El Inca Atahualpa protagonizó uno de los rescates más caros
de la historia al conquistador Francisco Pizarro. Los españoles llegan al Perú
en busca de fortuna para lograr sus fines de conquista, tendieron una trampa
para capturar a Atahualpa, y así el monarca llegó a ser prisionero.
Un día el cautivo ofreció cubrir con oro el piso del cuarto
en el cual se hallaba a cambio de su libertad. Sus palabras fueron oídas con
incredulidad. Viendo que sus captores no respondían, el inca añadió que no solo
cubriría el piso sino que llenaría el cuarto con oro hasta donde alcanzaba su
mano. Pizarro aceptó la oferta y el monarca prometió llenar el cuarto adjunto
con Plata y Oro.
Atahualpa envió corredores a Cusco y a las demás ciudades
importantes del reino Inca con el fin de despojar palacios y templos de sus
ornamentos. Los tesoros se debían traer a Cajamarca, lugar donde estaba
encarcelado el monarca.
La promesa fue cumplida por parte de Atahualpa. Para
facilitar su repartición el oro fue fundido en lingotes. El valor del oro
entregado a los conquistadores se calcula en una cifra superior a los 400
millones de dólares.
A pesar de haber pagado un rescate sorprendente, Atahualpa nunca recibió la libertad. Lo acusaron de incitar a su pueblo a rebelión y el día 26 de julio de 1533 lo mataron.
Fuente: Leyendas, Mitos, Misterios y Enigmas del Mundo
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