viernes, 9 de agosto de 2019
El Fantasma de Verdi
A 75 kilómetros de
Milán, en las afueras de Busetto, está Villa Sant’ Agata, una
imponente mansión en donde el gran compositor Guiseppe Verdi pasó
sus últimos años de vida.
Por encargo del
redactor de una prestigiosa revista, José Manuel Alonso Ibarrola ,
la fotógrafa Blanca Berlín se trasladó a Villa Sant'Agata para
hacer fotos del rincón de la casa donde se encontraba el piano del
compositor, para un reportaje con motivo del centenario de su muerte.
Ya en España,
mientras Blanca se dedicaba a seleccionar la diapositiva más lograda
de entre las 6 que había hecho en la estancia del piano de Verdi,
observó que en la tercera se podía distinguir una mano sobre el
teclado, pero el la cuarta aparecía el dueño de esa mano.
Un equipo de
especialistas analizó la foto. Su criterio fue que acudiesen al
laboratorio fotográfico que reveló la foto y pidiesen una
investigación exhaustiva para poder descartar un posible accidente
de revelado o de sobreimpresión.
En los laboratorios
, la diapositiva fue sometida durante horas al examen de un scanner
de altísima resolución. En la imagen aumentada, se pueden observar
las arrugas del pantalón del espectro, se descarta que la figura
tenga gafas y da la impresión de que viste una capa. La mano no
puede apreciarse al completo porque parece cubrirla una especie de
mitón. Sus dedos proyectan una sombra sobre el teclado, la misma que
proyectan el resto de los objetos de la habitación.
El laboratorio
determino que no había habido sobreimpresión. Se descarto que se
pudiera tratar de una impresión previa o un accidente en el revelado
por contacto con otro rollo. Se buscaron rastros de velo o de
sobreexposición u otras imágenes en los contornos de la figura
aparecida, que tendrían que haberse producido en caso de haber
ocurrido una sobreimpresión, muy improbable al tratarse de un final
de carrete en el que el resto de los fotogramas no tienen
interferencias.
Tampoco es posible
que se cruzase alguien en la trayectoria de la cámara en el momento
del disparo, realizado con trípode a una velocidad no inferior a 1/8
de segundo, pues se constató en la imagen del scanner, que la figura
no presenta el más mínimo rastro de movimiento. Si la figura
hubiese estado inmóvil, se habría impresionado con la misma nitidez
que el propio piano. Y ni la fotógrafa ni las otras tres personas
presentes durante la sesión vieron a nadie y, además, la casa
estaba cerrada al público.
Ibarrola y Blanca
Berlín pidieron ayuda a la vidente Paloma Navarrete, creyendo que
podria ser mismo Verdi el que salía en la fotografía, pero lo que
ella les dijo fue que no se trataba del famoso Verdi, sino que era un
personaje que vivía cerca de Sant'Agata y que a menudo visitaba al
compositor por las tardes.
Era un hombre muy
ilustrado que residía en la zona. Este personaje y Verdi tenían
numerosas y animadas discusiones. Un día, tuvieron una airada
discusión y este personaje ya no volvió a la casa.
A Paloma le pareció
que no se trataba de un alma en pena sino de la impregnación
energética de este personaje
Hasta el momento la
familia de Verdi se ha negado a continuar con las investigaciones
dentro de la casa.
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