Unkulunkulu (en zulú ancestro, pero también el más grande de
lo grande o el más poderoso de lo poderoso (el todopoderoso) es la divinidad
suprema, creadora de la humanidad. Está considerado el defensor y protector de
la nación guerrera y una divinidad activa a pesar de su respetable edad. Otro nombre
de Unkulunkulu es uThixo.
Se cree que Unkulunkulu creció en un junco en la ciénaga
mítica de Uhlanga, el pantano de donde la humanidad nació. Y cuando alcanzó suficiente
peso, cayó a la tierra.
Según el mito zulú de la creación, Unkulunkulu emergió del
vacío y creó el primer hombre de la hierba, mientras que con la llegada de la
muerte sobre la tierra, los zulús, como otras tantas poblaciones africanas,
utilizan el mito del mensajero: envió a un camaleón para anunciar a la
humanidad que eran inmortales. Sin embargo, el mensajero se detuvo a comer
cerca de una mata y se retrasó. Unkulunkulu, que esperaba algún signo de
gratitud por su magnanimidad, quedó defraudado. Así que envió a un lagarto a
anunciar que eran mortales. El lagarto no se detuvo y consiguió transmitir su
mensaje, decidiendo así, para siempre, el destino de los hombres.
A pesar de esta acción, Unkulunkulu está considerado un Dios
bondadoso, pues como contrapartida a la desgracia de la muerte inevitable
ofreció la institución del matrimonio, que permite a los valerosos guerreros
zulúes tener hijos, además de dar a los hombres medicinas para las enfermedades,
el fuego para cocinar y una morada para los muertos; los zulúes, de la misma
forma que los bosquimanos creen que las estrellas son en realidad los ojos de
los difuntos que cuidan del mundo.
El dios es de hecho una deidad sin género, aunque las traducciones bíblicas del dios por parte de los misioneros cristianos de África del Sur etiquetaron incorrectamente a Unkulunkulu como específicamente del género masculino. A menudo se confunde a Unkulunkulu con Umvelinqangi El que estaba al principio, el dios creador y omnipresente, que se manifiesta en forma de truenos y terremotos y creador de los primeros juncos de los cuales emergió el dios supremo Unkulunkulu.
Fuente: Leyendas, Mitos, Misterios y Enigmas del Mundo
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