martes, 11 de julio de 2017
Ruinas De Copán
La zona arqueológica de Copan se encuentra ubicada en la
parte más occidental de Honduras, dentro de los límites lingüísticos del área
Chortí, dialecto derivado de la antigua lengua Maya. La parte restaurada se
conoce como “Parque Arqueológico de las Ruinas de Copan” en el que hay cinco
plazas o atrios y varios templos, con las esculturas más sobresalientes y
monumentos arquitectónicos construidos por los Mayas de la época clásica. En
Copan la fecha inscrita más antigua encontrada hasta hoy es 9.3.6.17.18. año
501 después de Cristo; y, la más reciente es 9.18.10.0.0. año 800 D.C.; sin
embargo, se encuentran indicios de que grupos de recolectores y cazadores se
encontraban establecidos en esta zona 2,000 años antes de Cristo, más o menos.
En Copan es frecuente encontrar cerámica Mamón o abuela, y también: Chicanel,
Tzokol y Tepeuh.
Ruinas de Copán
La zona arqueológica de Copan se encuentra ubicada en la
parte más occidental de Honduras, dentro de los límites lingüísticos del área
Chortí, dialecto derivado de la antigua lengua Maya. La parte restaurada se
conoce como “Parque Arqueológico de las Ruinas de Copan” en el que hay cinco
plazas o atrios y varios templos, con las esculturas más sobresalientes y
monumentos arquitectónicos construidos por los Mayas de la época clásica. En Copan
la fecha inscrita más antigua encontrada hasta hoy es 9.3.6.17.18. año 501
después de Cristo; y, la más reciente es 9.18.10.0.0. año 800 D.C.; sin
embargo, se encuentran indicios de que grupos de recolectores y cazadores se
encontraban establecidos en esta zona 2,000 años antes de Cristo, más o menos.
En Copan es frecuente encontrar cerámica Mamón o abuela, y también: Chicanel,
Tzokol y Tepeuh.
Datos del mapa ©2017 Google
Condiciones del servicio
Mapa
Satélite
Rastros fehacientes del período formativo de la Civilización
Maya de Copan, se encuentran en los grupos de El Sapo y de Titoror. En el
primero tallas toscas en la roca bruta, y sus montículos sin explorar no se
sabe qué ocultan. Titoror muestra una época en que los mayas quizás no conocían
o dominaban el estuco y menos la talla, apenas sabían como labrar la piedra
pero conocían como pigmentaria. La primitiva estela de Quebrada Seca y frente a
ella tres quemadores de copal y un altar, nos hacen meditar en aquellos ritos
dedicados al sol naciente.
La entrada por la avenida principal del Parque Arqueológico
de las Ruinas de Copan, con montículos a sus lados, aún sin explorar, cubiertos
de arboleda tropical, dá al visitante un impacto de esplendor lleno de paz;
luego, se empieza a meditar, pareciendo increíble que aquél sitio haya sido el
centro científico de la época clásica de los Mayas, “la ciudad en donde aparece
el uso más antiguo de los numerales en forma de cabeza”; lugar en donde el
nuevo método de computar los meses lunares se empleó en el año 682 D.C.; el
lugar en donde se hizo el cálculo más completo del año trópico, acontecimiento
que aparece conmemorado en el Altar “Q”, con una reunión de la Academia Maya de
Ciencias, con astrónomos de otros centros mayas de la época.
Causa gran admiración poder apreciar en COPAN las distintas
esculturas, estelas y altares; los golpes precisos dados por los talladores con
herramientas rudimentarias, cinceles hechos de rocas durísimas, encontradas en
la toba volcánica y otros de pedernal y de obsidiana. Estos artistas en la
talla, lograron hacer sobresalir de los bloques de roca andesita, acarreados de
las canteras que están a la vista del Parque, las figuras humanas de sus altos
personajes, algo que no pudieron lograr los talladores de otros centros mayas
del viejo imperio o época clásica. Se nos pregunta: ¿por qué en Copan no hay
tallas de figuras guerreras? . La respuesta es simple: en Copan la clase de
dirigentes fue de científicos y no de guerreros.
El pequeño museo de San José de Copan, muestra una rica
colección de tesoros de incalculable valor arqueológico; cuchillas de
obsidiana, cerámica, collares de Jade, pendientes y placas de obsidiana y de
jade, esculturas variadas; las cuchillas de obsidiana encontradas en el Templo
11 que se encuentran en una de las vitrinas, parece ser que fueron empleadas
para afeitarse y para hacerse tatuajes cicatrizables. Debe tenerse presente,
además, que una de las expediciones del Museo Peabody encontró en Copan, las
primeras pruebas de dentistería prehistórica que constituye el primer
testimonio de incrustaciones hechas hace más de mil años según la exposición
hecha por el Doctor en Dentistería R.R. Andrews en el Primer Congreso Médico
Panamericano realizado en la ciudad de Washington.
Escribir sobre Copan con toda la amplitud deseada,
necesitaría de varios volúmenes y aún así, se corre el riesgo de olvidar
aspectos interesantes; solamente visitando Copan, con detenimiento y estudios,
puede valorarse su riqueza.
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