domingo, 5 de julio de 2020
El Misterioso Cuaderno
Amalia es una mujer
de mas de 50 años es soltera y nunca pudo tener hijos, por un
problema en su sistema reproductor, pero siempre le han gustado los
niños, se ha pasado la vida cuidando a sus sobrinos, y a los hijos
de sus amigas como una niñera. Pero al llegar ya a cierta edad, se
fue a trabajar a un orfanato, para poder estar cerca de los niños.
Ella siempre ha
querido adoptar uno, pero lástimosamente, hay muchos requisitos para
poder hacer eso, y Amalia no cumplía con todos ellos, aun así no
abandona la esperanza de que alguna vez pueda cumplir su sueño, y
tener un niño en casa.
Un día regresando
del orfanato, decidió tomar un atajo, para llegar mas rápido a
casa, tomo por un sendero poco transitado, pero parecía muy seguro,
mientras caminaba, le pareció ver algo tirado en el camino, a lo
lejos parecía ser una especie de cuaderno, Amalia, lo levanto del
suelo, el cuaderno parecía ser muy viejo, y estaba algo descuidado,
aparentaba tener algún tiempo allí tirado, Amalia enseguida se dio
cuenta de que se trataba de un cuaderno perteneciente a un niño, ya
que estaba lleno de dibujitos de colores, árboles y personas, Amalia
pensó que tal vez el dueño pudiera ser algún niño del orfanato,
así que se lo llevó a su casa, para preguntar al día siguiente.
Al llegar a casa,
estando sola como siempre, Amalia se sentó en su sillón preferido,
y empezó a leer un libro como hacía todas las noches, pero al cabo
de un rato, dejó el libro de lado, y le entró curiosidad por
examinar el curioso cuaderno que había encontrado, encendió su
lámpara de mesa y comenzó a verlo, para su sorpresa, en el cuaderno
solo habían dibujos, no habían palabras, pero sí tenían algo que
parecían ser fechas, de cuando los dibujos fueron hechos, pero no
los días, mas bien eran los años en que fueron dibujados.
El primer dibujo,
tenía un cero como fecha, en la parte de arriba de la hoja, y era un
árbol muy grande, con dos personas que lo observan, y una serpiente
que los observa a ellos, esto le recordó a Amelia el jardín del
Edén, esto la intrigó, y continuó revisando, a medida que
avanzaba, los años también lo hacían en las páginas, pero los
dibujos solo trataban de grandes horrores en la humanidad, las
guerras, los grandes genocidios, también dibujos de asesinos en
serie, personas descuartizadas, todos los dibujos, aunque estaban
hechos por un niño, mostraban la gran maldad que ha existido en el
mundo desde que fue creado. Amalia estaba aterrorizada, cómo era
posible que un niño tuviera todo eso en su mente, y con tanta
exactitud, casi como si lo hubiera vivido el mismo, Amalia también
se dio cuenta, que en cada dibujo había un pequeño observando todos
esos acontecimientos através de la historia, aquel niño era
dibujado sonriendo, como si le hiciera feliz todo eso, como si él lo
hubiera provocado.
Avanzando mas en el
cuaderno Amelia tuvo el impulso de dejar de verlo, ya que era
demasiado perturbador, pero aun así continuó, y empezaron a
aparecer, símbolos extraños, cruces, cosas del mundo espiritual,
cosas que no parecían buenas, este niño parecía ser algún tipo de
anticristo, o alguien muy maligno, que ha estado desde siempre
observando a la humanidad, pero lo más escalofriante era que a
medida que se acercaba al tiempo actual, aparecían dibujos del
apocalipsis, de las personas sufriendo, de demonios caminando entre
nosotros, y en una página, un dibujo donde se veían millones de
personas arrodilladas en el suelo, y en la cima, estaba este niño,
siendo adorado.
Amalia tiro el
cuaderno al suelo, porque ya no soportaba seguir viendo todo eso,
corrió a su habitación y empezó a rezar, muy asustada, sintió que
alguien o algo la observaba, miro hacia la ventana y vio una pequeña
silueta que desapareció enseguida, lentamente Amalia se acercó a la
ventana que daba hacia el patio de su casa, y al hacerlo vio con
terror la silueta de un hombre muy alto, con brazos largos y
delgados, pero cubierto por una túnica negra, Amalia cayó de
espaldas al suelo al verlo, pensando que se trataba de lo peor que
podía ver en su vida, intentó ponerse de pie y salir corriendo de
la casa, pero en ese momento todas las luces se apagaron, quedando
todo a oscuras, pero también en ese momento de horror para Amelia,
escuchó que alguien o algo, tocó a su puerta.
Amelia, temblando se
puso de pie, tomó su linterna, y lentamente camino hacia la puerta,
para ver quien la estaba buscando, despacio abrió la puerta, y quedo
petrificada, al ver la silueta del hombre que vio en el patio de su
casa, solo que estaba un poco alejado, pero unos pequeños pasos la
hicieron dejar de mirar al hombre y bajar la mirada, allí en la
entrada de su casa, con toda la oscuridad de la noche, un pequeño
niña la miraba fijo, y sonriendo macabramente, le dijo con una
vocecita:
Señora Amelia, por
favor me devuelve mi cuaderno?…es que mi padre me esta
esperando....!!
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