lunes, 11 de noviembre de 2019
El Misterioso Lago Vostok
No hay dudas que la
Antártida es el más maravilloso de los continentes. La fecha
crucial de su exploración podríamos marcarla en diciembre de 1911,
cuando el noruego Roald Amundsen llegó por esos lares en una
peligrosa y arriesgada expedición.
A partir de esa
fecha y muy especialmente después de la Segunda Guerra Mundial,
varias naciones han frecuentado con diversos intereses la región de
los hielos polares. Los rusos, por ejemplo, plantaron una base a la
cual llamaron Vostok. La misma está “casualmente” ubicada justo
en el lugar donde 3623 metros más abajo se encuentra el lago
subglacial más grande del planeta, el cual también fue bautizado
como Vostok, que quiere decir “Este” en ruso. No solo es es más
extenso de los 140 lagos con estas características, sino también el
más misterioso.
Tiene 250 kilómetros
de largo por 60 de ancho y contiene agua en estado líquido, cuya
temperatura es de tres grados Celsius bajo cero, aunque se mantiene
líquida por efectos de la presión de la capa de hielo que va por
encima. Otras fuentes indican que en determinadas partes, la
tremperatura del agua asciende a casi veinte grados Celsius, lo que
indicaría una gran actividad geotérmica por debajo de su
superficie.
El lago Vostok
encierra varios misterios. Parece ser un ambiente supersaturado de
oxígeno, aunque a partir de 2001 se hicieron mediciones que dejaron
desconcertados a los científicos. Sobrevolando esta zona a baja
altura, se descubrió una poderosa anomalía magnética, la cual se
calculó en mil nanoteslas, una cantidad enorme cuyas causas son
ignotas. Otra característica es la extraordinaria amplitud, ya que
se extiende por unos 160 kilómetros cuadrados, lo cual se intentó a
explicar a partir de causas naturales que no convencieron a nadie.
Michael Studinger,
de Columbia University, sostuvo que muy probablemente, la corteza
terrestre es muy delgada en el fondo del lago. Por tanto, la cercanía
con el manto causaría un aumento de la actividad magnética.
El geólogo Ron
Nicks sostiene, en cambio, exactamente lo contrario: la delgadez de
la corteza y la consiguiente cercanía del manto causarían un
calentamiento de la costra misma y esto debería reducir la actividad
magnética en vez de aumentarla.
Según el profesor
Thomas Gold (revista Nexus Australia), la anomalía sería causada
por una excepcional concentración de xenón, argón y metano, que
provendría justamente del manto. Si se extrajera la capa de hielo
que cubre al lago Vostok, se produciría una inmensa explosión, y la
consiguiente dispersión de los gases mencionados en la atmósfera
podría conllevar imprevisibles daños al planeta.
Para algunos
investigadores (Charles Hapgood, Graham Hankook, Flavio Barbero),
quienes apoyan la teoría Atlántida en Antártida, la anomalía
magnética podría ser causada por las ruinas metálicas de una
enorme ciudad que fue quemada y destruida hace milenios.
Según estas
hipótesis, la Antártida fue habitada por el hombre en épocas
remotas, pudiendo gozar de un clima templado, incluso cálido. Estas
afirmaciones se basan en el hecho de que, según varios climatólogos
y geólogos, el polo norte pudo haberse encontrado al sur de las
actuales islas Aleutianas hasta el noveno milenio antes de Cristo,
por lo que la Antártida se habría hallado relativamente lejos del
Polo Sur, con un clima bastante templado. Una enorme catástrofe,
quizás causada por la caída de un meteorito en la Tierra, habría
producido el desplazamiento del eje terrestre, el derretimiento de
los enormes glaciares del hemisferio boreal y la consiguiente
glaciación repentina de la Antártida. Muchos pueblos de la Tierra
recuerdan este cataclismo como el diluvio universal, y lo relataron,
transmitiéndolo hasta hoy.
Según el psíquico
estadounidense Edgar Cayce, los atlantes escondieron en su continente
perdido un enorme cristal que sería su fuente energética durante
muchísimo tiempo. Por ahora no se puede afirmar con certeza si la
anomalía magnética del lago Vostok tiene un origen natural o
artificial. Es correcto proceder de a pequeños pasos, cumpliendo con
el método científico, pero también es interesante no descartar
ciertas hipótesis “extrañas” de algunos místicos y psíquicos,
quienes podrían, con sus percepciones, indicar a los hombres de
ciencia el camino correcto para llegar a la solución del misterio.
Sin embargo el
misterio no termina aquí. Hace unos pocos meses atrás, en febrero
de 2012, una expedición nuevamente rusa, logró extraer del lago las
primeras muestras del agua más pura y antigua del planeta. Esto
proporcionó una información valiosísima sobre los cambios
climáticos en los últimos 500.000 años. De esta manera, y para
aumentar más las rarezas del lago Vostok, esto ha permitido
descubrir bacterias absolutamente desconocidas, lo cual refuerza los
argumentos a favor de la presencia de vida en entornos parecidos
fuera de nuestro planeta.
En estos momentos,
no es solamente la existencia de agua dulce en el lago lo que atrae a
los científicos, sino sus extremas condiciones. Si hay algo vivo
allá abajo (y probablemente lo haya a pesar de la oscuridad y el
frío) calificaría directamente como un organismo extremófilo. Vida
nueva y desconocida dentro de nuestro propio mundo insólito.
Por ahora, el Lago
Vostok sigue siendo una colección de misterios y una enorme caja de
sorpresas, allá en el lugar donde es muy difícil de llegar y mucho
más complicado de sobrevivir…
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