sábado, 11 de julio de 2020
En Las Penumbras de La Noche.
Todo era tan normal
como siempre y Andrés, el profesor de literatura de la primaria,
había encargado a los niños de tercer grado unos poemas para la
próxima clase, poemas de todo tipo, y tal vez este fue su gran error
desde un principio ya que hay todo tipo de poemas en este mundo.
El día lunes
comenzó aburridamente, como todo inicio de semana, la diversión
comenzó hasta el recreo, tiempo esperado por todos los niños pues
es donde tienen tiempo para comer, para reír y jugar con compañeros
y amigos. Ricardo, Ana y Esteban jugaban a las escondidas y
observaron que Iván, su otro amigo estaba muy extrañado por algo
que tenía en la mochila fijando unos ojos muy grandes como
escondiendo algo, a lo que Ricardo le preguntó:-Iván ¿Qué
tienes?, ¿Quieres jugar con nosotros?-, e Iván le respondió:-
¡¡Olvidé mi poema!! Tal vez se me cayó.
¿Quieres que te
ayudemos a buscarlo?-, preguntando Ana. -No, mejor no, yo lo buscaré,
ustedes jueguen, debe estar por aquí.
Así, se acabo la
hora del recreo y tenían que volver al salón de clase, Ricardo, Ana
y Esteban entraron y observaron que a lo lejos se encontraba su amigo
caminando muy feliz, a lo que Estaban le preguntó:-¿Encontraste tu
poema?-. -No, pero he encontrado otro tirado en el jardín de atrás-
respondió Iván, -¡¡Excelente noticia!!- dijo Ana, -De prisa Iván
o te quedarás afuera del salón-; -¡¡Ya voy!!-, dijo Iván
caminando un poco más rápido.
Al entrar todos los
compañeros de la clase el profesor les pidió a los alumnos que
juntaran sus poemas por equipos de 5 y elegirían cual poema lo
dirían en voz alta. Iván un poco extrañado preguntó a sus
compañeros si entendían lo que quería decir ese poema tan raro que
encontró tirado en el jardín, algunos de ellos se reían, otros se
asustaban, a lo que el profesor Andrés les dijo:-Muy bien, terminó
el tiempo de organizarse el equipo 1 pase al frente y digan en voz
alta el poema que eligieron, y así lo hicieron equipos por equipos,
el equipo de Iván escogió su poema por la extrañeza que tenía
desde el título, pues no era muy común, todos los poemas de sus
demás compañeros tenían nombres hermosos pero el de Iván era
raro, el poema se titulaba: “En las penumbras de la noche”
Había llegado el
momento de decir en voz alta el poema del equipo 5 en este se
encontraba Iván, pero no estaban seguros de dejar ese poema o
cambiarlo por otro, al final decidieron dejarlo y comenzaron a
recitarlo, lo que todos escucharían en esos pocos minutos los
dejaría petrificados y sin habla:
“En las penumbras
de la noche”
En las penumbras de
la noche nos escondemos,
Tú no nos verás,
pero nosotros si te vemos,
En la oscuridad nos
encanta vivir, pero también en el día podemos existir,
Nos encanta cuando
sientes miedo en la noche,
Ir solo al baño, o
conducir solo en el coche,
-Esperen un momento
muchachos ¿Qué clase de poema es ese?- preguntó el profesor
-Es que así va el
poema profesor- le respondieron los niños
-Vaya, de acuerdo
sigan trataré de no interrumpirlos de nuevo-
Y los niños
continuaron:
Cuando te escondes
en las sábanas, nosotros no escondemos contigo,
Y si intentas
ocultarte de nosotros, las pesadillas que sueñes serán tu castigo,
Nos encanta tu miedo
cuando se va la luz, cuando estas solo en casa,
Pero sobre todo
cuando jalamos tus pies acostado en tu cama,
Y tú solo intentas
relajarte imaginando que alguien te abraza,
No te esmeres en
orar, persignarte o predicar,
No funciona, nos
hace reír solo verte fracasar,
Tu ángel no te
cuida, nadie te mirará si no quieres,
Solo finge que no te
vimos,
Nuestro mejor truco
es que creas que no existimos,
¡¡¡Muchachos!!!-
dijo el profesor molesto -¿No se dan cuenta que asustan a sus
compañeros?, -lo sentimos- ,dijeron los niños, – pero así dice
el poema, – de acuerdo dejare que terminen el poema ahora sí pero
por favor no estén diciendo mentiras, -no profesor- dijeron los
niños, así pues continuaron con el poema:
Poco es el miedo por
bichos o una araña,
Al miedo que
causamos quedarás paralizado,
Créenos tu mente
siempre te engaña,
Tal vez eres
valiente o muy cobarde, pero no estarás a salvo,
Nuca esperes a que
los demás escuchen algo,
Pero no estarás
solo, no te estoy mintiendo,
Tan seguro es esto
que ahora mismo te están viendo,
Tal vez estés
nervioso, aburrido o asustado
Pero no lo evitaras,
ahora ya están a tu lado
No te detengas ahora
no importa que estés asustado,
Nosotros no nos
detendremos, más vale estés interesado,
Si el perro ladra no
lo calles, le grites o golpees,
Te estará
advirtiendo algo, yo sé que no me crees,
Si te encuentras
trabajando, en la escuela o en el coche,
Cuando oscurezca ten
cuidado,
Yo te cuidaré en
las penumbras de la noche.
El silencio en todo
el salón de clase era increíble, los niños no sabían que decir,
no se escuchaba ni una sola risa ni un solo susurro y fue en ese
momento cuando el profesor le preguntó a Iván lo siguiente: -Iván,
¿Me podrías decir de quién es ese poema?-, a lo que Iván le dijo
que no lo sabía pues el poema no tenía autor; el profesor entonces
se molestó mucho porque creyó que era una broma de Iván hacia
todos sus compañeros, le quitó el horroroso poema y lo castigó por
el resto de la clase y le dijo que cuando sus padres vinieran por él,
quería que hablaran con el profesor a cerca de lo sucedido.
Y así pasó cuando
Pedro y Sonia llegaron por Iván hablaron con el profesor Andrés a
cerca de lo sucedido y aunque quiso explicar las cosas no pudo evitar
los regaños de sus padres, ni mucho menos el castigo.
Acabado el día
lunes 4 de Mayo de 2008 el profesor llegó a su casa con un fuerte
dolor de cabeza, mientras en la casa de los compañeros de Iván,
también padecían fuertes dolores de cabeza, todos excepto Iván,
pero ¿A qué se debió semejante cosa?, no lo sabrían hasta el
viernes 8 de Mayo de 2008 cuando las cosas estuvieran peores.
En la madrugada del
día martes Andrés se levanto con muchas nauseas, revisó el reloj,
eran las 3:30 am pero aun permanecía despierto, somnoliento, mareado
y con aquellos dolores que no cesaban tuvo que ir al doctor de
emergencia…
Los dolores
empeoraron y Andrés comenzó a convulsionar, los doctores estaban
horrorizados por ver que aquel vomito que emanaba de la boca de
Andrés no era más que lodo, un lodo negro, como si fuera aceite
podrido y en el nadaban asquerosos bichos como lombrices y
cucarachas; además sus ojos se extraviaban hacia arriba como si
entrara de pronto en una especie de hipnosis y comenzó a hacer
chirridos con su voz, sonidos como el ruido que hacen las ratas al
chillar. Los doctores no podían creer lo que estaban viendo, muchos
salieron corriendo de la habitación donde se encontraba aquel
profesor que nunca imaginó que un poema podría ser la evidencia de
algo más macabro que estaba por manifestarse en su cuerpo en pocos
días y que no solo provocaría cambios físicamente, sino también
espiritualmente, Andrés no sería el único que padecería estos
síntomas, también sus alumnos, todo aquel que haya escuchado
aquella invocación infernal estaría perdido, pues de en las
penumbras de la noche algo abrió paso a este mundo y era seguro que
no regresaría a la oscuridad jamás.
A la mañana
siguiente cuando Iván llegó a la escuela se encontró con una
asombrosa noticia, ningún miembro de su salón de clase había
llegado ese día, ni siquiera el profesor Andrés, ¿a qué se
debía?, bueno pues, por así decirlo, estaban enfermos pero, ¿de
qué? No lo sabían, ¿ qué cosa escondía el famoso poema?, ¿Por
qué precisamente fue Iván el que se encontró el dicho poema y no
otra persona? Esas fueron preguntas que se hizo así mismo.
Cuando Iván llegó
a su casa, la familia de Ana, la compañera de Iván, llamó por
teléfono para decir que Ana estaba muy enferma y querían saber si
Iván había ido a la escuela para que le dijera que habían dejado
de tarea. A lo que Pedro afirmó, pero les mencionó que nadie de su
salón de clase había ido.
Los padres de Iván
llevaron a ver a Ana que se encontraba en su casa descansando, al
llegar Mónica y Ángel, los padres de Ana le dieron la bienvenida a
su casa como si fuera la primera vez, – Buenos días Iván, nos da
gusto que vengas a visitar a Ana, ella enfermó de pronto pero no
sabemos que le pasó, ¿Tú sabes si comió algo que le haya hecho
daño, o alguien de tus compañeros la contagió de alguna
enfermedad?-.
– No, nadie estaba
enfermo hasta ayer, pero cuando llegué hoy a la escuela nadie de mi
salón llegó a clase, por lo que la directora me dijo que me
retirara, mis padres me llevaron al doctor antes de venir aquí pero
no encontraron nada raro, por lo que yo no les contagié de ninguna
enfermedad- Mónica y Ángel no sabían qué decir por lo que
solamente le dijeron donde estaba su hija para que Iván la visitara,
mientras él iba al cuarto de Ana los padres de Iván platicaban con
los de Ana de cosas relacionadas al extraño misterio que ocurrió.
Al entrar Iván en
su habitación observó que Ana estaba muy pálida y sus ojos estaban
medio abiertos, sus manos un poco arrugadas y cuando respiraba
parecían los ronroneos de un gato.
Iván le preguntaba
que porque había enfermado, pero ella le dijo que no sabía, pero
que tal vez se debió a su poema, aquel que había encontrado tirado
en el jardín de la escuela, Ana le dijo que había escuchado que
todos los niños del salón habían enfermado, menos él, a lo que
Iván se asustó y le dijo a Ana que haría todo lo posible por que
mejorara, pues Ana era la niña que había robado su atención desde
el primer grado de primaria. Dicho esto Iván se despidió de Ana
dándole un beso en la frente, salió de su recámara y se despidió
de sus padres.
En camino a casa en
auto, los padres de Iván le preguntaban cosas a cerca de porqué
habían enfermado los demás excepto el, dando mal a entender de que
él había provocado que los demás enfermaran, el niño les decía
una y otra vez lo que sabía pues no se explica porque pasó lo que
pasó, fue entonces cuando Iván le dijo a sus padres que había
encontrado un poema tirado en el jardín de la escuela y que lo
leyeron y que después de haberlo leído todos se quedaron sin habla
incluso el profesor, los padres de Iván no le creyeron. Fue una
lástima para Iván, pues aquellos, aquellos que en las penumbras de
la noche habitaban comenzarían a manifestarse con el paso de los
días.
Hasta la fecha
ninguno de sus compañeros había mejorado, más bien empeoraron, y
en las noticias de las diez de la noche se mencionaba que un hombre
llamado Andrés Rivas había fallecido de un ataque al corazón, y
que cinco niños que iban en el salón de Iván también murieron de
la misma manera. Los padres de Iván al darse cuenta de esto llamaron
a su hijo a la sala de su casa y le preguntaban qué era lo que había
encontrado ese día, Iván subiendo los hombros no dijo ni una sola
palabra, solo agachaba la mirada, Pedro le volvió a preguntar, Iván
le dijo que ese poema lo había hallado tirado en el jardín, Sonia
le sugirió a Pedro que investigaran con alguien lo que ese tal poema
decía, pero Iván no estaba muy convencido de tal cosa, pues el
poema se lo había quedado su profesor y este ya había muerto.
En ese momento una
llamada por teléfono interrumpió la plática de Iván y sus padres
diciendo que Ana su compañera de clase había enfermado aún más y
que estaba hospitalizada en urgencias. Iván y sus padres se
apresuraron al hospital, mientras Pedro, su padre llamaba a la
policía por si habían encontrado ese tal poema que su hijo llevó
ese día a la escuela, ya que Pedro tenía un hermano llamado Héctor
que era policía o algo así pero se encargaba de investigar cosas
que ayudaran a la policía a encontrar evidencias de algo para
arrestar criminales o cosas así.
Los policías
entraron a la casa del profesor Andrés y encontraron una hoja tirada
en el suelo con varias manchas de sangre que decía un raro título:
“En las penumbras de la noche”, Pedro les dijo que no lo leyeran
por lo que más quisieran, pero uno que otro policía estúpido lo
leyó creyendo que se trataba de una broma. La llamada se había
cortado, una fuerte estática bloqueo la llamada, cortándola en un
instante, por lo que las respuestas que buscaban tuvieron que
esperar, ya que aquellos policías idiotas murieron dos horas después
de haber encontrado semejante hallazgo.
Al llegar al
hospital Mónica y Ángel los estaban esperando, pero ya fue tarde
cuando llegaron, Ana había muerto.
Iván lloraba
desconsolado pues no pudo hacer nada para evitar que su amiga que
veía con ojos del primer amor infantil ya no estaba entre ellos. Se
realizó el funeral, y los padres de Iván los acompañaron junto con
su hijo, pero aún el misterio de ese poema no se había descubierto
y los compañeros de Iván seguían muriendo uno por uno en una
espantosa agonía.
Entonces fue cuando
la pesadilla se agrandó a un grado de ser insoportable.
Miércoles 6 de Mayo
de 2008
Esa noche como a las
tres de la madrugada Iván escuchó unos ruidos raros en su ventana
las ramas del árbol rascaban el vidrio como si tuvieran vida propia
y lo hicieran para intimidar a Iván, de pronto las sábanas de aquel
niño asustado comenzaron a deslizarse hacia abajo como si estuviesen
siendo tiradas por alguien debajo de la cama, Iván se asustó tanto,
preguntando quien era, pero de respuesta solo recibió un extraño
silencio, Iván trató de dormir nuevamente.
Cuando Iván ya se
estaba quedando dormido escuchó un fuerte: ¡¡¡¡Iván!!!!! ÉL se
levantó con un gran salto, miró hacia toda su habitación, pero no
había nadie, un viento tenebroso soplaba sin cesar, los arboles se
movían al ritmo del viento como si estuviesen bailando esa danza
macabra, Iván caminó despacio a la puerta, la abrió suavemente y
se dirigió a la recámara de sus padres, y ahí estaban
profundamente dormidos pero escuchaba ruidos debajo de la cama, a lo
que él sin hacer ruido para no despertar a sus padres. Iván se
agacho lentamente y mientras lo hacía un escalofrío recorrió la
planta de sus pies, subiendo hasta sus rodillas y terminando en sus
hombros, al mirar bajo la cama, no observó nada extraño, de pronto
sintió que alguien estaba a su espalda, el cerró los ojos
apretándolos haciéndose creer que era solo su imaginación y fue en
ese momento cuando recordó las palabras que mencionaba el poema
responsable de la muerte de muchas personas. Iván se abrazó a sí
mismo, pues el frío que sentía era demasiado, en ese momento,
escuchó que la cama rechinaba, a lo que él se retiro lentamente
para que sus padres no supieran que se encontraba ahí, fue en ese
momento cuando sintió los pies helados de alguien, era una presencia
un poco borrosa pero aterradora de una niña con los ojos
profundamente negros y una mueca espantosa, en ese momento Iván se
dio cuenta de que se trataba de su amiga Ana.
Se asustó tanto
pero hizo lo posible por no gritar, se levantó y corrió a su
recámara para hacer lo típico que hace un niño asustado y pocas
veces también la gente adulta, ocultarse en las sábanas.
Así lo hizo y
mientras se quedaba allí escuchaba los pasos de una persona
acercándose lentamente hacia su habitación, Iván se moría del
miedo y por un momento sintió que mojaría la cama.
Poco después Iván
fue descubriéndose la cara lentamente para ver que había pasado,
pues ya no se escuchaban aquellos pasos. Convencido, se levantó
lentamente de la cama y cuando estaba por dar el primer paso la
puerta de su habitación se cerró lentamente haciendo un ruido
horrendo, nuevamente el nerviosismo se hizo presente, pero esta vez
algo le impidió ocultarse en las sábanas, una mano despellejada
salió debajo de la cama tomando su pie izquierdo, Iván se empujaba
hacia atrás intentando de alguna manera soltarse de aquello que lo
sostenía. De alguna manera logró soltarse y en ese momento una cara
salió de entre las sabanas con una mueca espantosa avisándole:-¡¡No
debiste quedarte dormido!!-. Iván se asustó tanto que no pudo
evitar gritar del horror.
En ese momento los
padres de Iván entraron a su habitación y encontraron a su hijo con
los ojos cerrados retorciéndose y gritando de miedo, al parecer Iván
estaba teniendo una pesadilla.
Cuando lograron
despertarlo aquel chiquillo lloraba sin parar y pedía ayuda a sus
padres, pues aquella cosa que vió se veía tan real que por un
momento eso lo creyó. Pedro y Sonia tomaron al niño y subieron al
auto, en camino al hospital, una llamada por celular le informó a
Pedro que su hermano estaba muerto, lo habían encontrado en un poste
a las afueras de la casa del profesor de Iván, la forma en que lo
encontraron fue horrible.
Pedro bajó el
teléfono lentamente, y Sonia le preguntó: -¿Qué pasó? Y Pedro le
respondió con voz temblorosa: -Mi hermano, mi… mi…
hermano…es…está… muerto-.
Iván sostuvo la
mano de su padre mientras la oscura noche gobernaba las calles y una
niebla espesa las cubría con un silencio. No se escuchaba ni un solo
perro ladrar ni el chirrido de los grillos ni un solo sonido del
viento, solamente oscuridad.
Confundido y
adolorido por la noticia Iván y sus padres doblaron la esquina hacia
una iglesia que se encontraba frente a una librería para saber si
ellos podían darles información a cerca de dicho poema.
Al llegar, Pedro
bajó del auto y se dirigió a la puerta de la iglesia, Iván estaba
muy nervioso y Sonia trataba de calmarlo.
-Disculpe padre que
lo moleste a estas horas de la noche pero hay algo que tiene que
saber- dijo Pedro
-¿De qué se
trata?- pregunto el padre Martin, -De algo sobrenatural que ha estado
pasando estos últimos días- le respondió Pedro.
-Será mejor que
entren a la iglesia y de esa manera me cuentas con más calma lo que
está pasando- le recomendó el padre Martín.
Así pues entraron a
la iglesia y fue en ese momento cuando Pedro le comentó todo lo que
había ocurrido desde aquel lunes 4 de Mayo, desde que su hijo Iván
encontró un poema que al parecer era el responsable de los eventos
paranormales, el padre un poco curioso pregunto de que poema se
trataba, Iván le dijo que el nombre de tal era “en las penumbras
de la noche”, el padre Martín se paralizó y sus manos temblaban,
Sonia le preguntó que ocurría con ese dicho poema y el padre Martín
pregunto si este estaba en las manos de Iván pero él le dijo que
no, que su profesor se lo había quedado, el padre Martin les dijo
que tenían que encontrarlo y dejarlo en el sitio donde lo habían
visto por primera vez, pues ese no era solo un poema, era la
invocación al ejercito de un poderoso demonio llamado “Legión”,
las escrituras dichas en esta invocación se narraban en forma de
poema porque simulaba una burla al oprimido dañándole cuerpo y alma
al leerlo provocándole una desesperación y desesperanza alguna
porque aquel que lo leyera sería testigo de la muerte de las
personas más apegadas a él y sería atormentado por ellas por toda
la eternidad.
Jueves 7 de Mayo de
2008
La búsqueda
desesperada por encontrar aquella infernal invocación no daba fin,
aquel poema no se encontraba por ningún lado y el tiempo era poco
pues si no lo encontraban, el tormento de Iván sería peor y lo
perseguiría por toda su vida y después de ella por toda su infinita
muerte condenado a ser parte de una prisión obscura atormentado por
todas esas almas.
Viernes 8 de Mayo de
2008 (9:30 pm)
Un pordiosero había
encontrado una extraña hoja de papel arrugada en la calle con
manchas rojas, el hombre ya viejo no se dio cuenta del gran hallazgo
que había encontrado y así puso en peligro su vida, al caminar por
la calle con tal hoja de papel, un camión lo arrolló aplastándole
la cabeza, un brazo y una pierna.
La familia de Iván
se encontraba sentada en la sala de su casa viendo la televisión
cuando su programa se interrumpió por las noticias de último
minuto, en estas noticias se mencionaba a un hombre de 60 años de
edad más o menos que fue arrollado por un camión, no se sabía su
nombre, lo único que encontraron fue una hoja de papel sostenida con
fuerza en su mano, a los padres de Iván se les hizo raro la forma en
que se mencionó la descripción de lo que contenía la hoja y
dedujeron que se trataba del poema.
Pedro llamó a la
policía para saber si aún contaban con aquella hoja de papel y el
jefe de policía le dijo que si pues podía ser una evidencia.
Tras varios minutos
de hablar con el jefe de policía Pedro lo convenció de que le
permitiera tal evidencia. Mientras el padre de Iván fue a la
comandancia, Sonia llevó a su hijo a la iglesia y ahí se
encontrarían con el sacerdote. Teniendo todo en su mano Pedro,
Sonia, Iván y el sacerdote se dirigían al lugar donde Iván había
encontrado el poema, pero un fuerte choqué evitó llegar a su
destino.
Levantándose
lentamente salieron del auto y corrieron a la primaria donde
estudiaba Iván, los perros ladraban y aullaban sin cesar, Iván se
acordó de lo que decía el poema, “los perros tratan de advertir
algo”.
Pedro saltó la
rejilla de la escuela e intentó de alguna manera abrir la puerta
para que el sacerdote pudiera entrar. Una vez hecha tal hazaña todos
se dirigieron al jardín y mientras se acercaban al lugar escuchaban
murmullos de varias personas, Iván agarrado de la mano de su madre
se acercaron al lugar junto con Pedro y el sacerdote.
-Ahora el que haya
encontrado el poema por primera vez debe de dejarlo en el lugar
exacto donde lo vió- dijo el padre Martín.
Iván se enfrentaría
a uno de los momentos más tensos de su corta vida, al acercarse al
lugar, observó que el suelo que pisaba se hacía flojo como lodo, el
padre Martin comenzaba a orar y fue en ese momento cuando del suelo
un estruendo interrumpió sus oraciones, bajo el jardín se revelaron
varios esqueletos de personas que se acercaban extendiendo la mano
pero junto con ellas las almas de aquellos fallecidos por el poema
revelaron al demonio causante de las desgracias alrededor de
setecientas almas junto a él.
Iván se asustó
demasiado y temblaba al caminar, el padre Martín estaba impactado al
ver semejante escena que su corazón no pudo más y se desplomó
cayendo muerto al instante.
Pedro y Sonia
comenzaron a sentirse un poco mal y comenzaron a perder el
equilibrio, en eso de esas setecientas almas mencionaban en coro: No
estarás a salvo, no estarás a salvo, permanecerás con nosotros,
Sonia corrió y sujeto a su hijo, aquellas almas estaban furiosas y
los perseguían, Pedro, Sonia e Iván se ocultaron en diferentes
salones, Pedro en un salón de la planta baja, Sonia en un salón del
segundo piso e Iván se ocultó en su salón, aterrorizado se quedó
oculto sentado debajo del escritorio donde alguna vez su profesor le
impartía clases, en ese momento lloraba sin cesar de terror y se
lamentaba haber tomado aquel poema, de pronto escuchó que su madre
gritó y a lo lejos observó a su padre acercándose al salón donde
estaba su madre, de pronto escucho que ambos gritaban, fue entonces
cuando el corrió al salón y observó una horrible imagen de sus
padres que nunca olvidaría.
Iván no podía
creer lo que veía, las cabezas de su padre y padre estaban en un
mesa banco y aún podía ver que su cuerpo aún escupía grandes
chorros de sangre por doquier que incluso salpicaron sus pies.
A lo lejos observó
a un hombre parado dándole la espalda a Iván y de pronto le
dijo:-¡¡Excelente Iván te felicito, es el mejor poema del mundo!!
Y fue entonces cuando Iván le dijo: -Profesor Andrés creí que
había muerto, lo habían dicho en las noticias, en ese momento
observó que una niña se ponía a su lado y también lo felicitaba,
el no tardó en descubrir que se trataba de su amiga Ana, al fondo
también estaban Ricardo y Esteban, sus otros dos amigos, todos los
felicitaban, entonces el comenzó a tranquilizarse un poco, en ese
momento vio que todos sus compañeros de clase estaban sentados en
sus lugares como si no hubiese pasado nada. De pronto el profesor le
dijo:-Ha, por cierto iban se me olvidaba algo- , -¿Qué profesor? –
le preguntó Iván, En seguida el profesor le dijo:-Todos queremos
desearte que tengas muy buenas noches-.
En ese momento el
profesor se dio la vuelta dando a conocer su aterrador aspecto, Iván
no dio ni dos pasos y se desvaneció, mientras él estaba tirado, el
espectral rostro de Ana sonreía, pues sabía que el fin de Iván
había llegado....
Nunca en la vida se
supo lo que realmente pasó aquella semana de Mayo, pero… tú ahora
lo sabes…y ahora que lo sabes entiendes que el terror existe y que
no debes de adentrarte en cosas que no conoces….pues pueden haber
graves consecuencias solo por sentirte orgulloso contigo mismo de
investigar lo que otros prefieren dejarlo como un misterio…ten
cuidado…créeme…es un consejo de aquellos que recidimos….En las
penumbras de la noche…
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