sábado, 9 de enero de 2016
La Marquesa Que Mutiló El Cadáver De Su Hija.
El 30 de enero de 1954, el hijo de la
marquesa de Villasante, Luis Shelly, denunció ante el juzgado de
Madrid a su madre, por su proceder un tanto inquietante ante la
muerte de su hermana Margot. La marquesa tenía la extraña afición
de diseccionar animales de todo tipo, y el muchacho encontró parte
del material quirúrgico que utilizaba para ese fin junto al lecho de
muerte de su hermana, en concreto, unas tijeras y unas pinzas.
Cuando Margot murió, el 19 de enero,
su madre prohibió la entrada a la habitación al resto de los
hermanos, que querían velarla, y se encerró en ella junto al
cadáver de su hija con la sola compañía de su compañero
sentimental, José María Bassols.
Cuando por fin los hermanos tuvieron
acceso, el cadáver de Margot se encontraba ya en un ataúd sellado
para conducirla al cementerio. Una vez enterrada su hermana, Luis
revisó la habitación y encontró un cuchillo largo y afilado y una
tabla para cortar carne, por lo que sospechaba que el cadáver de su
hermana había sido mutilado. En el juzgado número 14 de Madrid, el
juez Aguado González, ordenó la investigación del caso.
Margarita Ruiz de Lihory, Marquesa de
Villasante, siempre fue una mujer muy peculiar. Se consideraba una
gran amante de los animales, en su casa tenía 17 perros, 3 gatos, 12
canarios y 2 tórtolas, pero su según palabras de su hijo ante el
juzgado ” los diseccionaba una vez muertos, cortándoles la lengua,
extirpándoles el corazón y arrancándoles el pellejo, que después
conservaba. En alguna ocasión, decapitaba también a sus animales,
conservando las cabezas“.
La policía registró la casa que la
marquesa tenía en Madrid, en la calle Princesa en el barrio de
Argüelles, aunque la familia vivía normalmente en el palacete de la
Calle Mayor número 58 de la provincia de Albacete, donde murió
Margot. Allí encontraron: ”UN HACHA pequeña de las llamadas de
carnicero, con el mango de madera barnizada, con tres remaches
dorados; UNA VASIJA, en forma de cubeta, toda ella de material
plástico, la mitad inferior estriada, color blanco, la mitad
superior transparente, con tapa color rojo y botón blanco y asa de
alambre con manguito color rojo; esta vasija contiene, como puede
comprobarse por la transparencia de su parte superior, UNA MANO
DERECHA, al parecer de mujer, seccionada por la muñeca, estando el
recipiente lleno de un líquido transparente…”
Tras estos descubrimientos, el juez
ordenó la exhumación del cadáver. Al examinar el cuerpo de Margot
descubrieron que, además de la mano derecha, le habían amputado
parte de la lengua, extraído los ojos de las cuencas y recortado el
vello púbico. Volvieron a registrar la casa, encontrando los ojos y
la lengua de la joven junto con restos de vísceras de animales.
La casa de Albacete de la marquesa era
muy famosa, los niños la conocían como “la casa de los fantasmas”
y se comentaba que en los sótanos se realizaban extraños
experimentos. Cuando la policía registró esta casa no encontró
ningún sótano, pero la leyenda de que allí había un laboratorio
secreto siguió circulando. Incluso hablaban de dos hombres vestidos
de negro, que ocultaban sus caras, que fueron vistos entrando y
saliendo de la casa.
La gente hablaba de unos “médicos
nórdicos”, que estuvieron viviendo en aquella casa con el
consentimiento de la marquesa. Decían que tenían que ver con un
caso extraño de avistamientos de ovnis que se hizo famoso en aquella
década, el posible contacto con seres venidos del planeta Ummo.
Posteriormente se llegó a especular con que estos dos hombres de
negro procedían de ese planeta imaginario y este fue su primer
contacto con la tierra. Pero de este tema ya hablaremos en otro
momento.
Otra hipótesis era que los supuestos
médicos nórdicos, invitados por la marquesa cuando Margot enfermó,
serían alemanes, miembros del Reich que utilizaban la casa para
realizar experimentos. El pasado como espía de Margarita Ruíz no
era ningún misterio. Estos dos científicos nazis huirían de
Alemania durante los juicios de Nuremberg, y seguirían con sus
experimentos en casa de la marquesa, tal vez de un arma química.
La historia de esta extraña mujer es
muy poco común. Margarita Ruíz de Lihory y de la Bastida, marquesa
de Villasante, baronesa de Alcahail, duquesa de Valdeáguilas y
vizcondesa de la Mosquera, nació en Valencia a finales del siglo
XIX, probablemente el 1889. Con 17 años se casó con Ricardo Shelly,
con el que tuvo cuatro hijos. Se licenció en derecho en sólo dos
años y estudió además enfermería e idiomas. Sirvió como espía
para Miguel Primo de Rivera cuando había problemas con Marruecos,
por lo que fue nombrada capitán honorario de las tropas en África
por sus méritos. Posteriormente se dedicaría a ser pintora,
bailarina, periodista, actriz y pianista.
Nunca quiso confesar por qué motivo
mutiló el cadáver de su hija, pero tanto ella como su compañero
fueron condenados por delito de profanación de cadáver y atentado
contra la salud pública. En ese momento se supo que los títulos de
marquesa de Villasante y baronesa de Alcahail no le correspondían a
ella, sino a su hermana mayor, Soledad.
Para su macabra costumbre de
descuartizar animales, existía una hipótesis, y ésta era que la
marquesa los utilizaba para introducir en España joyas, diamantes y
documentos secretos, tráfico al que se dedicaba, elementos que
introduciría en el estómago de los animales vivos, para luego
recuperarlos en su casa. Pór qué motivo conservaba partes de estos
animales, nunca se supo, como tampoco se supo el motivo por el que
mutiló a su hija. Debemos suponer que la marquesa tenía unas
aficiones poco comunes de bastante mal gusto. No hubo juicio pero
pasó 10 años en el psiquiátrico de Carabanchel.
Otra hipótesis sería que Margot
enfermó al tocar, con su mano derecha, algo con lo que estaban
experimentando los científicos alemanes, que entró en contacto con
las mucosas provocando su enfermedad. Por ese motivo se amputó la
mano y se extrajeron los ojos y la lengua. Margot se sabe que murió
de una variante de leucemia. ¿Tal vez una leucemia química?. ¿O un
virus extraterrestre traído por los hombres de negro? Margarita Ruíz
se llevó el secreto con ella a la tumba. Murió en la miseria en su
casa de Albacete, el 15 de mayo de 1968, está enterrada en el
cementerio de Nuestra Señora de los Llanos, de esa misma ciudad. El
mismo cementerio donde enterraron a su hija Margot.
En su momento, los hechos fueron
publicados en un diario experto en crímenes y cosas macabras de la
España profunda, “El Caso” (mi abuela era fan de esta
publicación), en las páginas centrales, dedicadas a los crímenes
más famosos del momento, pero recibieron amenazas y dejó de
escribirse sobre el tema. La marquesa era tenida en mucha estima por
su colaboración en África, y hay temas sobre los que es mejor
callar.
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