domingo, 1 de diciembre de 2019
El Taxi Fantasma de Chacarita
Muchas son las
historias de fantasmas y leyendas urbanas que circulan alrededor de
este lugar. Desde sus espíritus en pena que recorren sus
pavimentadas y trazadas calles por las noches (Las cuales se asemejan
perfectamente a una diagramación urbana); Una extraña aparición
que se encuentra colgada y en un horrible estado de putrefacción por
fuera del perímetro de la necrópolis hasta la historia de un
misterioso taxi fantasma que, según dicen, no solo circula por los
alrededores del cementerio, sino que además tiene la particularidad
de llevarte a un viaje sin retorno. Un curioso viaje que inicia en
las puertas del Cementerio y termina en el mundo más allá de las
barreras de la muerte.
Eran aproximadamente
las diez de la mañana de un nublado sábado invernal cuando me
encontraba enfrente de una de las entradas del Cementerio.
Precisamente en la intersección de la Avenida Corrientes con la
Avenida Federico Lacroze. El aire olía a flores y a muerte.
Me encontraba en
búsqueda del mítico taxi fantasma de la Chacarita. Una leyenda
urbana que convive en el barrio hace muchos años. Sabía que no me
iba a ser muy difícil encontrar algo de información. De todas
formas, rápidamente me puse en marcha y trate de hablar con los
taxistas del barrio quienes considere los idóneos para este caso.
Jose: Yo trabajo en
la zona hace varios años. Muchos hablan de la historia del taxi
fantasma ese. Dicen que es un Falcon antiguo. No hay señora mayor
que no me cuente la historia de ese auto y su extraño chofer
esquelético cada vez que sube. Varias veces me dijeron que es la
muerte quien lo conduce y que ninguno de los que se subieron en el
pudieron escapar con vida.
Francisco: Yo y los
chicos venimos con los taxis siempre acá. Son muchas las personas
que quieren subirse a uno cuando salen del Cementerio y es un lugar
donde se puede levantar guita. Seguramente no me lo vas a creer, pero
yo llegue a ver ese taxi del que todos hablan. Lo maneja una persona
muy extraña. Muy pálida y sin expresión. Parece que ni se mueve.
Aquella noche traté de seguirlo, pero lo perdí en Av. Del Campo,
justo en la barrera del tren.
Hector: Yo paso con
el coche de vez en cuando por acá. Nunca vi ese auto antiguo al que
llaman taxi fantasma. Pero te puedo jurar que llegue a ver cosas muy
extrañas en los paredones. Recuerdo cuando pase de noche por la
calle Elcano, que me pareció ver a un hombre trepar por la pared del
Cementerio muy cercano a una de las entradas laterales. De repente se
esfumo en un abrir y cerrar de ojos. Después no lo vi más.
Ya era pasado el
mediodía cuando me encontraba caminando por la Av. del Campo (Una de
las calles aledañas del Camposanto). Una Avenida bastante transitada
por varias líneas de colectivos y automóviles (Por cierto, bastante
difícil de cruzar por un semáforo que casi nunca cortaba). Había
abandonado la idea de buscar información a los taxistas y decidí
hablar con otro tipo de rubro.
Matilde:
(Vendedora): La historia del taxi fantasma es muy famosa. De hecho,
dicen que hace unos años una mujer apareció muerta en la tumba de
su madre y de ahí nació todo. Dicen que cuando salió del
Cementerio se subió al primer taxi que encontró y que lo manejaba
la mismísima muerte. Una historia bastante conocida por acá en “La
Isla” (Los lugareños llaman la Isla de la Paternal al espacio
delimitado por las vías de los ferrocarriles San Martín y Urquiza,
por el Cementerio de Chacarita y por el parque de la Facultad de
Agronomía y Veterinaria).
Mateo (Kiosquero):
Yo vi el auto ese cuando era joven, hará unos veinticinco o treinta
años atrás. Lo recuerdo como si fuera ayer. Era de tarde y apareció
desde la nada. Era un auto antiguo, pero en perfecto estado. Una
especie de esqueleto lo manejaba. Me cagué en las patas cuando vi
ese monstruo. Justo salía una abuela del Cementerio y se subió en
el. Yo estaba petrificado y así me quede hasta que doblo y lo perdí
de vista.
Fue en ese momento
cuando decidí terminar con la búsqueda de testigos y parar a tomar
algo caliente. Luego de una hora me encontraba caminando entre las
tumbas de la Chacarita, sentía la mirada de los muertos clavada en
la nuca, el silencio reinaba en aquella ciudad muerta.
Luego de un rato
abandone el lugar por la entrada principal. Baje las escaleras de
antiguo material y cruce la entrada enrejada que divide ambos mundos.
Incontables taxis pasaban por el lugar. Lamentablemente, ninguno se
parecía a aquel mítico Ford Falcon antiguo de los relatos.
Aquel extraño
conductor ya sea algún tipo de demonio o inclusive la muerte misma
no se haría presente delante de mis ojos. Seguramente, no era mi
hora para abandonar la mortalidad.
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