jueves, 7 de enero de 2016
Peter, El Delfín Que Se Suicidó Por Una Mujer.
El delfín Peter y Margaret Lovatt, la
mujer que convivió con él durante 24 horas al día como parte de un
experimento que terminó trágicamente.
The Girl Who Talked to Dolphins’ es
un documental a estrenarse el 17 de junio próximo en la BBC 4 que
narra la historia del delfín Peter y la mujer que convivió con él
durante 24 horas al día como parte de un experimento que terminó
trágicamente.
Según cuenta The Guardian, es el año
1964 y Margaret Lovatt se integra a un proyecto que busca hacer que
los delfines aprendan el lenguaje humano. El recinto en el que están
tres de estos cetáceos en cautiverio se encuentra ubicado en St
Thomas, la isla principal de las Islas Vírgenes, territorio
estadounidense.
El cerebro del proyecto es el
neurocientífico John Lilly y cuenta con el apoyo económico de la
NASA. Margaret Lovatt se hace cargo de Peter, el especimen macho del
trío. Los otros dos delfines se llaman Pamela y Sissy.
Margaret, entusiasmada con hacer que
Peter pueda comunicarse con otros humanos, propone adecuar las
instalaciones del recinto para que ella pueda vivir con el animal las
24 horas del día. La idea es aceptada.
“Tal vez fue porque yo estaba
viviendo tan cerca del laboratorio. Me parecía tan simple. ¿Por qué
dejar que el agua se interponga en el camino?”, cuenta Lovatt en el
documental. “Así que le dije a John Lilly: ‘Quiero enyesar todo
y llenar este lugar con agua. Yo quiero vivir aquí.’”.
Para 1965, Margaret Lovatt comienza su
convivencia con Peter. “Estaba muy, muy interesado en mi anatomía.
Si yo estaba sentada aquí y mis piernas estaban en el agua, él
venía y miraba en la parte posterior de la rodilla por mucho tiempo.
Él quería saber cómo funciona esa cosa y yo estaba tan encantado
por ello”, dice al documentalista.
Las clases se dan dos veces al día,
durante seis días de la semana. Margaret se da cuenta que le agrada
mucho a Peter, ya que “se frotaba en mi rodilla o el pie o la
mano”. Pero los delfines son animales que tienen urgencias
sexuales. Al principio Lovatt, lo lleva con las hembras del proyecto,
pero el traslado de su ‘departamento’ a la parte en la que están
Pamela y Sissy comienza a ser un obstáculo para las clases. Lovatt
decide masturbar al animal para no arruinar el experimento.
Para Lovatt es algo precioso, que
siempre se lleva a cabo con gran respeto. “Peter estaba allí y
sabía que yo estaba allí”, dice en el documental. “No era
sexual de mi parte. Sensual tal vez. Me pareció que hizo el vínculo
más estrecho. No a causa de la actividad sexual, pero debido a la
ausencia de tener que hacer una pausa. Y eso es realmente todo lo que
era. Yo estaba allí para conocer a Peter. Eso era parte de Peter”.
Esta parte del proyecto incluso llega a
oídos de publicaciones. La revista pornográfica Hustler le dedica
un artículo ‘Sexo entre especies: Humanos y delfines’. Pese al
‘escándalo’, el proyecto continúa pero no por mucho tiempo.
John Lilly comienza a experimentar con
LSD e incluso llega a inyectárselo a las dos delfines hembras. Para
1966, el interés de John en el experimento de los delfines “que
hablan” disminuye. Lamentablemente, la actitud arrogante del
neurociéntifico para con el bienestar de los delfines se convierte
en su perdición: no solo ahuyenta a su personal sino que,
finalmente, termina por cortar el financiamiento.
Sin dinero, el proyecto se desactiva.
Los delfines van a parar a unos pequeños tanques en un laboratorio
de Lilly en Miami. Incluso Peter, ya que Margaret Lovatt no puede
quedárselo como si se tratase de un perro o un gato.
En el laboratorio de Miami, la salud
Peter se deterioró rápidamente, y después de unas semanas Margaret
recibió la noticia de que “el animal se había suicidado”.
El veterinario Ric O’Barry confirma
el uso de esta palabra. “Los delfines no son respiradores de aire
automáticos como nosotros”, explica en el documental. “Cada
respiración es un esfuerzo consciente. Si la vida se hace demasiado
insoportable, los delfines simplemente toman un respiro y se hunden
hasta el fondo. No toman la siguiente respiración”. Otro
veterinario, Andy Williamson, atribuye la muerte de Peter a “un
corazón roto”, provocada por una separación de Lovatt que él no
entendía. “Margaret podía racionalizarlo, pero cuando se fue,
pudo Peter? He aquí que el amor de su vida se ha ido”, explica el
profesional.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario