Todo comenzó un día de verano, unos chicos jugaban fuera de la mencionada casa, donde vivía uno de ellos. El amigo se dirigió a la cocina en busca de bebidas y se dio cuenta que los espejos temblaban y hacían un sonido muy extraño. Cuando se lo contó al otro niño, se fueron de ahí, y esperaron a que sus padres volvieran para entrar con ellos de nuevo.
A mitad de la noche, el chico que está de visita, va a la cocina por algo de agua fría. Pero, al faltar solo tres escalones para bajar la escalera, es empujado y cae, al tratar de incorporarse ve en el espejo un hombre de ropa antigua y sucia, extendiendo la mano para agarrarlo, pero muy asustado el jovencito escapa hacia el cuarto de su amigo.
Cuando le contó a su amigo lo sucedido, este le dice que le cree todo porque también lo ha visto, y de esa casa se cuenta que tiempo atrás a causa de un problema de plata, un hermano arrojó al otro por la escalera, matándolo al instante. Desde entonces su fantasma, ha tratado de empujar a cualquiera por las escaleras, creyendo que es su hermano y buscando así venganza por su asesinato.
La familia siguió viviendo allí hasta que un día simplemente se mudaron y nunca más nadie habitó esa casa… que hoy es conocida como “La casa del espejo”.
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