África fue la cuna del vudú. Su expansión al resto del mundo llegó en forma de venganza indirecta por parte de los esclavos africanos, ya que fueron éstos los que, vendidos en América y Europa como mercancía, comenzaron a llevar a cabo estas prácticas en ambos continentes. Vamos a explicaros como se llevaría a cabo una sesión de vudú.Lo primero de todo es contextualizar el tema. El universo de las deidades del vudú siempre ha estado presidido por Legba. Esta divinidad funciona como balanza entre los hombres y los espíritus mayores o menores. Dentro de los espíritus mayores, también conocidos como loa, se encuentra el dios serpiente Damballah, que preside la virilidad y la fuerza. Es a esta deidad a quien se le formulan los deseos de acrecentar o disminuir la salud y potencia de una persona. Si hablamos del sentimiento más poderoso del ser humano, el amor y todo lo relacionado con él, es controlado por la diosa Erzulle, tanto para hacer el bien, como hacer el mal. Con estos conocimientos, podemos comenzar con la explicación.
Llevar a cabo una sesión de Vudú es sencillo y sangriento a la vez: Lo primero que se debe hacer es invocar a los loa a través de un baile frenético al son de tambores y cánticos, a la espera de que algún espíritu menor posea a los asistentes. Estos bailes de deben hacer en sitios sagrados en relación con esta práctica y siempre habrá presente un sacerdote o sacerdotisa vudú. Ellos son los encargados de dibujar en el suelo los veves o símbolos mágicos y de iniciar la sesión. Todo el ritual del vudú se encamina a ganar el favor de los loa, quienes se dignarán a poseer a los fieles y concederles deseo de prosperidad, cura o destrucción de los enemigos.
Todo ritual finaliza con una muerte. En su mayoría los sacrificados son gallinas o cabritos. Se ha acusado a los practicantes de realizar sacrificios humanos, pero nunca se ha demostrado. Si un loa ha oído nuestras plegarias, poseerá al participante de dicho ruego, que comenzará a bailar frenéticamente, balbucear y gritar.
Sabemos que todos esperabais el tipo de vudú de muñeco de trapo y pinchazo en el culo, y aquí os dejamos explicada esa variante. Este estilo de magia negra se llama Bokor, se utiliza una estatuilla de cera, un muñeco de trapo, una fotografía o dibujo de aquello que se quiere dañar. El precio a pagar es muy caro, en dinero o especias, y el resultado puede llegar a ser permanente.
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