lunes, 3 de octubre de 2016
Paramnesia
El déjà vu (en francés ‘ya visto’) o paramnesia es la
experiencia de sentir que se ha sido testigo o se ha experimentado previamente
una situación nueva. Este término fue acuñado por el investigador francés Émile
Boirac (1851-1917) en su libro L'Avenir des sciences psychiques.
La experiencia del déjà vu suele ir acompañada por una
convincente sensación de familiaridad y también por una sensación de
«sobrecogimiento», «extrañeza» o «rareza». La experiencia «previa» es con
frecuencia atribuida a un sueño, aunque en algunos casos se da una firme
sensación de que la experiencia «ocurrió auténticamente» en el pasado.En
estudios formales, el 60% o más de la población afirma haberla experimentado al
menos una vez. En los últimos años el déjà vu ha sido sometido a seria
investigación psicológica y neurofisiológica. Su explicación más plausible es
que el déjà vu no es un acto de precognición sino más bien una anomalía de la
memoria: la impresión de que una experiencia está «siendo recordada».
Esta
explicación se ve corroborada por el hecho de que en la mayoría de los casos la
sensación de «recuerdo» en el momento es fuerte, pero las circunstancias de la
experiencia «previa» (cuándo, dónde y cómo ésta ocurrió) resultan bastante
inciertas. Asimismo, a medida que el tiempo pasa, los sujetos pueden exhibir un
fuerte recuerdo de haber sufrido la «perturbadora» experiencia de déjà vu en sí
misma, pero ningún recuerdo de los sucesos o circunstancias específicas que
estaban «rememorando» cuando tuvieron dicha experiencia. En particular, puede
ser el resultado de un solapamiento entre los sistemas neurológicos
responsables de la memoria a corto plazo (sucesos que se perciben como
pertenecientes al presente) y los responsables del largo plazo (sucesos que se
perciben como pertenecientes al pasado). Muchos teóricos creen que la anomalía
de la memoria sucede cuando la mente consciente tiene un ligero retraso en la
recepción de las entradas perceptivas. En otras palabras, la mente inconsciente
percibe el entorno antes que la mente consciente. Esto provoca que la propia
consciencia perciba algo que ya está en la memoria, incluso a pesar de que lo
esté sólo un instante de diferencia con la percepción.
Según Arthur Funkhouser hay tres tipos principales de déjà
vu:
Déjà vécu
Normalmente traducido como ‘ya vivido’ o ‘ya experimentado’,
el déjà vécu se describe en una cita de Dickens:
Todos tenemos alguna experiencia de la sensación, que nos
viene ocasionalmente, de que lo que estamos diciendo o haciendo ya lo hemos
dicho y hecho antes, en una época remota; de haber estado rodeados, hace
tiempo, por las mismas caras, objetos y circunstancias; de que sabemos
perfectamente lo que diremos a continuación, ¡como si de pronto lo
recordásemos!
Cuando la mayoría de la gente habla de déjà vu lo que
realmente experimentan es un déjà vécu. Las encuestas han revelado que hasta el
70% de la población ha tenido estas experiencias, normalmente en edades de 15 a
25 años, cuando la mente aún está sujeta a advertir el cambio en el entorno. La
experiencia suele estar relacionada con un suceso muy banal, pero es tan
impactante que se recuerda durante años. El déjà vécu alude a una experiencia
que incluye más que la simple vista, por lo que etiquetarla como déjà vu suele
ser inexacto. La sensación incluye una gran cantidad de detalles, percibiéndose
que todo es exactamente como fue antes. Más recientemente, el término déjà vécu
ha sido usado para describir sentimientos muy intensos y persistentes de un
tipo de déjà vu, que suceden como parte de un desorden de memoria.
Déjà senti
Este fenómeno alude a algo ‘ya sentido’. A diferencia de la
precognición implícita al déjà vécu, el déjà senti es primordial o incluso
exclusivamente un suceso mental, carece de aspectos precognitivos y rara vez
permanece en la memoria de la persona que lo experimenta. El Dr. John Hughlings
registró las palabras de uno de sus pacientes que sufría epilepsia del lóbulo
temporal o psicomotora en un ensayo de 1889:
Lo que ocupa la atención es lo que la ha ocupado antes, y de
hecho ha sido familiar, pero ha estado olvidado durante un tiempo y ahora se
recupera con una leve sensación de satisfacción como si se hubiese estado
buscando. ... Al mismo tiempo, o ... más exactamente en una secuencia
inmediata, advierto sutilmente que el recuerdo es ficticio y mi estado anormal.
El recuerdo siempre empieza gracias a la voz de otra persona o a mi propio
pensamiento verbalizado o a lo que estoy leyendo o verbalizando mentalmente, y
creo que durante el estado anormal suelo verbalizar alguna frase de simple
reconocimiento como «Ah, sí: ya veo» o «Por supuesto, ya recuerdo», pero un
minuto o dos después no puedo recordar ni las palabras ni el pensamiento
verbalizado que dio lugar al recuerdo. Sólo hallo la fuerte sensación de que se
parecen a lo que he sentido antes bajo parecidas condiciones anormales.
Al igual que el paciente del Dr. John Hughlings, algunos
epilépticos del lóbulo temporal pueden experimentar este fenómeno.
Déjà visité
El déjà visité, que se traduce como ‘ya visitado’, es una
experiencia menos frecuente que implica el extraño conocimiento de un lugar
nuevo. Aquí uno puede saber encontrar el camino por una ciudad o lugar nuevo
sabiendo al mismo tiempo que no puede ser posible. Se han invocado a los
sueños, la reencarnación e incluso el viaje extracorporal como explicaciones a
este fenómeno. Además, algunos sugieren que leer una descripción detallada de
un lugar puede desembocar en este sentimiento cuando más tarde se visita. Dos
ejemplos famosos de tales situaciones son descritos por Nathaniel Hawthorne en
su libro Our Old Home y Sir Walter Scott en Guy Mannering. Hawthorne reconocía
las ruinas de un castillo en Inglaterra y más tarde era capaz de rastrear el
origen de la sensación a una obra escrita sobre el castillo por Alexander Pope
doscientos años antes. Jung publicó un relato de un déjà visité en su ensayo de
1952 Sobre Sincronicidad. Para poder distinguir el déjà visité del déjà véçu es
importante identificar la fuente de la sensación. El déjà véçu está relacionado
con las ocurrencias y procesos temporales, mientras el déjà visité tiene más
que ver con la geografía y las relaciones espaciales.
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