miércoles, 1 de julio de 2020
Impostores
Yo solía ser una
niña normal, jugaba, pasaba con mi familia y amigos, iba a la
escuela, hacía todo lo que debe hacer una niña pero en mi
adolescencia comenzaría a cambiar todo aquello en lo que creía o al
menos para mí así sería.
Cuando ya era mayor de edad comencé a
ver algo diferente en mis padres y mis abuelos, se veían físicamente
como yo sabía que eran pero había algo en mi interior que me decía
que realmente no eran ellos, parecía que cada vez que me hablaban o
estaban cerca de mi me harían daño al no ser ellos.
No me explicaba por
que ocurría esto, no sabía el por qué o quién había suplantado a
mi familia por personas que se veían iguales a ellos, tampoco sabía
cuál era su intención exacta, me aterrorice pensando todo eso y no
sabía que hacer, prefería estar apartada de esos impostores por un
tiempo pero no soportaba verlos así que decidí enfrentarlos para
que me dijeran donde estaba mi verdadera familia.
Se quedaron
estupefactos al oír lo que les estaba diciendo tan seriamente, hasta
parecía que se estaban burlando de mi y esto me llenó de mucha ira
y más al no conseguir que me dijeran la verdad, no volví a insistir
por unos días pero volví a repetirles lo mismo y su reacción está
vez no fue de burla si no de supuesta preocupación por mi. Me
llevaron a un doctor que me recetó unos medicamentos que ni recuerdo
para que eran, tal vez para que estuviera calmada.
Nada de eso
funcionaba, yo seguía con mi idea de que mi familia había sido
cambiada por gente extraña y finalmente me internaron a la fuerza en
un centro psiquiátrico. Acción que me hizo pensar que ese era el
plan de esas malvadas personas, encerrarme para quedarse con todo lo
que era mío pero yo no se los podía permitir, debía pensar como
salir de ahí para deshacerme de alguna manera de esos impostores.
Pasé tres meses en
ese frío lugar, ya estaba harta de estar ahí y tuve que fingir que
ya estaba bien y que me había equivocado al pensar mal de mi familia
para que me dejaran volver a casa. Cuando volví comenzó mi plan de
acabar con esas personas sin importarme lo que me pasara después,
una noche mientras dormían fui a la cocina y tomé un gran cuchillo
afilado y me dirigí hacia el cuarto de mis abuelos y los asesine
cortándoles sus gargantas profundamente para después ir al cuarto
donde estaban mis padres y les clave el cuchillo en el corazón a
cada uno ocasionándoles la muerte inmediata.
Guardé el cuchillo
y salí huyendo de ahí con mis ahorros lo más lejos que pude, a
otra ciudad y cambie todos mis documentos para que no me encontrarán
por el asesinato de esos impostores, no sabía que hacer sin ninguna
esperanza de encontrar a mis padres reales, eso me entristeció mucho
pero debía seguir por mi misma mi propia vida. En esa ciudad conocí
a una chica que se convirtió en mi mejor amiga en poco tiempo,
siempre estábamos juntas en todo y ambas trabajábamos en un bar
como meseras y nos iba bien con las propinas y hasta pudimos rentar
un cuarto para las dos y eso nos emocionaba mucho.
Pasaron tres años
de aquella amistad y de repente nuevamente apareció en mi esa
sensación extraña que había sentido con esos impostores que mate
años atrás. La veía físicamente igual pero hacia cosas que antes
no, como arreglarse más, salía más seguido sin mi, ya no compartía
del todo conmigo, eran esos detalles tan pequeños que me habían
hecho pensar que otra vez alguien la había suplantado.
Pensé que era
alguna organización desconocida que quería algo de mi y por eso
siempre me encontraban y cambiaban a las personas que estuvieran
cerca de mi, ¿con qué fin? No lo sé, lo que si sabía era que no
podía permitir que esa impostora se saliera con la suya, sale
nuevamente en mi esa necesidad de deshacerme de esa que ya era una
desconocida para mi antes de que tal vez ella me hiciera daño a mi
por alguna razón que le hayan ordenado.
Comencé a planear
de que forma me iba a deshacer de ella sin dejar rastro y tuve una
gran idea, un día fuimos a una fábrica abandonada donde yo ya había
estado llenando con ácido una bañera que encontré en uno de los
pisos y hacia allá la llevé con engaños. En un momento de
distracción la empuje y de inmediato cayó justo donde quería y por
más que trataba de salir no podía, yo veía como su cuerpo iba
desapareciendo por el ácido hasta que ya no quedó nada que pudieran
reconocer y me fui de ahí hacia la casa dónde vivía con ella y
seguí mi Vida normal.
Luego de ir varios
días al trabajo sin ella empiezan a preguntarme por ella a lo cual
digo que se había ido de casa sin darme ninguna explicación. Pasé
unos meses libre de posibles impostores y luego conocí al hombre más
guapo e inteligente que había visto, era cliente nuevo del Bar y
cuando nos vimos sentí como maripositas en el estómago, estaba
segura de que él era el hombre que necesitaba a mi lado y al parecer
yo no pasaba desapercibida por él.
Un día me invitó a
un trago con él y charlamos durante horas sin aburrirnos, todo era
risas y miradas con las que nos decíamos todo. Así pasábamos los
días cuando nos veíamos, no pasábamos de reír y él siempre tenía
una hermosa sonrisa en su rostro, después de un tiempo saliendo nos
hicimos novios y nos iba de maravilla.
Cuando ya llevábamos
un año decidimos casarnos, tuvimos una hermosa Luna de miel que
nunca olvidaría pero cuando volvimos y ya vivíamos juntos todo
cambió de nuevo para mi. Seguía siendo detallista y todo eso pero
había algo más en él que yo no reconocía, incluso me parecía que
ya no era feliz conmigo, ya no sonreía como siempre y esto me llevó
a pensar que posiblemente mi esposo había sido reemplazado por
alguien más idéntico a él como antes me había ocurrido con las
demás personas.
Me aterre y comencé
a tenerle miedo a mi amado esposo sin saber por qué, sólo me
llenaba de tristeza al pensar que ese no era ya el hombre con el que
me había casado meses antes. Era tanto mi miedo de que me lastimara
que lo evitaba siempre y buscaba cualquier excusa para no dormir con
él y que no pudiera tocarme.
Yo no quería
hacerle daño por que físicamente me recordaba a mi esposo aunque no
era él y estaba segura ya de eso pero debía hacer algo para que no
se adelantara y se deshiciera de mi de alguna manera. Pensé y pensé
el por qué me pasaba esto a mi con cada persona cercana pero no
hallaba razón lógica para esto que me estaba pasando, sabía que no
era normal.
Desistí por un
tiempo de hacerle daño con la esperanza de que me regresarán a mi
esposo pero no pasó, lo que si pasó es que me embarace de ese
hombre a quien no reconocía como esposo y tuve mellizos. Pero
después los veía y no parecían a los que estaban en el hospital el
día que nacieron, estaba segura de que los habían cambiado a ellos
también como al que era mi esposo.
Me desespere tanto
que no me importaba que fueran bebés, debía deshacerme de ellos y
también de su padre. Iba a comenzar por ellos, no los quise matar de
manera sangrienta, sólo tomé una almohada y asfixie a uno en su
cuna pero fui sorprendida por su padre quien me detuvo justo antes de
terminar con la vida del otro bebé.
Forcejeamos por un
rato hasta que logró inmovilizarme y llamar a la policía que al
verme me reconocieron por que ya sabían quién era yo y los crímenes
que había comentado y de los cuales él no supo nada ya que de mi le
inventé otra historia diferente sobre mi vida. Me llevaron a prisión
y solicitaron revisión médica ya que mis razones para lo que había
hecho para ellos no tenía lógica alguna.
Después de varios
análisis en general los médicos determinaron que sufría de un
extraño síndrome llamado El Síndrome de Capgras, que consistía en
que una persona tenía la firme idea de que las personas a su
alrededor eran impostores que habían sido enviados para desaparecer
a los reales y reemplazarlos con clones idénticos. Finalmente fui
recluida otra vez en un centro psiquiátrico del que posiblemente ya
nunca más salga ya que soy considerada como un peligro para la
sociedad por el síndrome que tengo.
Lo último que supe
del que era mi esposo es que se fue de ese lugar con el único hijo
que quedó y no se supo más de él. Ya han pasado cinco años desde
que estoy en este lugar y cada vez que veo personas que para mi no
son quienes deberían me dan medicamentos para evitar que les haga
daño alguno como ya lo hice anteriormente. No intentaré huir ya que
no quiero seguir matando personas por culpa de esta enfermedad.
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