viernes, 7 de julio de 2017
El Ganso Que Ponía Huevos De Oro
La muchedumbre se apretujaba contra el puesto del vendedor
de huevos en el pequeño mercado pueblerino. Los que estaban del lado exterior
se esforzaban en abrirse paso a codazos hacia el centro, mientras que los del
frente trataban de acercarse más al mostrador. En muchos kilómetros a la
redonda habían oído hablar del maravilloso ganso de plumas blancas que ponía
huevos de oro y venían a ver aquello con sus propios ojos. Ahora; el hecho
sucedía ante su vista, tal como lo habían descrito. Sobre el mostrador, reluciendo
bajo el sol, yacía un hermoso huevo de oro.
Oprimieron su dinero con fuerza, en las manos calientes y
sudorosas, y las elevaron sobre las cabezas de los que estaban delante,
gritando que querían comprar un huevo. Pero el comerciante, desesperado ante
aquella aglomeración de compradores, sólo podía proveer a un cliente por día.
Los demás tenían que esperar. Porque un ganso únicamente puede poner un huevo
diario.
Como el codicioso mercader no estaba satisfecho de su
asombrosa buena suerte y ansiaba más huevos, se le ocurrió de pronto una idea
espléndida. ¡Mataría al ganso y así en el interior del animal, hallaría todos
los huevos de una vez! Entonces, no tendría que esperar para ser rico.
La multitud gritó excitada, cuando supo lo que se proponía hacer
el mercader. Éste afiló cuidadosamente su cuchillo y lo hundió en la pechuga
del pájaro. La gente contuvo el aliento, mientras miraba surgir la sangre,
goteando entre las blancas plumas. Poco a poco, se esparció sobre el mostrador
en una gran mancha roja.
-¡Ha matado a su ganso! -dijeron algunos.
-Sí -dijo sabiamente una vieja-. Y no habría podido cometer
un error más grave.
Ahora que el animal ha muerto, veréis que sólo es un ganso
como cualquier otro.
Y había dicho la verdad. Allí estaba aquel ganso, con el
cuerpo bien abierto y sin un huevo dentro. Apenas servía para asarlo.
-Ha matado al ganso que ponía huevos de oro -dijo con
tristeza un viejo agricultor.
La gente se apartó con disgusto del puesto y se alejó
lentamente.
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