sábado, 9 de enero de 2016
Genene Jones, La Enfermera De La Muerte.
Genene Jones se sentía como una
heroína cuando salvaba a los pobres bebés moribundos… con la
salvedad de que ella misma les provocaba esa situación de muerte
inminente y en pocas ocasiones lograba revertirla.
Mataba con inyecciones de productos
letales, sobre todo digoxina, un medicamento para el corazón que
alteraba el ritmo cardíaco de los niños o paraba el corazón.
En 1977 se convirtió en enfermera
voluntaria y empezó a trabajar en el Bexar County Medical Center
Hospital. El mismo año en el que Genene empezó a trabajar en este
hospital, los responsables del centro notaron un alarmante aumento
del número de muertes entre los niños. Los asesinatos parecían
vinculados a Jones. A finales de 1981, como las muertes de niños no
disminuína, los responsables del centro empezaron una serie de
investigaciones. En ese momento descubrieron que la mayoría de las
víctimas habían recibido inyecciones letales de digoxina.
En marzo de 1982, Genene se pasó a la
medicina privada, a la Kerr Conty Clinic, abierta ese mismo año por
una doctora que había trabajado con Jones, Kathleen Holland.
Numerosas personas advirtieron a Halland contra Jones, pero la
doctora creyó que la enfermera, a la que consideraba muy competente,
había sido víctima de la estructura machista del hospital.
Como había ocurrido en el otro
hospital, aumentó espectacularmente la mortalidad infantil, y Genene
Jones volvió a convertirse en sospechosa.
El 26 de mayo de 1983 fue acusada de
dos cargos de asesinato en primer grado, producidos al inyectar un
potente relajante muscular. El 21 de noviembre fue acusada de
asesinar a un niño de cuatro semanas inyectándole un anticoagulante
que le produjo una severa hemorragia. Genene hacía enfermar a sus
víctimas con el propósito no de matarlas, sino de convertirse en
una heroína al salvarlas, lo que no siempre conseguía.
El 15 de mayo de 1984 fue condenada por
asesinato a 99 años en prisión, el equivalente a cadena perpetua en
Texas, por el asesinato de Chelsea Ann McClellan. Pese a ello, por
buena conducta y una serie de viejas leyes del condado, es posible
que salga de prisión en el 2017.
No pudo ser involucrada en los crímenes
cometidos en el Bexar Conty Hospital porque en marzo de 1984 este
centro se deshizo de toneladas de documentación que podrían haber
probado su culpabilidad.
Se le atribuyen once víctimas, pero se
sospecha que durante el periodo que ejerció de enfermera en el Bexar
Conty Hospital pudo estar involucrada en las muertes de 46 bebés y
niños.
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