martes, 5 de enero de 2016
Oliver, El Chimpancé Que Quería Ser Humano
Oliver fue un chimpancé capturado en
el Congo que se hizo famoso en los años setenta por sus apariciones
circenses. Su fama se multiplicó cuando empezaron a correr rumores
sobre su extraño aspecto físico. Oliver tenía las orejas
puntiagudas y una cabeza con una forma más parecida a las humanas
que la del resto de chimpancés.
Convivió durante dieciséis años con
dos entrenadores de animales: Frank y Janet Burger. Compraron a
Oliver junto a otros tres chimpancés que le rechazaban del grupo.
Sus cuidadores dijeron que Oliver, a veces, se comportaba como un
auténtico humano y que era más inteligente que otros monos. Pero lo
que más destacaba era su preferencia por caminar erguido.
Los rumores continuaron creando una
leyenda acerca de su fisonomía. Se decía que tenía un olor
diferente al de los chimpancés, que se veía más atraído por las
hembras humanas que por las de su especie y que el resto de
chimpancés lo rechazaban como un espécimen extraño.
Incluso se llegó a decir que le
encantaba ver la tele y tomarse una copita después de comer.
En 1976 fue comprado por Michael
Miller, un abogado de Nueva York. Las razones de su venta, al
parecer, fue el acoso sexual que recibía la señora Burger por parte
de Oliver.
En 1993 se le hicieron las primeras
pruebas genéticas que desvelaron asombrosos resultados, ya que cabía
la posibilidad de que Oliver tuviera 47 cromosomas y no los 48
propios de un chimpancé.
Tras muchos dueños, su historia cayó
en el olvido hasta que en 1997 fue localizado en unos laboratorios de
experimentación animal y conducido a una institución de protección
de animales situada al norte de San Antonio, Tejas.
Las pruebas de ADN realizadas en la
Universidad de Chicago demostraron que Oliver siempre fue un
chimpancé. Pero hasta entonces, hubo muchas teorías acerca del
extraño comportamiento de Oliver:
Oliver era un híbrido entre humano y
chimpancé fruto de de una relación zoofílica o de un experimento
científico.
-Oliver era un chimpancé con una
mutación genética.
-Oliver era una nueva especie no
clasificada del grupo pan.
-Oliver era el eslabón perdido entre
los hombres y los monos.
-Oliver era un chimpancé y todo lo que
se dijo de él estaba exagerado o fue adiestrado para que tuviese
esos comportamientos.
Después de las pruebas genéticas se
evaluaron pruebas de otra índole. Los estudios descartaron la
hipótesis del híbrido pero no que se tratase de un chimpancé con
alguna combinación casual de rasgos poco usuales. Pruebas
radiográficas mostraron unas rodillas soldadas de tal forma que sólo
podía caminar en posición erguida.
En cuanto a su inteligencia, su C.I.
era apenas superior al de un mono común y hubo gorilas hembras que
superaron a Oliver en intelecto. Muchos científicos creyeron que lo
más probable es que sea un chimpancé con alguna mutación genética.
Lo que parece decir la ciencia es que
es inviable un híbrido de humanos y chimpancés ya que no
pertenecemos al mismo género.
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