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Desde ya les agradezco a todos y pido disculpas si no se agrega la fuente por que muchos correos no la poseen y para no cometer errores no se agrega pero en este pequeño equipo estamos muy agradecidos para con todos. Muchísimas Gracias a todos en general por su valiosa información y por su cordial atención.

Equipo Infinito.



miércoles, 9 de septiembre de 2020

La Leyenda del Jinete Sin Cabeza


El jinete sin cabeza, una leyenda que cuenta acerca de un cliente habitual en el comedor, llegó ese día y le pidió a sus amigos unos pesos para llevar a su hijo enfermo al médico. 

Pero aquellos bribones encontraron en la desgracia de su compañero, una de las razones para seguir divirtiéndose, uno de ellos dijo: “No tenemos pesos, pero comparto un secreto”. 

Dicen que si montas el caballo negro que corre a lo largo de la colina y logras domarlo, te llevará a la cueva de su antiguo dueño, llena de oro. Y puedes tomar lo que quieras para sus hijos.

Obviamente era una mentira, lo habían inventado en ese momento, para burlarse de su amigo. Pero el otro estaba tan desesperado que se dirigió a la colina y en la rama del árbol esperó el caballo y cayó sobre él. Con tanto relincho y movimiento, el hombre colgaba de su cabeza en la misma rama y su sangre cubría completamente los ojos del animal. Entonces el caballo comenzó la competición, con el cuerpo sobre su espalda, las manos estaban atadas al pelaje y en pocos segundos ambos cayeron al precipicio. El hombre y el animal estaban ahora unidos con un lazo de sangre y muerte, no se sabía, cual era uno y cual era el otro.

La sangre corría como un río salvaje, causando fisuras en la tierra seca, que succionaba como si tuviera sed, las grietas llenas de burbujas y en un punto comenzó a quemar, entre el fuego intenso, ambos cuerpos fueron tragados por la tierra.

Los sujetos no hablaron de lo que sucedió con nadie, pero; En el amanecer de cada día siguiente, encontraron en alguna puerta la quema de una herradura.

En la séptima noche después de lo que ocurrió, entre las rocas de la cañada, un insistente eco hizo que sus nervios se pusieran de punta, eran cascos que avanzaban a un trote lento, dando tiempo para que todos pudieran oír, a la distancia se podia ver, una bola de fuego bajando la colina, y todos se fueron a casa a refugiarse. A partir de una pequeña grieta entre las paredes, los espectadores vieron un enorme caballo negro, cuyas piernas y melena eran sólo llamas y escupidores de fuego, obedeció las órdenes de un caballero sin cabeza, que lo llevó a través de todas las puertas marcadas , y salio cargando seis cabezas, con las que entonces alimentó a la gran fiera, dejando atrás sólo los cuerpos carbonizados de los bromistas.

Ellos dicen que desde entonces en aquella ciudad: “Quien no tiene la intención de ayudar a un alma en peligro, será decapitado por el jinete sin cabeza y su cuerpo sera transformado en cenizas por el fuego del infierno, que lleva el caballo negro”.

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