miércoles, 11 de marzo de 2020
El Casino del Diablo
En lo alto de un
cerro de la ciudad de Hermosillo, Estado de Sonora, se pueden ver las
ruinas de lo que fuera un gran casino, el mejor lugar para bailar y
festejar desde un cumpleaños hasta la alegría de la vida. Durante
el día el sol del desierto hace que las ruinas se vean tristes, como
un lugar donde no vive nadie. Pero por las noches las paredes cobran
vida, tanto que si alguien se acercara podría escuchar voces, música
y ruidos de gran baile…
El casino era el
sitio preferido de los jóvenes, pues allí se hacían bailes donde
los muchachos podían encontrar a la mujer de sus sueños y las
muchachas conseguir un buen candidato.
Un 31 de diciembre
se iba a dar un gran baile de fin de año, así que todas las
muchachas querían tener el mejor vestido para la fiesta. Entre todas
las jóvenes había una bella muchacha llamada Linda, tenía 16 años
y el día del festejo arregló lo que se iba a poner y se tardó
horas frente al espejo peinándose. Cuando ya estaba lista, fue a
avisarle a su mamá, quien estaba en cama, enferma.
“Mamá”, le
dijo, “me voy al baile”. “¡No mi hijita! ¿Cuándo me pediste
permiso?”, respondió la madre… “Pero mamá”, dijo Linda en
tono de protesta y su madre respondió cortante: “¡Nada! No te
dejo ir. Además hoy es noche de Año Nuevo y tienes que pasarla con
tu familia”.
En ese momento para
Linda pudo más la fiesta que los regaños de la mamá, así que
salió a escondidas diciéndose a sí misma: “¡Al fin que no
necesito de su consentimiento para divertirme!”.
Cuando la muchacha
llegó al casino, todos voltearon a verla, era la joven más hermosa
de la noche por lo que le llovieron proposiciones para bailar, pero
Linda no aceptó.
Entre los asistentes
se encontraba un guapo muchacho llegado de Europa, de cabello muy
negro y ojos enormes, vestido elegantemente. Nadie lo conocía, así
que todos se preguntaban quién sería ese hombre misterioso…
Mucha fue la
sorpresa de Linda, cuando el desconocido se le plantó enfrente
invitándola a bailar. La muchacha quedó como hechizada, se dejó
llevar hasta el centro de la pista y ahí bailaron y bailaron en
medio de las miradas de los demás.
En determinado
momento Linda empezó a sentir mucho calor y mucho ardor en la
espalda. Sentía que algo la quemaba. Temerosa volteó a ver qué era
y se encontró el brazo y la mano del joven marcados en su vestido,
como cuando marcan a los becerros. Su vestido se estaba quemando y el
aire olía a azufre. Volteó hacia abajo y vio con horror que el
muchacho, en vez de pies, tenía una pata de gallo y otra de caballo.
Linda se desmayó y no supo más de sí…
Inmediatamente por
todos lados empezó a surgir fuego y los jóvenes asistentes tuvieron
que escapar del lugar como pudieron. El casino ardió hasta que sólo
quedaron las paredes que hoy en día todavía se observan. Del joven
extraño no se volvió a saber y de Linda, unos dicen que murió,
otros que anda perdida por algún lugar, pero la mayoría asegura que
está con el diablo…
Raulito, el nNño Mexicano que Realiza Milagros
La tumba del ‘niño
milagroso’ permaneció durante mucho tiempo en el olvido, pero hoy
es un sitio referente. Decenas de muñecos, peluches y pelotas, entre
otros juguetes, se amontonan sobre la tumba de Raúl González,
conocido popularmente como Raulito, un niño mexicano que murió a
los diez meses y a los que los habitantes de Acapulco acuden con fe
para que les ayude a cumplir sus peticiones.
En el Panteón San
Francisco, Raulito, fallecido el 2 de febrero de 1933, está
enterrado junto a su hermano Elivier, quien murió cinco meses
después.
La tumba del ‘niño
milagroso’ permaneció durante mucho tiempo en el olvido hasta hace
aproximadamente 18 años, cuando empezó a ser un referente para los
habitantes del lugar.
Según cuenta la
creencia popular, la fama del niño comenzó cuando, hace casi dos
décadas, llegó al panteón una mujer de la Sierra de Atoyac. Estaba
llorando y llevaba en brazos a su hija de cuatro años, quien estaba
al borde de la muerte.
La mujer le pidió a
Susana Curiel, administradora del panteón, que le dijera dónde
podía encontrar la tumba de un niño que estuviera en el abandono
por sus familiares. La administradora señaló el sepulcro de
Raulito, muy próximo a la entrada.
Durante más de una
hora, la señora, de rodillas, pidió por la salud de su hija, de
quien los doctores habían dicho que no pasaría de ese día, ya que
estaba muy débil por los dos infartos que le habían dado.
Cuando terminó sus
rezos, la mujer siguió su camino, sin olvidar la promesa que hizo en
la tumba de Raulito: si salvaba a su hija ella regresaría a dar las
gracias. Algo para lo que no tuvo que esperar mucho, ya que mes y
medio después volvió al panteón con la pequeña caminando, así
como con dulces, juguetes y arreglos florales para expresar su
agradecimiento al niño.
En la actualidad
cada juguete que rodea la tumba, son de las personas que llegan a
pedirle un milagro. El panteón estaba abandonado, pero ahora 10, 15
y hasta 20 personas llegan diariamente desde los pueblos del estado
de Guerrero para verlo y hacer sus peticiones.
La tumba de Raulito
ha sido techada y, ante el creciente número de seguidores, el
párroco Pedro Rumbo asegura que “los milagros no se pueden negar,
porque siempre ha habido milagros” y la Biblia está llena de
ellos.
“Cuando uno pide
con fe y devoción y Dios le ayuda eso es muy bueno; hay que pedirle
a Dios con fe y devoción no solo milagros, también favores
menores”, señala el párroco de Acapulco, quien remarca que “en
tiempos de inseguridad e incertidumbre” hay que recurrir a la
religión.
Todos los juguetes
recabados durante el año en la tumba son después regalados a los
niños más necesitados, ya que Susana Curiel considera que
dejándolos ahí se echarían a perder y a Raulito le gustaría que
otros niños también fueran felices.
La Madrina Siniestra
En un poblado
pequeño había un matrimonio tan, pero tan pobre, que no encontraban
a alguien que fuera madrina de su niño recién nacido para el
bautizo. El padre salió a convencer a la primera mujer que pasara
por el frente de su rancho, pero no encontró a nadie.
Cuando
regresaba muy triste a su casa, le salió al paso la muerte, a la que
le contó lo que pasaba. Ésta le dijo: “No te preocupes, yo haré
de madrina y además lo ayudaré para que pueda estudiar porque
quiero que sea médico”.
Bautizaron al niño
y éste creció feliz y estudió mucho. La madrina apareció de
nuevo, después de muchos años que no la veían, el día de la
graduación del joven médico.
“Toma esta hierba
le dijo, con ella podrás curar cualquier enfermedad, así sea muy
grave. Pero eso sí, te advierto: si cuando vayas a visitar a un
enfermo me ves esperando al pie de la cama, no intentes tocarlo con
la hierba porque a ése le ha llegado la hora”.
La madrina
desapareció de nuevo por un buen tiempo. Mientras tanto, gracias a
la ayuda de aquella hierba, el muchacho llegó a ser un médico muy
famoso, por curar los casos más difíciles.
Un día lo llamaron
a casa de una mujer muy rica que se estaba muriendo, cuando el médico
entró a la habitación vio a la muerte, su madrina, al lado de la
cama. Sin embargo, la enferma le ofreció tanto dinero que la curó
con la hierba.
De regreso a casa,
la siniestra madrina, muy molesta, le advirtió: “Por ser la
primera vez te perdono, pero recuerda que no debes curar a nadie si
yo estoy al pie de su cama”.
El médico siguió
salvando vidas y su fama fue en aumento, hasta el punto que todos lo
llamaban para que los curara. Cuando un hombre rico y famoso se
enfermó gravemente, lo llamó para ofrecerle la mitad de su fortuna
si lo curaba, éste accedió a pesar de ver a la muerte esperando al
pie de la cama. Una vez que el médico curó al paciente, su madrina
muy molesta y de manera severa le dijo: “Si lo vuelves a hacer, la
próxima vez te tocará a ti”.
Por aquellos días
enfermó la hija del presidente y todos los médicos del país se
ofrecieron para curarla. El joven médico no acudió hasta que el
presidente prometió que si la curaba, se casaría con ella. Cuando
entró a la habitación sentía terror de encontrarse con su madrina
y, en efecto, allí estaba con su guadaña, mientras le hacía señas
para que no la curara. Sin embargo el médico, compadecido de la
muchacha y conmovido por su belleza, sacó la hierba milagrosa y la
curó. La siniestra madrina le dijo entonces: “Has acabado con mi
paciencia. Esta vez voy a cumplir mi amenaza”.
La muerte lo
trasladó entonces a una gran habitación donde había muchas velas
encendidas de todos los tamaños. Como última concesión, antes de
llevárselo con ella, le dijo: “Cada vela corresponde a una vida,
cuando ella se apaga se acaba la existencia de esa persona. Si
adivinas cual es la tuya, te perdono y seguirás viviendo”.
El joven fue
repasándolas una a una y mirando sus llamitas, de las más grandes a
las más pequeñas… Por fin, se acercó a una de las más diminutas
y exclamó: “Es ésta”. Y realmente era esa la vela de su vida
pero, como se había acercado mucho para estudiarla, con el aliento
que salió de su boca al pronunciar las palabras se apagó la vela y
él cayó muerto…
lunes, 9 de marzo de 2020
Leyenda de La Silampa
La leyenda nos
cuenta que, cierta noche que había llovido de manera torrencial y
luego el campo se había cubierto por una densa niebla, dos
campesinos regresaban del trabajo caminando lentamente, platicando
acerca de la jornada de trabajo y la próxima zafra que ya se
avecinaba.
Los dos granjeros
estaban preocupados porque se les había hecho tarde, ya que les
habían advertido varias veces sobre los riesgos de la noche en el
ejido, de las criaturas infernales que acechaban, de los aullidos de
los demonios y los gritos de las brujas. Les dijeron también que
unos perros muy negros y de ojos encendidos acechaban en las
tinieblas. Y, por si todo esto fuera poco, conocían la terrible
historia de la aparición de la Silampa, una blanca deformación que
aprisionaba a los caminantes descuidados a los que les chupaba
sangre, carne y huesos.
Ambos caminaban
pendientes de todo ruido y movimiento, hasta que escucharon un sonido
fuerte que provenía de la espesura. “Jesús Sacramentao” dijo
uno de los granjeros. “Eso me pareció el ronquido del mismísimo
diablo. No hicimos caso y ahora la noche se nos viene encima con toda
su maldad”, añadió muy preocupado.
Sin embargo su
compañero se rió con ganas de él y le dijo con estridencia y
desdén: “Si tienes miedo corre. A mi nada ni nadie me asusta y,
para protegerme de todo mal, traigo a este amigo conmigo”, y
mostró con orgullo un largo cuchillo de hoja brillante.
Él otro campesino
no dijo nada. Un profundo silencio se hizo entre los dos y ya
doblaban el último recodo del camino antes de divisar el caserío
donde vivían, cuando una forma resplandeciente, parecida a una manta
se levantó ante ellos.
El más temeroso de
los dos corrió despavorido, saltando sobre matorrales y peñascos y
como había llovido, sus pies se enterraban en el lodo, pero un feroz
ímpetu y un terror aún mayor, le impulsaba con mayor velocidad.
Quien portaba el
cuchillo se había quedado aturdido, mirando la niebla, cortada por
la sábana blanca que sobrevolaba sobre el terreno y que terminó por
cubrirlo sin que pudiera articular una sola palabra, paralizado como
estaba por el pánico.
Cuando el otro
campesino llegó al poblado dijo haber visto a la Silampa sobre el
camino, con su color lechoso y su movimiento ondulante. Dijo no saber
nada de su amigo porque corrió como el viento para escapar del
demonio aparecido de pronto en el sendero.
Según se dijo en el
lugar, el hombre del cuchillo desapareció sin dejar rastro. Tan solo
se encontró el filoso objeto al pie de un árbol de mango.
Claro que no faltó
quien dijera que el desaparecido había sido asesinado por su colega
en una pelea, pero nunca se pudo comprobar nada, porque el cuerpo del
hombre nunca fue encontrado. Entonces la gente terminó por creer que
la Silampa cubrió el cuerpo de su víctima y le succionó la sangre,
la carne y los huesos hasta hacerlo desaparecer por completo…
Leyenda Del Corotú Llorón
En el grande y bello
llano de la Mitra en las proximidades de la Chorrera, crecía robusto
y frondoso, un árbol de corotú.
Y allí, muy cerca vivía también
un campesino padre de una muchacha bellísima de nombre Isabel. La
joven era pretendida por los mozos de todos los contornos pues su
belleza era extraordinaria, más el padre, rígido y severo, jamás
aceptó un requiebro para su hija, ni aceptó tampoco a ninguno de
los hombres que aspiraban a su amor. Con esto Isabel se desconsoloba.
Era joven y admiraba
y quería gozar de su juventud y su hermosura. Conocedor de los
gustos de su hija, el campesino quiso prevenir males futuros, encerró
a la joven y no le permitía asomarse ni a la puerta de la casa. Pero
como el hombre propone y el diablo descompone, a pesar de todos los
encerramientos, Isabel conoció a un hombre de quien se enamoró
perdidamente.
La vigilancia de su
padre fue burlada, y llegó el día en que Isabel no pudo ocultar las
consecuencias de sus amoríos. Indignado el padre, cogió a su hija y
sin hacer caso de sus lamentaciones y sus súplicas, la ató desnuda
al tronco del corotú. Enseguida, con un látigo de cuero, la
maltrató sin descanso hasta convertirla en una masa sangrienta. Allí
a los pies del árbol quedó Isabel falta de aliento y vida y sin
cristiana sepultura, hasta que el sol y el aire deshicieron su cuerpo
antaño hermoso y gentil.
Desde entonces, a
ciertas horas de la noche, sale del tronco de corotú, el lloro
triste de una criatura. Son los sollozos de aquel niño que Isabel
llevaba en su seno y que desde las profundidades del limbo en donde
vaga su alma, se lamenta por no poder jamás subir hasta el cielo.
Mary Resurrection, el Fantasma del Cementerio
Chicago es, para
cualquiera, simplemente una ciudad de Estados Unidos; sin embargo,
desde hace años una leyenda se hace presente en cualquier charla
esotérica o en las calles abandonadas cercanas al cementerio
Resurrección: se trata ni más ni menos que de el fantasma de “María
Resurrección”, una joven que en el año 1930 murió en un
accidente de tráfico en la Av. Archer, muy cercana al cementerio que
hoy en día es conocido por su propio nombre.
El fantasma de María
Resurrección es tan famoso como Chicago misma, debido quizás a la
docena de testigos que afirman haber visto a Mary por las
inmediaciones del cementerio. Una de las primeras historias sobre el
espectro de la joven fue contada por el propio cuidador de este
cementerio.
Arthur Bonelly tenía
para ese entonces 67 años y cuidaba el cementerio de la Av. Archer
desde hacía veinte. Una noche decide dar un paseo por el lugar
cuando de pronto sintió ruidos cerca de la tumba de Mary
Resurrection. Al llegar al lugar encontró la tumba de la joven
totalmente revuelta y el cajón a un costado de la misma. En ese
mismo momento llamó a las autoridades del cementerio para denunciar
el hecho y volver a enterrar el cajón, pero nadie lo atendía.
Pasó la noche y
Arthur decidió hacer el trabajo solo, logrando después de varias
horas terminar con el nuevo entierro. A la mañana siguiente habló
por fin con las autoridades del cementerio, quienes deciden
desenterrar nuevamente el cajón para corroborar que estaba todo
bien. Cuando lo hace descubren que los restos de Mary no estaban.
Después de algunos meses de investigación cesó la búsqueda sin
éxito.
Pero Arthur Bonelly
permaneció internado en el un centro psiquiátrico durante un
tiempo. Los enfermeros del lugar cuentan que había perdido casi por
completo la capacidad de habla pero que, sin embargo pasaba el tiempo
jugando solo, pero con alguien al que él llamaba “Mary”.
Otra de las
historias que nos llegan de manos de los lugareños es la del taxista
de la Av. Archer, quien en 1979 paseaba por las calles de la misma
cuando de repente lo frena una joven vestida de gala que se
encontraba en la puerta de un salón de bodas. El taxista la levanta
y decide llevarla a donde ella quiera sin cobrarle nada. A partir de
allí la joven le indica al taxista que siga camino por Archer y unos
minutos más tarde le pide al taxista que pare el automóvil. Justo
en ese momento el taxi estaciona frente al cementerio Archer: cuando
el conductor se dirige a la joven para saludarla, ésta desparece sin
explicación alguna.
Hoy en día puedes
visitar el cementerio de la Av. Archer y conocer la tumba de Mary
Resurrection. Eso si, recuerda que sus restos pasean por las calles
aledañas el cementerio…como dice el dicho popular: “el que
avisa, no traiciona”.
sábado, 7 de marzo de 2020
La Leyenda de la Tulivieja en Panamá
Panamá es,
probablemente, el país de América Central que cuenta con una mayor
y más rica tradición en lo que a mitos y leyendas se refiere. La
mayoría de ellas proviene de sus zonas del interior, las más
rurales, y es este entorno salvaje y mágico quien confiere el toque
misterioso a infinidad de relatos que se han transmitido de
generación en generación. La leyenda que hoy nos ocupa es la de la
Tulivieja o, también como se le conoce en otros países, la Llorona;
una historia en la que su protagonista es una joven de belleza sin
par.
Ubicada
temporalmente en fechas anteriores a la llegada de los conquistadores
españoles al continente americano, la leyenda relata como, en una
comunidad tribal, la belleza inigualable de una muchacha la hace
destacar y ser el objetivo de toda expectativa amorosa por parte de
los lugareños. No hay un solo hombre en el poblado que no anhele ser
su correspondido y lo atractivo de su físico es tal que trasciende a
los demás puntos de la región.
Sin embargo, la
protagonista, sin contarle absolutamente nada a nadie, ya había
depositado su amor en un joven que, también con discreción, esconde
al resto su secreto: ser el afortunado que disfruta del amor con la
mujer más bonita entre todas. Sus encuentros se producen con sigilo,
casi furtivos, pues ya sea por timidez o por respeto máximo a sus
autoritarios padres, prefieren ni armar revuelo ni ser el centro de
las habladurías. El caso es que se aman sin que nadie lo sepa y se
entregan el uno al otro en todos y cada uno de sus encuentros.
Como consecuencia de
su aventura amorosa, la joven queda embarazada y, para su sorpresa,
su amante le cuenta su intención de huir presa del pánico ante las
más que probables represalias paternas y el dedo acusador de la
comunidad. Es el comienzo de la tragedia. La muchacha, desolada y
decidida a no dejar marchar de su lado a su amado, le promete llevar
el embarazo con la mayor de las discreciones, le asegura que nadie
notará que se encuentra en estado y que dará muerte al bebé que
espera ahogándolo en el río.
Los días se suceden
sin que nadie se percate hasta que la cuenta atrás llega a su fin.
Fiel a lo que había prometido, y momentos antes del parto, se
adentra en la selva y, junto al río, da a luz a un bebé al que,
acto seguido, acalla su llanto sumergiéndolo hasta que muere. Es
entonces cuando se desata la ira de Dios, quien la convierte ipso
facto en un ser abominable de apariencia ciertamente terrorífica. Su
rostro paulatinamente comienza a ser surcado por terribles marcas y,
sobre todo, incontables agujeros. Las piernas sufren una
transformación monstruosa pues parecen enflaquecer y alargarse de
manera insólita mientras que sus manos y pies se tornan hacia detrás
de manera inexorable y permanente. No sólo eso, la cólera divina
sigue causando estragos en ella y pierde la cordura cuando contempla
como la mayor parte del poblado, que había salido en su busca, la ve
bajo su nueva forma y huye despavorida.
Desde entonces,
cuenta la leyenda que se le oye llorar y vagar por la orilla del río;
que, en ocasiones, recupera la radiante belleza de la que un día
hizo gala mientras se baña en sus aguas y que, al percibir el más
leve ruido, recupera inmediatamente la forma infernal con la que fue
castigada y por la que recibe el nombre de la Tulivieja.
Las Profecías de Cazotte
Jacques Cazotte fue
un escritor francés del siglo XVIII cuyas obras, en las cuales se
mezcla realidad y fantasía, constituyen un antecedente del
Romanticismo y de la literatura fantástica. Aficionado a las
ciencias ocultas y a la cábala, seguidor del movimiento místico
cristiano del iluminismo, sus contemporáneos le atribuían haber
profetizado la muerte en la guillotina de Luis XVI y María
Antonieta, además de la de otros muchos aristócratas e incluso la
suya propia.
Supuestamente, tal
exhibición de escalofriante clarividencia tuvo lugar durante la
sobremesa de un banquete celebrado a principios de 1788, al cual
había acudido una numerosa concurrencia formada por cortesanos,
aristócratas y otros personajes ilustres. La conversación giraba en
torno a la política, y en un momento dado Cazotte, que hasta
entonces había permanecido en silencio, tomó la palabra para
anunciar a los presentes que aquella revolución sobre la que tanto
frivolizaban llegaría de forma sangrienta y supondría la muerte de
casi todos ellos.
Con voz grave, se
dirigió a cada una de aquellas personalidades describiéndoles de
forma minuciosa cómo iban a morir, quién perecería en la
guillotina y quién preferiría suicidarse antes de tener que subir
al cadalso, cuál sería el veneno utilizado o cuántos los cortes
que se infligirían para abrirse las venas. Ni él mismo quedaba
fuera de la negra predicción.
Sus palabras fueron
recibidas como la broma macabra de un personaje que, aunque resultaba
generalmente querido y apreciado, tenía fama de excéntrico. Sin
embargo, no pasarían ni cuatro años antes de que se cumplieran con
total exactitud hasta en sus más pequeños detalles.
Es Jean-François de
La Harpe, testigo superviviente de aquel banquete, quien nos describe
la escena en un manuscrito póstumo, y, por tanto, la persona de la
cual depende su veracidad. Pero La Harpe escribe años después de
que los hechos se consumasen, por lo que entra dentro de lo posible
que inventara toda la anécdota o, lo que es más probable, la
exagerase.
Cazotte ya había
expresado su inquietud por el destino del rey en unas cartas
dirigidas a su amigo Pouteau, algo que se puede considerar más fruto
de su natural intuición que de una capacidad sobrenatural para
predecir el futuro. En agosto 1792 estas cartas están a punto de
costarle la vida a manos de un tribunal revolucionario, pero su hija
logra salvarlo en el último momento. Poco después es encarcelado de
nuevo y finalmente ejecutado el 25 de septiembre en la guillotina
instalada en la plaza Carrousel. Se cumple así ese terrible destino
que tal vez el propio Cazotte había conocido siempre.
Los Enigmáticos Libros de la Sibila de Cumas
Las sibilas eran
profetisas del dios Apolo. Durante la Antigüedad existieron varias
diseminadas por el mundo helénico. El santuario de la de Cumas
estuvo en funcionamiento en torno a los siglos V y VI a.C. en esta
colonia griega situada sobre la cima de una montaña volcánica
ubicada al noroeste de la bahía de Nápoles. La gruta de la Sibila
se encontraba en las faldas del monte.
Quien quisiera
consultar a la Sibila debía acudir a la caverna y atravesar su recta
galería, de ciento siete metros de longitud, flanqueada por otras
doce galerías más cortas a través de las cuales entraban los rayos
del sol creando un vistoso efecto de alternancia entre luz y
oscuridad. Al final había un vestíbulo en el cual el visitante
esperaba a que se le comunicase el veredicto de la Sibila. Según
cuenta Virgilio en la Eneida, esta transmitía su oráculo a través
de aquellas aberturas laterales mediante cien voces distintas.
En la época
imperial hacía tiempo ya que la Sibila de Cumas había callado para
siempre. Sin embargo, su fama se conservaba intacta, así como su
prestigio. Cuando un peligro amenazaba a la República, y más tarde
al Imperio, los magistrados romanos intentaban conocer los designios
divinos antes de tomar cualquier decisión. Para ello recurrían a
diversos métodos, siendo el más habitual la observación de las
aves; pero en ocasiones los dioses permanecían mudos o su mensaje
resultaba ininteligible. Entonces, como último recurso, y si la
gravedad de la situación así lo requería, el Senado ordenaba
consultar los Libros sibilinos, una misteriosa recopilación de
oráculos que según la leyenda habían sido realizados por la Sibila
de Cumas, y en los cuales se encontraba la respuesta a cómo
proceder.
De la Sibila de
Cumas se contaban muchos hechos maravillosos. Se decía que había
nacido en la localidad griega de Eritras. El dios Apolo, que estaba
enamorado de ella, había prometido concederle el deseo que quisiera.
Ella pidió vivir tantos años como granos de arena pudiese contener
su mano, a lo que Apolo accedió, con la única condición de que
nunca regresase a su patria. Exiliada en Cumas, vivió más de 900
años, hasta que accidentalmente una carta proveniente de Eritras
llegó a su poder. El sello de esta carta era de tierra, y la Sibila,
al verla, murió casi en el acto.
Otra leyenda decía
que la Sibila olvidó pedirle a Apolo que acompañase el don de la
longevidad con el de la juventud. Poco a poco fue envejeciendo,
disminuyendo de tamaño y arrugándose, hasta quedar convertida en un
ser diminuto al que, como si se tratase de un canario, metieron
dentro de una jaula que fue colgada en el templo de Apolo. Cuando los
niños se burlaban de ella preguntándole qué deseaba, ella
respondía: “Ya solo quiero morir”.
Con respecto a la
llegada de los libros sibilinos a Roma, la tradición afirma que la
Sibila de Cumas, cuando aún era lo suficientemente joven como para
valerse por sí misma, había acudido a Roma a venderle al rey
Tarquino el Soberbio nueve libros con sus predicciones. Tarquino se
negó, esperando que la Sibila rebajase sus pretensiones económicas,
pero entonces ella quemó tres libros, y le ofreció los seis
restantes por el mismo precio. Como Tarquino rechazó la oferta, ella
repitió la operación. Finalmente, el rey accedió a comprar los
últimos tres libros.
Al principio, los
libros se guardaban en un cofre de piedra del templo de Júpiter
situado en el Capitolio. Su custodia recaía sobre un colegio
sacerdotal formado primero por diez miembros (los decemuiri) y más
tarde por quince (los quindecimuiri) nombrados entre personajes
públicos. Ellos eran los únicos que podían leer los libros, y
quienes los interpretaban (empleando procedimientos que se
desconocen) cuando su consulta era aprobada por el Senado. Las
recomendaciones que extraían de ellos hacían referencia sobre todo
a rituales, sacrificios y ceremonias que Roma debía realizar para
congraciarse con sus dioses.
En el año 82 a.C.
un incendio destruyó el templo de Júpiter, y con él los libros
proféticos, que fueron reemplazados por una recopilación de
oráculos procedentes de distintas fuentes latinas, griegas y
orientales. Octavio Augusto ordenó copiar estos nuevos libros, que
eran nueve, y depositarlos en dos cofres de oro ubicados en el templo
de Apolo del Palatino. A finales del siglo IV o principios del V,
fueron destruidos por el general Estilicón, ya en las postrimerías
del Imperio.
jueves, 5 de marzo de 2020
La Leyenda de la Reina Loba
Según cuenta una
antigua leyenda de la provincia de Orense en Galicia, existió una
mujer que gobernaba su propio feudo y cuya crueldad le granjeó el
sobrenombre de la Reina Loba.
Entre sus
despiadados requerimientos a los campesinos se incluía el pago de un
cerdo, una vaca y gran cantidad de alimentos más, impuesto que se
debía pagar a diario y que las familias se iban turnando para pagar.
En el caso de que un día no recibiese su pago, los siervos de la
Reina Loba se encargarían de prender fuego a la casa y las cosechas,
dejándoles en la más absoluta miseria,y sin importar los motivos
del impago.
Hasta que un día
los habitantes de la comarca decidieron unir fuerzas para terminar
con esta situación, y viendo que no sería bastante con negarse a
pagar el tributo puesto que ésto acarrearía la venganza de la Reina
Loba, adoptaron la firme decisión de luchar contra ella. Ya que sus
únicas salidas pasaban por morir de hambre o en combate, decidieron
hacer lo segundo, dar sus vidas luchando por su libertad.
Para el
enfrentamiento elaboraron arcos y flechas rudimentarios, lanzas,
jabalinas e incluso piedras y aprovechando la noche se encaminaron
hacia el castillo de la malvada gobernante.
Tanto la reina como
sus siervos se encontraban confiadamente dormidos, a sabiendas del
terror que les tenían los campesinos, así que no vieron venir a la
decidida multitud que se les echaba encima, trepando las murallas del
castillo en silencio. Una vez dentro, se aseguraron las posiciones y
comenzó el ataque sobre las huestes de la Reina Loba, quienes ante
la sorpresa apenas pudieron reaccionar. Antes de poder reaccionar, la
reina se quedó sin defensores y corrió a esconderse en lo más alto
del castillo. Aterrada y sin dar crédito a lo que ocurría,
contempló como los campesinos se abrían paso hacia ella, y temerosa
del castigo que sabía que merecía, decidió arrojarse al vacío
desde la torre.
Esta leyenda de
origen medieval ha servido como inspiración y canto de esperanza
ante la opresión de los poderosos, pero también es un homenaje a
los antiguos habitantes de Figueirós, que decidieron armarse de
valor poner punto y final a sus sufrimientos.
El Incierto Origen de los Dedos Cruzados
Cruzar los dedos es
uno de los gestos más frecuentes para quienes buscan atraer la
suerte, pedir que se cumpla un deseo o, en el caso de vernos
obligados a prometer algo que no pensemos cumplir. Pese a que la
mayoría de nosotros lo haya utilizado en más de una ocasión, con
mayor o menor esperanza de éxito, lo cierto es que su origen resulta
tan confuso como incierto, lo cual no ha impedido que este pequeño
gesto se convierta en uno de los más extendidos del mundo.
El gesto en sí de
los dedos se supone que representa una cruz, la cual alejaría las
malas influencias y la mala suerte en sí, pero ocurre que esta
tradición es pre-cristiana, remontándose a tiempos muy anteriores a
la aparición del catolicismo, religión que por otra parte condenaba
este tipo de supersticiones. Según la tradición romana, se creía
que protegiendo el pulgar bajo los demás dedos se podía ahuyentar a
los malos espíritus, quizá esto derivase en el actual cruce de
dedos, aunque no se sabe a ciencia cierta.
Otra tradición
anterior al cristianismo nos habla de que, si dos personas enlazaban
sus dedos índices en forma de cruz, podrían pedir un deseo que
sería cumplido, representando con ello la unión de ambas mentes en
la consecución de un mismo objetivo. Esta costumbre ha sido
simplificada a través de los siglos, dándose “por válida”
incluso aunque lo realice sólo una persona.
También hay quien
atribuye la invención de este gesto a los miles de africanos que
fueron llevados a América como esclavos, y que terminaron por
convertirse al catolicismo. La teoría dice que el cruzar los dedos
era la única forma que tenían de santiguarse mientras llevaban
puestas las cadenas, formando una cruz para poder alzar sus
plegarias.
Sueños Premonitorios, Profecías Soñadas
Todos los seres
humanos soñamos, es algo inherente a nuestra esencia y a la vez
sumamente necesario para la salud mental. Durante las horas de
descanso nuestro inconsciente trata de aflorar y pasar la barrera de
la censura mediante imágenes que se caracterizan por ser absurdas,
lúdicas y simbólicas.
Normalmente los
sueños sólo vienen cargados de las experiencias vividas durante el
día, estos restos diurnos, según la teoría freudiana, disfrazan la
realización de un deseo para que este pueda burlar la represión que
impone el inconsciente. Pero la realidad es que no siempre se
mantiene esta teoría, y las impresiones oníricas traspasan la
barrera de lo habitual adentrándose en lo paranormal.
Mientras dormimos,
muchos de nosotros somos capaces de abrir las puertas que comunican a
otros tiempos, mundos o universos y en el camino que emprendemos en
estos parajes desconocidos podemos adquirir un conocimiento real de
algo que sucede o sucederá. Quienes tienen una mayor sensibilidad y
una superior conexión con el mundo espiritual, poseen más
probabilidades de experimentar este tipo de fenómenos, los que se
equiparan con la percepción extrasensorial consciente.
Muchas personas han
experimentado lo que se llama sueño premonitorio; mientras dormían
se les mostraron escenas de un suceso futuro, cosas imposibles de
predecir accidentalmente y que no vivenciaron durante el día, por lo
cual no compartían ningún nexo con sus vidas presentes.
Según los
estudiosos del mundo paranormal también existen los sueños
telepáticos, estos se dan cuando se proyecta en forma de
representación onírica un acontecimiento en el mismo instante que
sucede, esto se produce porque el durmiente es capaz de captar las
impresiones mentales que desprende otra persona.
Por otro lado cuando
se profetizan tragedias o escenas muy fuertes el soñante siempre las
ve en forma desfigurada, simbólica y bastante intrincada, esto se
debe a la esencia brutal y traumática que conllevan. Para poder
entenderlos se debe hacer un análisis profundo de los mismos, por
eso es imprescindible que la persona apenas se despierte anote todo
el sueño con la mayor cantidad de detalles posibles.
Pero no crean que
esto es algo actual, a lo largo de la historia de la humanidad se han
descrito muchos casos de personas que eran capaces de predecir el
futuro gracias a sus sueños, veamos algunos de los más famosos:
Antiguamente los
egipcios afirmaban que todos los sueños eran premoniciones de
sucesos futuros por ello inventaron un método para descifrar y
entender el mensaje oculto de cada representación onírica. Esta
fórmula de decodificación está plasmada en un papiro que data de
4.000 años atrás.
Por su parte la
Biblia está llena de sueños premonitorios, por ejemplo el del
Faraón egipcio que soñó con 7 vacas gordas y bellas que eran
devoradas por 7 vacas flacas y feas, lo mismo con 7 espigas de trigo
relucientes que eran aplacadas por otras 7 feas y enfermas. Este
sueño vaticinaba los años de riqueza y hambruna para su pueblo.
Abraham Lincoln
antes de ser asesinado soñó que al entrar en Casa Blanca veía un
ataúd y al preguntar quién era el difunto, y un soldado le
respondió: “Es nuestro presidente. Ha sido asesinado“.
Antes que sucediera
el hundimiento del Titanic muchas personas lo vaticinaron por sus
sueños. Un hombre llamado J. Connon que iba a viajar en el barco,
desistió de la idea por haber soñado que este flotaba en el
Atlántico con la quilla al aire mientras toda la tripulación moría
en las aguas congeladas.
Un niño llamado
Ricky McDowell padecía leucemia y estaba muy grave, al despertar de
un estado casi comatoso lo primero que dijo fue “Kennedy ha
muerto”. Esto sucedió horas antes de que el presidente de EEUU
fuera asesinado.
martes, 3 de marzo de 2020
La Iglesia de los Muertos
Los muertos
necesitan de su propia iglesia sobre todo si aún vagan en este
mundo, así dice esta historia de terror y no han decidido marcharse,
mientras que cumplen con su cometido existe una iglesia para los
muertos, esto es lo que dice la leyenda.
Existía un
cementerio muy lejos de todos los pueblos, entonces sus visitantes
decidieron construir una capilla para hacer sus cultos y no sentirse
tan alejados de lo espiritual, todos se reunieron y construyeron un
hermoso punto de encuentro.
El misterio es porque la iglesia al otro
día amaneció perfectamente construida pero con un aspecto oscuro, a
la semana sus paredes se agrietaron y tiempo después daba el aspecto
de llevar siglos en ese lugar.
Los habitantes
furiosos de encontrar su iglesia así, empezaron a culpar a otras
personas de hacer estos daños a la edificación, por lo que un grupo
de indignados se organizaron para vigilar la iglesia de noche y
descubrir quiénes eran los que causaban tanto daño.
El resultado de su
vigilancia les cambiaría la vida, en la iglesia se encendieron las
velas, las campanas sonaban, las puertas se abrían y voces se
escuchaban, pero nunca vieron a nadie humano entrar, por lo que
inmediatamente huyeron del lugar porque reconocieron que la iglesia
era de los muertos.
Leyenda del El Faro de Piedras Blancas
Piedras Blancas es
un pequeño pueblo ubicado al sur del país, en el cual se han
registrado una serie de hechos paranormales, los cuales han
propiciado que muchos investigadores acudan a verificar si las
leyendas de terror que ahí se cuentan, carecen o no de material
científico que ofrezca una respuesta a tales enigmas.
Sin salirnos del
tema, las leyendas de terror que más se repiten en aquella comunidad
son las que están ligadas al faro del puerto principal. Como todos
sabemos, dichos implementos tienen la finalidad de alumbrar el camino
que deben transitar las embarcaciones, para así evitar que éstas
sufran daños o desperfectos.
Dicho faro fue
construido por el navegante Roque Balbuena conocido por su amplio
dominio en materia de navegación. Al principio, es decir, cuando la
obra fue inaugurada el gobierno local le daba el mantenimiento
adecuado, con el fin de garantizar que todo funcionara a pedir de
boca.
No obstante, al
llegar otro partido político al poder la forma de conservar en buen
estado estos implementos cambió diametralmente. El faro quedó
abandonado y solamente funcionaba de vez en vez.
Por ese motivo, los
navegantes que pasaban por aquellas aguas constantemente, sabían que
tenían que poseer un sistema independiente de iluminación. Sin
embargo, más del 78% de ellas reportaron que misteriosamente sus
luces fallaban al encontrarse a una corta distancia del faro.
Luego esas luces
eran encendidas «por arte de magia», únicamente para que la
tribulación se diera cuenta de que estaba a punto de chocar contra
un enorme banco de rocas filosas.
Las más pequeñas
sufrieron daños irreparables en su estructura, mientras las más
grandes vieron como el mar se tragaba una notable proporción de su
mercancía debido al impacto.
Una nave sólo
conocida por los pueblerinos con el apodo de «la Rebelde» decidió
hacer el trayecto sin usar ningún artilugio que la alumbrara el
camino. El resultado no pudo ser más funesto, la embarcación se
hizo añicos al colisionar con la pared de piedra.
Entre los agujeros
de aquel muro, quedaron atorados los brazos y piernas de aquellos
marinos. Les recuerdo que esto es sólo un pequeño caso de la
inmensidad de leyendas de terror que han ocurrido en Piedras Blancas.
La Enfermera Degollada
Hace ya unos años,
una mujer residente en la zona mexicana de Veracruz tuvo una vivencia
realmente incomoda y estremecedora. Se trataba de una mujer que
habitaba una pequeña casa con su hija y marido, una familia sencilla
e incansables trabajadores.
Una determinada
noche, la mujer comenzó a tener recurrentes pesadillas, sueños en
los cuales presenciaba terribles asesinatos y presentaban detalles
tan realistas que esto comenzó a afectar a su vida cotidiana. Muchas
veces la mujer prefería no dormir para evitar estos malos sueños,
acarreando así un malestar corporal general y una marcada falta de
concentración en el trabajo.
Finalmente, y
posteriormente a haber acudido a un analista, la mujer logro
conciliar el sueño nuevamente. En este sueño no tuvo la desgracia
de presenciar ningún tipo de atrocidad, aunque se vio transportada
hacia un solitario y frio pasillo de hospital, en dónde lo único
que podía dilucidar fue la presencia de una enfermera abocada a sus
tareas.
Tal y como sucedió
con los anteriores sueños, este también comenzó a reproducirse una
y otra vez noche tras noche, observando a esta enfermera cada vez más
cerca. La mujer pensó que quizás se trataba de algún mensaje, por
lo cual decidió entablar una conversación con esta enfermera
durante el sueño, desconociendo realmente si esto podría ser
posible.
Una vez conciliado
el sueño de esa noche, entablar la conversación con esta enfermera
fue mucho más sencillo de lo que se pensó con antelación.
Realmente no se trataba de un diálogo, sino de un monólogo por
parte de esta enfermera, un macabro monólogo por cierto.
La enfermera se
encargó de advertir a la mujer sobre unos maleantes que habrían
estado merodeando por su casa durante las últimas semanas, estos
habían estudiado ya los horarios de trabajo de la familia y su
objetivo era causar un enorme daño a su pequeña hija.
La presencia de
estos maleantes era real, la enfermera del sueño lo sabía muy bien,
ella había resultado violada y asesinada por estos mismos sujetos un
año atrás. Se trataba de una vecina de la familia que durante su
camino de vuelta a casa se encontró con una dolorosa muerte, un
cuchillo en su cuello determinó su trágico final.
domingo, 1 de marzo de 2020
Leyenda del Asesino del Zodíaco
La década de los
años 60 en los Estados Unidos de América estuvo marcada por un
peligroso asesino en serie simplemente conocido como «Zodiac»,
quien enviaba misivas anunciando sus crímenes.
Algunas personas
piensan que esto se volvió una leyenda de terror en el momento en el
que en los periódicos comenzaron a aparecer noticias de homicidios
que llevaban su «firma». No obstante, la policía sólo aceptó que
siete de los casos estaban directamente relacionados con el asesino
del Zodíaco.
El asesino del
Zodíaco: Merodeador de las calles californianas
Es imposible sacar
características en común de las siete víctimas que se vinculan con
el Asesino del zodíaco, ya que los rangos de edad son muy dispares
(de 16 años hasta 29 años).
Tampoco atacaba a un
género en particular, como ocurre con la mayoría de los asesinos en
serie, sino que «Zodiac» mató a cuatro hombres y tres mujeres en
un periodo aproximado de 10 meses.
Sin embargo, una
constante que alertó a los cuerpos policiales fue que cinco de estos
crímenes se convirtieron en municipios californianos (destacando San
Francisco).
Tres días después
de la Navidad de 1968, una residente de apellido Borges halló a dos
adolescentes asesinados en un camino de tierra. Ambos habían
recibido disparos, sólo que la chica en la espalda y su novio en la
cabeza.
Indagaciones
posteriores al crimen revelaron que varios testigos vieron a la
pareja conversando con un automovilista, pero no notaron nada fuera
de lo común.
La siguiente vez que
se supo del Asesino del Zodíaco fue paradójicamente el 4 de julio
de 1969. En esta ocasión un coche se acercó al estacionamiento del
campo de golf Blue Rock Springs y el conductor les disparó a una
pareja que venía caminando.
El hombre pudo
sobrevivir al ataque de arma de fuego, pero por desgracia su
acompañante falleció al llegar al hospital.
Alrededor de las
12:45 de la madrugada del 5 de julio, el departamento de policía del
condado de Vallejo recibió una llamada telefónica de un sujeto que
afirmaba ser el homicida de Blue Rock Springs.
Dicha comunicación
fue rastreada por las autoridades, quienes ubicaron el origen de la
llamada cerca de la casa de una de las víctimas.
Leyenda del Asesino
del Zodíaco
Una cosa aterradora
fue que 28 días después de ese suceso, tres diarios locales
recibieron cartas que detallaban no solamente la munición usada en
los ataques, sino la posición que adoptaron los cuerpos después de
que se perpetrara el ataque.
Al final de la
esquela se podía observar un círculo atravesado por una cruz.
Además, el sobre contenía un mensaje cifrado en código. Poco
después se supo que cada periódico había recibido un tercio de ese
comunicado.
Asesino del Zodíaco
víctimas
Durante los dos
meses siguientes, los crímenes del asesino del Zodíaco parecieron
detenerse, ya que en ese lapso no hubo llamadas de alerta. Sin
embargo, el 27 de septiembre otra pareja fue abatida en las orillas
del lago Berryessa.
La diferencia
sustancial con los crímenes anteriores fue que ahora el criminal
utilizó un cuchillo afilado para apuñalar a sus víctimas en vez de
una pistola 9 mm.
Un padre y su hijo
que se encontraban pescando, lograron escuchar los alaridos de la
pareja quienes pedían ayuda frenéticamente. Esto hizo que el hombre
del bote alertara a los guardabosques.
Los gendarmes
llegaron en minutos e intentaron auxiliar a los heridos. La chica
quien increíblemente permanecía aún consciente, logró darles una
clara descripción del sujeto que los había atacado.
La pareja fue subida
a una ambulancia y conducida a una clínica cercana.
Desafortunadamente, la joven entró en coma y murió 48 horas más
tarde. En contraste, su novio logró sobrevivir esa macabra
experiencia parecida a una de esas leyendas de terror que nos cuentan
cuando estamos en época de Halloween.
Posteriormente a
principios de octubre, un taxista de apellido Stine fue abordado por
un sujeto extraño que le indicó que lo llevara hasta Presidio
Heights. No bien el auto había aparcado, el pasajero desenfundó un
arma de fuego y le disparó en la cabeza al conductor.
El asesino del
zodíaco rasgó parte de la camisa de Stine y limpió las huellas
dactilares que pudieran vincularlo. Al terminar se alejó
tranquilamente del sitio como si nada hubiera pasado.
Tres días después
del asesinato del taxista los periódicos locales recibieron una
carta en donde «Zodiac» decía que atacaría una escuela de tiro.
El ultimátum fue tomado en serio, ya que dentro del sobre se
encontraba una porción de la camisa de Stine.
El 20 de diciembre
de 1969, Melvin Belli un prestigioso abogado californiano, recibió
una carta del asesino del zodíaco en donde éste, le pedía asesoría
legal. Una vez más, las autoridades encontraron en el interior del
sobre un trozo de tela de la camisa del conductor del taxi.
¿Qué se sabe del
asesino del Zodíaco en la actualidad?
Asesino del Zodíaco
película
A inicios de la
pasada década, los detectives encargados de resolver los casos de
homicidio consumados por el asesino del Zodíaco enviaron material
genético a laboratorios forenses, con el objetivo de encontrar un
perfil y por ende al culpable.
No obstante, las
muestras encontradas no fueron suficientes como para encarcelar a
alguien. De hecho, en el año de 2004, el condado de San Francisco
puso el expediente de «Zodiac» como inactivo, dado que ya habían
transcurrido más de 35 años sin que se volviera a saber de él.
Tres años más
tarde, el caso fue reabierto debido a las manifestaciones de los
familiares de las víctimas, quienes aún hoy exigen justicia.
Quizás nunca
lleguemos a saber la verdadera identidad del asesino del zodíaco.
Existen personas que han tratado de sacar provecho del asunto. Por
ejemplo, se sabe que hace dos años un expolicía sacó un libro en
el cual supuestamente daba a conocer la identidad de este asesino
serial.
Lamentablemente el
texto tiene algunas inconsistencias, lo que hace pensar que solamente
se trata de una leyenda de terror.
En caso de que
desees entender un poco mejor la psicología del asesino del zodíaco,
te recomiendo que veas la película titulada simplemente como
«Zodiac» protagonizada por Mark Ruffallo, Robert Downey Jr y Jake
Gyllenhaal del año 2007.
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