martes, 11 de junio de 2019
La Plantación Haw Branch
La "Plantación
Haw Branch" había sido en un tiempo una finca magnífica, con
jardines, cuidados céspedes, fosos sin agua y majestuosas chimeneas
que llenaban de gracia la casa solariega de preguerras, Pero, en
1964, tras cincuenta años de abandono, la propiedad había ya caído
en un estado de grave incuria. Cuando Gibson McConnaughey heredó
"New Branch", ella y su marido Carey se pusieron de
inmediato a restaurar la finca a su antiguo esplendor.
Sin embargo, muy
pronto los McConnaughey comenzaron a escuchar ruidos extraños por
toda la casa. A veces el aire traía el aroma de naranjas o de rosas,
aunque allí no había ni aquella fruta ni aquellas flores. En una
ocasión, además, el marido y la mujer vieron a alguien que llevaba
una lámpara mientras salía del granero y se aproximaba a la casa;
pero, al acercarse más, sólo pudieron ver la lámpara de queroseno
agitándose en el aire.
Tres meses después
de haberse mudado a "Haw Branch", el matrimonio y sus hijos
fueron despertados en la mitad de la noche por una mujer que gritaba
en el desván. Aterrados, aguardaron hasta que se hiciese de día
para investigar, pero no encontraron nada a lo que pudiera atribuirse
aquel ruido. Los gritos continuaron presentándose a intervalos de
seis meses, pero no fue hasta el verano de 1967 cuando Gibson fue
testigo de una imagen conectada con la voz.
-Ella no era
transparente, sino sólo una silueta blanca- recordó Gibson.
Aunque fue incapaz
de discernir los rastros faciales, Gibson se percató de que la
aparición llevaba un vestido que le llegaba al suelo, propio de una
época pasada. Permaneciendo sólo un momento delante de Gibson, la
mujer miró silenciosa a la distancia mientras, de modo repetido,
desaparecía y luego reaparecía de nuevo.
En 1969, la familia
se había ya acostumbrado a la mujer y a sus fantasmales compañeros.
No obstante, la visita semestral de la voz de la mujer comenzó a
presentarse con más frecuencia después de la llegada de una
reliquia de la familia. El primo mayor de Gibson mandó a los
McConnaughey el retrato de una parienta muerta hacía mucho tiempo y
llamada Florence Wright. A partir de la descripción recibida, la
familia esperaba un retrato en vívidos colores al pastel que
representase a Florece en sus años de mocita, poco antes de su
repentina muerte. Sin embargo, cuando llegó, los McConnaughey
quedaron sorprendidos al observar que la pintura recurría a unos
colores de un gris oscuro, castaños y a unos blancos sucios. Incluso
así, procedieron a colgarlo encima de la chimenea de la biblioteca.
Luego, en febrero de
1970, el retrato comenzó una transformación. El pelo, negro como
azabache, pareció de un tono más claro. En la base del cuadro, una
rosa comenzó a transformarse en rosada a partir de su tosco gris. y
la piel de Florence empezó a adoptar un matiz muy parecido al
natural. En realidad, cada detalle era ahora inexplicablemente
brillante y más colorido. A medida que prosiguió el proceso, la
imagen de Florence Wright pronto representó a una belleza de ojos
azules y pelo rojizo, sentada en una silla de un verde brillante.
Según un psíquico
que más tarde examinó el retrato, el espíritu de Florence había
quedado encerrado en la pintura en el momento de su muerte. Por lo
tanto, tenía el poder de extraer de aquella obra de arte todos sus
colores hasta que ella fuese feliz en su nueva localización. Las
voces escuchadas en "Haw Branch" eran espíritus amigos que
se habían congregado para ayudar a la mujer a recuperar sus perdidos
colores. Evidentemente, según opinaba el psíquico, "Haw
Branch" con su brillante atmósfera espiritual, llegó a
convertirse en un hogar satisfactorio para Florence Wright.
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