Según los testigos, tenía una estructura transparente que dejaba ver las estrellas y dentro de ella tuvieron la oportunidad de presenciar un espectáculo inusual: dentro de la esfera empezaron a haber cambios de luces y se notó la presencia de dos seres aparentemente extraterrestres, los cuales medían dos metros de alto. Supuestamente no tenían dedos y portaban una escafandra.
Luego de quince largos minutos, la esfera pareció crecer hasta marcharse levantando vuelo. Luego de la estupefacción lógica, el conductor retomó el viaje y llegaron a destino, para que sin saberlo se iniciase una historia alrededor de su vivencia.
A todo esto, resulta curioso el detalle de que varias personas sufrieran extraños fenómenos justo en el momento de aparición de la "nave": una señora afirmaba tener interferencias en su televisor. El mismo taxista dejaba de tener señal en su radio. Según las crónicas de la época, unas 60 personas afirmaron haber visto luces... así nacía el avistamiento conocido como Los gigantes de Gáldar.
Pero no fueron solamente el médico y el taxista quienes vieron las luces... también el capitán de una corbeta llamada Atrevida dio detalles precisos de lo que vio a esa misma hora:
Se vio por primera vez un foco luminoso, de color amarillo azulado intenso, saliendo de tierra y elevándose en altura con dirección a nuestra posición. Una vez tomada altura, (15º-18º), quedó quieto, girando su proyección luminosa, dejándose ver el foco de origen. Se mantuvo así dos minutos aproximadamente, originándose un gran halo de luz amarillo azulado intenso, que permaneció en la misma posición, durante cuarenta minutos, aún después de haber desaparecido el fenómeno que dio origen al mismo. A los dos minutos, el foco se fraccionó, quedando una parte más pequeña abajo, en el centro del círculo luminoso, formándose una nube azulada y desapareciendo la fracción que dio origen a este núcleo azulado. La superior tomó altura en espiral de una forma rápida e irregular, desapareciendo posteriormente.
También un carguero llamado Osaka Bay logró divisar el fenómeno... entonces la noticia corrió como reguero de pólvora. El doctor fue llamado a declarar ante un tribunal militar e incluso el caso llegó a formar parte de los expedientes sin resolver del Ejército Español.
Los más escépticos adjudican este fenómeno a una alucinación por parte del médico (años después, en 1994, formularía declaraciones algo extrañas, como que los seres de la nave "tenían una facultad mental que no existe en la Tierra” (sic) y que varias personas culpables de haberle hecho daño, luego habían sufrido la muerte), e incluso sostienen que el suceso luminoso se debió "al lanzamiento de un misil Poseidon desde un submarino de la Armada norteamericana situado al oeste de las Canarias. Todos los testimonios coinciden en la dirección del fenómeno y en la hora, y también el del médico Dr. Padrón, de tal forma que éste no estaba contemplando otra cosa distinta a la que innumerables habitantes de las islas observaron aquella noche".
Lo cierto es que los expedientes se desclasificaron recién en 1993 y un teniente general que llevaba su cargo en ese lejano 1976 reconoció haber visto una esfera voladora y un objeto volador que pertenecía a la Tierra. Y no sólo eso: esa noche hubo avistamientos en la isla, pero aún tomando en cuenta los ejercicios balísticos ya mencionados, es necesario destacar que fueron ejecutados en Cabo Verde, imposibles de ver desde las Canarias... nunca se llegó a una conclusión definitiva sobre si fue una alucinación colectiva o un verdadero avistamiento OVNI.
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