sábado, 9 de noviembre de 2019
Hvitserkur
En el extremo
noroeste de Europa, aparece desbordante de naturaleza una gran isla
rodeada de algunas otros islotes más pequeños, adyacentes al océano
Atlántico. Es Islandia, un país con gran actividad volcánica y
geológica que ha dejado huellas y curiosos monumentos de magma.
Uno de ellos es
Hvitserkur, una llamativa formación geológica que se ha modelado
hace varios miles de años atrás, apareciendo de la nada y quedando
expuesta al viento y las mareas, que la han convertido en una especie
de obra de arte, con formas que recuerdan la imagen de un animal
extraño bebiendo agua de mar.
Este rinoceronte de
origen volcánico se ubica al norte del país, justo al borde de la
península de Vatnsnes, en la región occidental de la bahía
Húnafloi y a unos pocos metros de la playa. Tiene más de quince
metros de altura y ha sido el resultado de una erupción volcánica
en una de las rocas más antiguas. La irrupción de roca ígnea ha
quedado allí, al descubierto sobre el nivel del mar, donde la
erosión de los materiales más finos, provocada por la formación de
la bahía de los fiordos, ha modelado esta expresiva muestra natural.
Con el tiempo hubo
lloviznas de materiales piroclásticos, que dieron lugar a una
hermosa playa que alberga una enorme colonia de focas, las que le dan
excelente compañía al rinoceronte volcánico.
La gran y variada
cantidad de aves que habitan y sobrevuelan el lugar, hacen sus
deposiciones blancas que han coloreado con el paso de los siglos la
gran formación geológica. Por esa razón se la denomina Hvitserkur,
que significa “camisa blanca”.
Las olas que azotan
continuamente la costa, se han sumado a los vientos, los cuales
esculpieron tres agujeros en la roca.
Uno de cuatro metros
de ancho y la otra casi siete por dos metros de alto, dando como
resultado esta curiosa formación similar a un rinoceronte, a un
dinosaurio o a un dragón alado, según se lo vea desde distintos
ángulos. Las leyendas lugareñas cuentan que en realidad se trata
de un troll, historias nórdicas que tratan sobre un temible miembro
de una mítica raza antropomorfa del folclore escandinavo. Este
monstruo dicen que fue paralizado por los rayos del sol del amanecer
cuando intentaba destruir el monasterio cristiano de Thingeyrar.
Sin dudas Hvitserkur
impresiona y se levanta desafiante sobre el mar de Islandia.
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