruida.
Mas no todo lo que
se cuenta sobre el son méritos; pues, en Yoma 79a del Talmud, se
revela que Gabriel una vez fue castigado “por no obedecer una orden
exactamente como le fue dada”. Debido a eso, por 21 días Gabriel
fue reemplazado por Dobiel, el ángel guardián del Imperio Persa.
Finalmente, la
Cábala pone a Gabriel como el ángel del amanecer, como el ángel
que, durante el final de la madrugada, recibe una “chispa” de
fuego divino, chispa que Gabriel difunde cuando los gallos cantan,
los devotos se levantan a estudiar la Torá, y el poder de los
demonios se derrumba pues, según la Cábala, estos solo tienen poder
hasta que “el gallo canta”, lo cual se debe a que Dios, “los
justos” y los seres de luz, desde la medianoche hasta el canto del
gallo, se repliegan en el Paraíso a celebrar, dejando el mundo libre
a las fuerzas de la Oscuridad.
.
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EL ARCÁNGEL GABRIEL
EN LA BIBLIA
Dentro del Antiguo
Testamento, Gabriel aparece en el Libro de Daniel. Allí, entre los
capítulos 7 y 10, se habla de las visiones que tuvo el profeta
Daniel y de cómo el arcángel Gabriel fue enviado para explicarle el
significado de dichas visiones. Se lee así en Daniel 8:15-17:
‹‹Mientras yo, Daniel, contemplaba esta visión y trataba de
comprender su significado, apareció de pronto delante de mí una
figura semejante a un hombre; y oí una voz humana que venía del río
Ulai y que decía: ‘Gabriel, explícale la visión a este hombre’.
Entonces él se me acercó. Yo me asusté, y me incliné hasta tocar
el suelo con la frente, pero él me dijo: “Hijo de hombre, ten en
cuenta que esta visión se refiere al fin de los tiempos››
Ya en el Nuevo
Testamento y dentro del Evangelio de Lucas, el arcángel Gabriel
visita al sacerdote sacarías para anunciarle que Dios ha accedido a
sus oraciones y que, pese a la edad de su mujer (edad en la cual ya
no podía tener hijos), se le concedería el regalo de un hijo que
sería un “gran hombre delante del Señor” y al cual debería
ponerle de nombre “Juan” (él se convertirá en Juan El
Bautista). En palabras de Lucas 1:8-13: ‹‹ Aconteció que
ejerciendo Zacarías el sacerdocio delante de Dios según el orden de
su clase, conforme a la costumbre del sacerdocio, le tocó en suerte
ofrecer el incienso, entrando en el santuario del Señor. Y toda la
multitud del pueblo estaba fuera orando a la hora del incienso. Y se
le apareció un ángel del Señor puesto en pie a la derecha del
altar del incienso. Y se turbó Zacarías al verle, y le sobrecogió
temor. Pero el ángel le dijo: Zacarías, no temas; porque tu oración
ha sido oída, y tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo, y le
pondrás de nombre “Juan”››
Pero Zacarías, pese
a recibir el privilegio de ser visitado por un arcángel, no se
mostró digno de tan grande gracia y dudó sobre si el ángel
cumpliría lo ofrecido, diciendo que en qué señal (se refería a
señal sobrenatural) él podría conocer que tal cosa le sería
cumplida. Ante eso, Gabriel se disgustó (aunque permaneciendo
calmado) y le dijo: ‹‹Yo soy Gabriel, que estoy delante de Dios;
y he sido enviado a hablarte, y darte estas buenas nuevas. Y ahora
quedarás mudo y no podrás hablar, hasta el día en que esto se
haga, por cuanto no creíste mis palabras, las cuales se cumplirán a
su tiempo››
En el Evangelio de
Mateo, se nos cuenta como Gabriel se le apareció a José el
carpintero en sueños, primero para decirle que no tema en recibir a
María por esposa, después para advertirle de que debía huir a
Egipto por la matanza de bebés que Herodes iniciaría.
Nunca se menciona
explícitamente el nombre “Gabriel”; pero, tal y como se ha
hecho, es lógico suponer que pudo tratarse de Gabriel y que se puede
asumir que fue Gabriel ese ángel, esto debido a que fue Gabriel
quien fue designado para anunciar a María el nacimiento de Cristo,
por lo cual no sería nada extraño que, siendo el Ángel Mensajero,
haya sido encargado en su totalidad para el asunto de la venida de
Cristo.
Además y como es
conocido por todos, Gabriel fue enviado a María para anunciarle que
ella había sido elegida para ser la madre de El Salvador. Vemos pues
en Lucas 1:26-38: «Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel
Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen
desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre
de la virgen era María. Y entrando, le dijo: “Alégrate, llena de
gracia, el Señor está contigo”. Ella se conturbó por estas
palabras, y discurría qué significaría aquel saludo.
El ángel le dijo:
“No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a
concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por
nombre Jesús. Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y
el Señor Dios le dará el trono de David, su padre: reinará sobre
la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin”. María
respondió al ángel: “¿Cómo será esto, puesto que no conozco
varón?” El ángel le respondió: “El Espíritu Santo vendrá
sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso
el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios. Mira,
también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez, y
este es ya el sexto mes de aquella que llamaban estéril, porque
ninguna cosa es imposible para Dios” Dijo María: “He aquí la
esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra”. Y el ángel
dejándola se fue»
Aparte de las
anteriores, en el marco de las especulaciones ocultistas y místicas,
se ha sugerido que Gabriel fue el ángel que detuvo la mano de
Abraham para que no matara a su hijo, como también que fue Gabriel
quien quitó la enorme piedra que se usó para sellar la tumba de
Jesucristo.
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EL ARCÁNGEL GABRIEL
Y EL CRISTIANISMO
Gabriel, junto a
Miguel y Gabriel, es uno de los tres arcángeles que la Iglesia
Católica admite de manera oficial debido a que se encuentra en la
Biblia: en el Evangelio de Lucas y en el Evangelio de Mateo, además
de en el Libro de Daniel. Se lo ve como El Arcángel Mensajero y como
un arcángel ligado al misterio de la Anunciación, la Pureza y la
Resurrección. Oficialmente, se le ha proclamado “patrono de los
comunicadores” debido a su papel de mensajero celestial.
Semejantes son los
casos de la Iglesia Ortodoxa y de la mayoría de iglesias
protestantes, siendo Gabriel reconocido por ambas partes.
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EL ARCÁNGEL GABRIEL
EN EL ISLAM
En el Islam se cree
que Gabriel (“Yibril”) reveló el Corán al profeta Mahoma y que
fue designado para llevar a los profetas los mensajes de sus
obligaciones.
Su importancia es
tan elevada que, además de ser “El Espíritu de la Verdad”, es
el jefe de los cuatro ángeles favoritos de Alá. Tan grande es el
respeto que se le tributa que, cuando una persona menciona su nombre,
debe decir “la paz sea con él”, tal y como se hace cuando se
menciona el nombre de Mahoma o de otro gran profeta.
Al igual que los
cristianos, también los musulmanes creen que Gabriel anunció el
nacimiento de Juan el Bautista y de Jesucristo (a quien ven como un
santo profeta). Sumado a eso, dicen que Gabriel fue uno de los tres
ángeles que anunciaron a Abraham el nacimiento de Isaac.
Por otra parte, la
tradición islámica tiene varias historias interesantes sobre
Gabriel. Una de ellas dice que Gabriel fue quien trajo el café (esa
sí que es una bendición…) a la Tierra, todo en una ocasión en
que Mahoma estaba sumamente cansado y a punto de dormirse, cuando de
pronto apareció el ángel de Dios con una taza de café y le
devolvió todas sus fuerzas. Otra, cuenta que Gabriel y otros 99
ángeles iluminaron, purificaron y llenaron a Moisés con atributos
angélicos para que pudiera ver “solo luz pura” y así esté en
el estado ideal para escribir la Torá en tablas de oro.
Finalmente, algo
relevante para la Angeología está en la visión de Mahoma sobre el
“verdadero” aspecto de Gabriel, y en la visión que el Sufi
Ruzbehan Bagli tuvo sobre un Gabriel con aspecto femenino. Mas antes
de presentarlas hay que aclarar lo siguiente: 1) El Islam mismo
aclara que Gabriel, como todo ángel, no tenía forma definida pues
se le había aparecido a Mahoma en forma de distintas personas, 2) la
forma “verdadera” de Gabriel no es una forma material; en otras
palabras, no es que Dios haya creado a Gabriel con el aspecto con que
se le apareció en esa visión a Mahoma, es simplemente que esa
“forma verdadera” fue elegida por el arcángel como el aspecto
que mejor simboliza la esencia espiritual con que Dios lo trajo a
existir, 3) no hay que preocuparse de que Gabriel se muestre como
mujer al Sufi Ruzbehan Bagli, ya que la Angeología plantea que los
ángeles son espíritus andróginos sin sexo, espíritus que
compendian atributos tanto del alma femenina como de la masculina,
aunque ciertamente esto no deja de ser cuestionable pues otras
teorías dicen que sí existe el género en los ángeles y los
espíritus, no como el sexo biológico sino como predominancia de
atributos psicológico-espirituales masculinos o femeninos, según
sea el caso.
Concretamente, en la
visión de Mahoma el arcángel apareció como un ser de luz dotado
con 600 alas que llenaban el firmamento y se batían en él. Y en el
caso del Sufi Ruzbehan Babli, él nos cuenta lo siguiente:‹‹En la
primera hilera vi a Gabriel, como una doncella, como la luna en medio
de las estrellas. Su cabello era como el de una mujer, porque caía
en largas trenzas. Llevaba un traje rojo intercalado con verde… Él
es el más bello de los ángeles… su cara es como una rosa roja››
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FUNCIONES, VIRTUDES,
DONES Y SERVICIOS DEL ARCÁNGEL GABRIEL
Su función es la de
ser el Arcángel Mensajero, el gran comunicador de El Altísimo, de
allí que en la tradición esotérica se halla dicho que él dirige
ciertos aspectos de las comunicaciones entre el hombre y los ángeles.
El arcángel Gabriel
está asociado a las virtudes de la pureza, la ascensión, y la
resurrección.
Sus cualidades,
además de aquellas derivadas de las virtudes espirituales que
representa y ministra, son la disciplina, la alegría, la
realización, entre otras.
El puede otorgar los
siguientes dones: creatividad, desarrollo artístico, pureza,
ascensión espiritual, autodisciplina, austeridad, ascetismo,
felicidad, alegría, clarividencia e interpretación de sueños y
profecías (pero estas cosas no las da a cualquiera que le rece),
visión del plan que Dios tiene para uno y del propósito de la vida
individual (la vida de tal o cual, no la vida en general), liberación
de hábitos negativos y vicios, etc.
Es a él que se debe
acudir cuando se es esclavo del sexo, la comida, los casinos, el
dinero o alguna otra cosa mundana, o bien cuando sentimos que nuestra
vida no tiene propósito y sentido y nos sentimos desalentados,
apáticos y amargados, pudiendo así Gabriel ayudarnos a ver el
sentido de nuestra vida y a encontrar la motivación y la alegría
para levantarnos y vivir en pro de la realización de ese sentido.
Pero también él puede ayudarnos a escuchar más nuestra intuición
y nuestra voz interior; e incluso, si tenemos buenas acciones en la
lista o hacemos méritos en caso de no tenerlos, Gabriel puede
ayudarnos a desarrollar los poderes de la clarividencia.
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