viernes, 7 de septiembre de 2018
Hotel California
Estoy seguro que como yo, mucha gente ha escuchado y hasta
entonado algunas estrofas de esta famosa canción sin imaginar las leyendas
urbanas que se entretejen detrás de la letra.
Interpretada por el legendario grupo The Eagles, surge este
tema a mediados de los años 70s, cuyo álbum lleva el mismo título. Hotel
California se ha convertido en un ícono de esa época que ha trascendido al paso
del tiempo. En realidad fue tal su éxito, que en 1977 obtuvo el Grammy como el
álbum del año. Este sencillo encabezó también el Billboard Hot 100 y la
Asociación Americana de la Industria Discográfica lo certificó con el galardón
de oro por la venta de 1 millón de copias ese mismo año. Desde su lanzamiento,
se han registrado ventas por más de 16 millones de copias solamente en Estados
Unidos. En esta melodía comparten los créditos Don Felder, Don Henley y Glenn
Frey.
La controversial letra de Hotel California literalmente
narra la experiencia de un hombre que extenuado por el viaje, llega en una
noche obscura a un hotel donde se percibe un olor a marihuana en el ambiente
(warm smell of colitas). Este personaje es recibido por una mujer que le ofrece
una botella de vino y quien le muestra el camino alumbrándolo con una vela en la
mano. Al ver que la mujer no regresa con el vino, éste le reclama al encargado,
quien a su vez le responde: "no habíamos tenido a ese espíritu aquí desde
1969" (we haven’t had that spirit here since 1969).
Esta surrealista historia cuenta que todos los huéspedes de
ese sitio son prisioneros y que no pueden salir. La leyenda supone que Don
Henley en realidad estuvo hospedado en ese hotel, ubicado en el Pueblo Mágico
de Todos Santos en la península de Baja California Sur, entre La Paz y Los
Cabos (74 kilómetros al norte de Cabo San Lucas), y que fue ahí donde se
inspiró para escribir la letra de dicha canción sin imaginar el éxito que ésta
tendría. Lo cierto es que antes de que esto ocurriese, el Hotel California
existía desde 1932 como un sencillo centro de hospedaje en la planta alta,
mientras la planta baja fungía meramente como una tienda donde se vendía un
poco de todo, desde gasolina, hasta latería, refrescos y hielo. Se decía que
por las noches el espíritu de una mujer de nombre Mercedes se aparecía a los
hombres invitándolos a tomar vino.
Aunque Don Henley ha declarado en innumerables ocasiones que
él nunca ha estado en ese lugar y que la letra no supone ningún tipo de
alucinación fantasmagórica, sino por el contrario, que es una descripción
metafórica del mundo de las drogas y de los excesos, cierto es que sin duda
alguna, se trata de una de esas letras en las que sólo el autor conoce el
sentido real que deseó expresar.
Tras haber tenido varios dueños, el Hotel California es hoy
propiedad de unos canadienses que lo remodelaron conservando su fachada
original para ofrecer el servicio de hospedaje en este encantador lugar, que es
un verdadero oasis con frondosa vegetación, hermosos atardeceres y un clima con
una envidiable temperatura templada. En su pródigo suelo, otrora productor de
caña de azúcar, crecen en abundancia el mango, el aguacate y la papaya. Aquí se
puede sentir aún la tranquilidad de la provincia, la hospitalidad y calidez de
su gente.
Este bello rincón Mexicano es refugio de artistas venidos de
todos lados, principalmente norteamericanos. Por todos lados se pueden apreciar
construcciones coloniales, calles empedradas y adoquinadas que parecen sacadas
de antiguos libros donde el tiempo no ha pasado.
Los amantes del mar y de la vida animal encontrarán a tan
sólo tres kilómetros de este pueblo encantado, las hermosas playas del Océano
Pacífico, que ofrecen un reto a quienes desean surfear y cabalgar sus
caprichosas olas. La diversidad de paisajes, los médanos, cactus, playas de
arenas doradas, formaciones rocosas, el avistamiento de ballenas y de aves en
la “Baja”, son sin lugar a dudas, un espectáculo natural sin igual.
Hoy por hoy, el lugar es visitado por cientos de personas
que no sólo se detienen frente a la fachada del Hotel California para tomarse
la foto del recuerdo, sino también para conocer las maravillas naturales
circundantes. El éxito de The Eagles se convirtió sin querer en una leyenda de
la leyenda. Nada mejor que visitar este pueblo y sacar sus propias conclusiones
¿no creen ustedes?
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