viernes, 7 de junio de 2019
Los Alfaques. 28 años de apariciones fantasmales tras la muerte de 216 personas.
Existen lugares
donde la realidad supera la ficción.
Las carreteras en
demasiadas ocasiones forman parte de las historias de terror y las
leyendas como lugares donde los fantasmas se aparecen a conductores
que transitan por un determinado lugar a altas horas de la noche.
Son muchas las
leyendas que existen en cuanto a este tipo de apariciones
espectrales, la más conocida es sin duda la de la chica de la curva,
además el cine también se a interesado por buscar este tipo de
escenarios para recrear esas leyendas y plasmarlas en la gran
pantalla, pero sin emabrgo no todo son leyendas ni películas
cinematográficas, existen lugares donde un determinado tramo de
carretera muestra a sus transitantes la parte más real de alguna de
esas historias de terror, propiando apariciones de figuras extrañas
que parecen deambular por el lugar ajenas al entorno que les rodea.
En los Alfaques,
cerca de Tarragona, hace casi 30 años ocurrió una gran tragedia
donde más de un centenar de personas perdieron la vida y como suele
ocurrir en algunos de esos lugares donde la muerte violenta deja su
huella, años después esa barbarie parece manifestarse para recordar
a las personas que pasan por el lugar que un día hubo gente ahí,
viviendo sus últimos instantes de vida y que a día de hoy se puede
observar una especie de reproducción espectral de esos últimos
momentos de existencia que tubieron dentro del mundo de los vivos.
Mas de 100 personas
mueren de forma instantanea en el momento de la explosión, según
algunos expertos esta podría ser la causa de los 28 años de
apariciones.
El 11 de Julio de
1.978 un camión cisterna cargado con 25 toneladas de Propileno
líquido, circulaba por la actual N-340 superando su carga en algo
más de 5 toneladas, según lo permitido para ese tipo de camión
cisterna.
Además según las
investigaciones posteriores, dicho camión no cumplía las normas de
seguridad en la cisterna, ya que no disponía de ningún sistema que
expulsase la presión acumulada sobrante.
Ese día las 800
personas que residían de forma vacacional en el Camping de los
Alfaques, no se podían imaginar ni por un solo instante la tragedia
que iba a asolar ese lugar.
A la altura de San
Carlos de la Rápita, en Tarragona, el camión debido a un fallo
hidráulico en la cisterna, provocó el escape gaseoso del líquido,
dando paso a una posterior explosión justo delante del Camping de
los Alfaques. Según investigaciones de la Guardia Civil, el radio de
expansión llegó hasta los 200 metros aproximadamente, matando de
forma instantánea a más de cien personas, además otro centenar
murió por consecuencia de esta explosión, la cual conmocionó a
todo el país y parte del extranjero, ya que algunas de las personas
inscritas en ese camping eran alemanes o franceses entre otras
nacionalidades.
Salta la noticia
sobre apariciones de forma pública en los medios de comunicación,
testigos de excepción: Iker Jimenez y los oyentes de Milenio 3.
Javier Martín
Moraleda natural de Zaragoza, llama por teléfono el día 6-09-204 en
directo al programa de Iker Jiménez, Milenio 3, que se emite en la
cadena Ser, para comentar una experiencia que tuvo el 19 de Agosto
del 2003 al pasar delante del camping de los Alfaques.
Esta llamada
conmocionó a la audiencia del programa, ya que en esos instantes el
presentador Iker Jimenéz estaba hablando de ese trágico suceso que
asoló al pueblo de Tarragona ese 11 de Julio de 1978 y de las
posteriores leyendas que fueron surgiendo a raíz de este trágico
suceso.
Javier Martín
circulaba sobre las dos de la mañana por una larga recta de poca
visibilidad, al observar que circulaba sin vehículos en las
proximidades, encendió las luces largas para visionar mejor la
calzada, fue entonces cuando pudo observar a siete u ocho personas al
otro lado de la carretera, invadiendo incluso el carril y separados
entre si por una distancia aproximada de dos metros.
Según el testigo
había niños, adultos y personas ancianas, pero todos parecían
estar quietos y con la mirada fija, unos mirando la carretera y otros
la inmensa llanura que queda al lado opuesto de la calzada, aquello
sorprendió mucho a Javier Martín, quien se fue aproximando con su
vehículo y justo al llegar a su altura de estas personas se percató
de algo insólito, aquella gente iba vestida con ropa veraniega,
algunos incluso llevaban en su cabeza las típicas gorras de sol,
aunque hubo algo que extrañó aun más si cabe a este conductor, fue
sin duda que aquellas extrañas personas se mostraban indiferentes al
paso del coche, a su entorno y además estaban allí completamente a
oscuras en una carretera de poca visibilidad sin tener ni una sola
linterna, era según Javier, como si para esa gente no existiera todo
lo que estaba a su alrededor.
Al pasar a este
grupo de extraños personajes, Javier despertó a su mujer que dormía
en el coche y esta le contó que estaban por el camping de los
Alfaques, donde hace algunos años murió mucha gente quemada y se
vivió una auténtica tragedia.
Javier Martín
reconoció públicamente que después de escuchar el relato de su
mujer, pasó el miedo más intenso de toda su vida.
Algunas personas
creyeron que todo esto fue un montaje por parte del programa de la
Cadena SER, para ganar audiencia, pero casi 3 años después siguen
apareciendo testimonios que parecen indicar todo lo contrario.
En un primer momento
saltó la alarma de la incredulidad ya que se pensó en un montaje
por parte de Milenio 3 para ganar audiencia con este caso, pero lo
cierto es que casi tres años después hemos podido recopilar
multitud de testimonios que aseguran haberse topado con estas
extrañas personas deambulando por esa carretera o testigos que dicen
haber presenciado sombras humanas en el lugar.
También hay quien
da fe de que allí se registran numerosas psicofonías durante la
noche o incluso decenas de personas que hablan de gente con el rostro
quemado que parece pasear por esa carretera sin rumbo fijo.
Los primeros
testimonios datan de 1.980, dos años después de la tragedia, fecha
en que comienzan este tipo de apariciones según los testimonios
recopilados hasta el momento, ya que en esos dos años anteriores
parece no existir ningún testigo que asegure haber presenciado
sucesos de este tipo en las rodalias del camping de los Alfaques,
cosa que podría incluso avalar la teoría que algunos expertos en
este tipo de sucesos plantean diciendo que del momento de la muerte
trágica hasta que comienzan a desencadenarse los fenómenos
paranormales, pasa un espacio de tiempo considerable de varios meses
o años.
Otra de las teorías
que existen con respecto a este tipo de fenómenos es la que plantea
la posibilidad de que una muerte repentina puede dejar al espíritu
de la persona fallecida completamente confundida ya que al haber sido
todo tan rápido no se a percatado de su propia muerte y no comprende
que está ocurriendo en su entorno, lo que podría llegar a explicar
este tipo de conductas por parte de estos supuestos espectros que
parecen vagar por los lugares donde la masacre o la barbarie estuvo
presente.
Tres compañeros
sufren anomalías en los aparatos de registro y presencian durante
una investigación varias presencias que se esfuman delante de sus
propios ojos.
Juan José Rubio,
junto con sus compañeros Pedro Gómez y Miguel Delgado acudieron
durante varios fines de semana a esta N-340 a la altura del camping
los Alfaques en busca de obtener respuestas sobre los extraños
sucesos que venían repitiéndose en el lugar.
La última vez que
estuvieron fue el Lunes 18 de Septiembre, pasaron allí desde la una
de la madrugada hasta las cinco aproximadamente, según Juanjo esa
noche fueron testigos de lo insólito en dos ocasiones, la primera
fue cuando pasaban con el coche a unos 800 metros del camping
dirección Tarragona y pudieron observar como varias personas
permanecían en el arcén de la carretera y ante sus propios ojos
desaparecían segundos después.
Una vez en el sitio
y después de buscar un lugar estratégico para acomodarse a un lado
de la carretera, comenzaron a realizar sesiones psicofónicas y
grabaciones de vídeo mientras Miguel se encargaba de realizar
algunas fotografías del lugar.
Todo transcurría
con aparente normalidad aunque según las palabras de Juanjo, los
tres sentían la sensación de estar acompañados, "algo muy
común en los lugares donde suceden este tipo de apariciones"
sobre las tres de la mañana ocurrió algo que dejó a los tres
compañeros completamente asombrados y por lo cual posteriormente
decidieron ponerse en contacto conmigo para contarme sus experiencias
en el lugar, lo que desencadenó posteriormente en la realización
exhaustiva de esta investigación documental.
A las tres de la
mañana todos los aparatos "cámara de vídeo, cámara de
fotografías y las dos grabadoras de audio" dejaron de funcionar
a la vez, pilas y baterías se había descargado de forma simultanea,
cosa que en un primer momento achacaron al desgaste de las mismas
debido al uso, aunque les sorprendía que se hubieran producido en el
mismo instante, no le dieron mayor importancia y decidieron cambiar
las pilas y la batería de la videocamara, fue entonces cuando se
toparon con lo absurdo, ninguna de las pilas de recambio, ni la
batería que llevaban funcionaba.
Aquello sorprendió
a este grupo de investigadores que posteriormente se puso en contacto
conmigo por que aquel sucedo parecía tener relación con las
anomalías que sucedían con este tipo de aparatos en una de las
investigaciones que estaba realizando.
Las leyendas
urbanas, también empiezan a cobrar fuerza en esta historia donde se
mezcla con la masacre, el sufrimiento y las apariciones.
La ruta
Valencia-Tarragona le había sido encargara a Fernando, quien debía
transportar material líquido peligroso, aun así decidió llevarse a
su mujer y su hija en el camión cisterna, para hacer más ameno el
viaje. Era media noche cuando transitaba por la provincia de
Tarragona y algo le sorprendió en la noche, a ambos lados de la
carretera se encontraban varios niños vestidos de playa con el
bañador, las camisetas de tirantes e incluso algunos de ellos con
cubitos y palas.
Estos niños
parecían asustarse del camión y salían despavoridos a esconderse,
por lo cual Fernando despertó a Carmen, su mujer, para decirle lo
que estaba sucediendo "Carmen, que estarán tramando esos niños
que se esconden" Por la mañana fueron a desayunar a la
cafetería del Hostal y contaron aquella anécdota al camarero quien
le dijo a la pareja que señalaran en un mapa el lugar exacto donde
estaban los niños. Justo al lado del dedo de Fermando había un
símbolo pintado en el mapa que indicaba que allí había un camping,
el camarero fue a su casa y a los pocos minutos apareció con un
recorte antiguo de periódico "tragedia en la camping los
Alfaques, 216 personas muertas al explotar un camión cisterna que
transportaba materiales peligrosos" La historia de este
camionero valenciano está considerada para muchos como una leyenda
urbana, cierto o no, la realidad como en muchos otros casos supera a
la ficción, la prueba en este caso son las apariciones que están
presentes después de 28 años, teniendo como últimos testigos a
tres investigadores de lo desconocido, Juanjo Rubio, Pedro Gomez y
Miguel Delgado, quienes esa madrugada de Septiembre se enfrentaron
cara a cara con lo desconocido.
En la actualidad el
camping funciona perfectamente, es un lugar además muy concurrido,
quizás por eso algunos de los testigos de estos últimos años sean
personas que han pasado allí algunos días viviendo en esa zona
donde la impregnación parece dejar una vez más su huella.
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