lunes, 3 de septiembre de 2012
Los Mensajes Secretos de La Virgen.
La urgencia y el ansia de la Santísima Madre de avisar a la
humanidad de los peligros que corre a causa de la mala conducta de los hombres
son cada vez más fuertes y evidentes. Lo demuestra el increíble aumento de Sus
apariciones en los últimos dos siglos, que han superado en cuanto a cantidad
las de los siglos anteriores y la gravedad de Sus mensajes que son cada vez más
aterrorizantes. En ellos la Virgen explica y profundiza en clave moderna el
libro del Apocalipsis, anuncia el castigo y la instauración del Reino de Dios
en la Tierra, a través de la segunda venida de Su hijo Jesús Cristo, con
Potencia y Gloria.
Hay que destacar que la Virgen siempre da la posibilidad al
hombre de cambiar su atroz destino de castigos y de dolor, si se arrepiente y
retorna a los valores del espíritu.
Fuerzas potentes siempre se han opuesto a la difusión libre
y universal de estos mensajes, privando así al hombre de la posibilidad de
arrepentirse y evitar el trágico futuro que le espera.
Los desesperados llamados de María han sido puntualmente
ignorados por la humanidad, que se ha dejado llevar por el materialismo más
desenfrenado manchándose de los delitos más atroces que la historia recuerde.
Los hechos tremendos que son difundidos cada día en los
noticieros son el signo evidente de que todas Sus profecías se están realizando
o que ya se han cumplido y que Satanás domina nuestro mundo.
El mal, el Anticristo, ahora ya hace de patrón. La misma
Iglesia Católica está fracasando su principal misión de amonestar a los
poderosos y salvaguardar a las almas. Al contrario, a través de sus altos
funcionarios impide que las palabras de la Santa Virgen lleguen a los fieles
con la justa claridad, seriedad e importancia.
En algunos casos, de hecho, la jerarquía Vaticana ha
claramente transgredido las peticiones de la Virgen, no difundiendo Sus
mensajes en su debido tiempo y forma. El Tercer Secreto de Fátima es seguramente
el ejemplo más clamoroso de ello.
El temor de Dios desaparece así del corazón de los hombres,
que se precipitan en caída libre hacia el aniquilamiento de su vida material y
espiritual, poniendo en riesgo la supervivencia del planeta Tierra.
El último intento de evitar o al menos mitigar el castigo de
la Justicia Divina ha sido confiado en las manos de un laico señalado por Dios:
el estigmatizado Giorgio Bongiovanni, que la Virgen misma ha definido “La
última esperanza para la humanidad”.
A él le ha sido encomendado el grave cometido de reiterar
Sus santos llamados y amonestaciones y de anunciar al mundo la justicia de Dios
y la instauración del Reino prometido a través de la próxima segunda venida de
Jesús Cristo a la Tierra.
Y el 15 de noviembre del 2009 la Santa Madre se le apareció
una vez más.
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