sábado, 9 de julio de 2016
Las Pirámides de China
A finales de la II Guerra Mundial el piloto de la US Air
Force James Gaussman realizaba una misión de abastecimiento de víveres y
provisiones a fuerzas del ejército chino. Pero el motor de su aparato empezó a
tener problemas mecánicos que aconsejaron regresar a su base en Assam (Norte de
la India). Para mayor seguridad y tras corregir el rumbo, el avión de James
Gaussman hizo el viaje de regreso a baja altitud.
Después de sobrepasar la
ciudad de Xi’an y con rumbo Sur-Oeste, apareció ante su vista una gigantesca
pirámide. Gaussman no salía de su asombro, y tras hacer varias pasadas sobre la
pirámide tomó varias fotografías que, junto a un detallado informe, entregó a
sus superiores nada más llegar a la base aérea de Assam. Este incidente quedó
olvidado en los archivos de las fuerzas aéreas americanas. Cuarenta años
después volvieron a salir a la luz pública gracias al escritor australiano
Brian Crowley, que publicó una de las fotografías de Gaussman en uno de sus
libros.
Pero no era el primer incidente de esta clase que se
producía por parte de pilotos sobre el espacio aéreo de China, ni tampoco el
último. En marzo de 1.947, finalizada la contienda mundial, el diario New York
Times hacía referencia a un avistamiento efectuado por el Coronel Maurice
Sheehan desde su avión, en el cual y siempre según las declaraciones del
militar, llegó a sobrevolar una gigantesca pirámide que alcanzaría los 300
metros de altitud, siendo cada uno de sus lados de 450 metros. De ser cierta
esta información nos hallaríamos ante la mayor pirámide del mundo, destronando
por K.O. a la mismísima Gran Pirámide de Giza en Egipto con sus 147 metros de
altura y los 320 metros de cada uno de sus lados, 202.500 metros cuadrados de
superficie de la pirámide china contra los 52.900 metros cuadrados de la Gran
Pirámide egipcia. Existen numerosas denuncias de la presencia de pirámides
sobre territorio chino realizadas por numerosos pilotos, e incluso fotografías
realizadas más recientemente por satélites espías americanos. Pero las
autoridades chinas siempre han negado incomprensiblemente la existencia de
estos monumentos.
A comienzos del siglo XX, diferentes exploradores y
comerciantes como los alemanes Frederick Schroeder y Oscar Maman dieron
testimonio de la presencia de no una, sino numerosas pirámides alrededor de la
ciudad de Xi’an, haciendo especial hincapié en una de ellas, una construcción
colosal que al igual que el testimonio del piloto norteamericano Maurice
Sheehan, alcanzaba los 300 metros de altitud y algo más de 400 metros de lado.
Según información recogida de algunos de sus acompañantes nativos, esta
construcción tenía más de 5.000 años. Poco después Segalen, otro explorador
alemán, alcanzó en 1.913 la que al parecer fue la Pirámide del Emperador Shi
Huang-ti, el mítico Emperador Amarillo. En su diario anotó que la pirámide
alcanzaba los 48 metros de altura y cada uno de sus lados tenía 350 metros. Del
mismo modo constató la presencia de otras muchas pirámides más, algunas de
enorme tamaño y de una antigüedad imposible de calcular.
A pesar de toda negativa del gobierno chino a que se
investigue la presencia de estas pirámides, existe suficiente documentación
histórica que conduce a la posibilidad de que algunas de estas construcciones
fuesen realizadas durante el siglo III a.C. y más concretamente durante el
período de reinado de Shi Huang-Ti de la Dinastía Qin (259-210 a.C.). De este
personaje de leyenda, apodado el Emperador Amarillo, se ha escrito todo tipo de
historias y fantasías. Pero lo que sí es cierto es que durante su gobierno,
iniciado a la temprana edad de 13 años, fueron realizadas las mayores y más
importantes construcciones de la historia de China. A él le debemos la
edificación de la Gran Muralla China o el Ejército de Terracota desenterrado en
su mausoleo, compuesto por 8.000 estatuas humanas, cada una con sus rasgos
propios y docenas de caballos y carros descubiertos en 1.974. Pero tal vez una
de sus más espectaculares obras fue la que describe el historiador chino Sseuma
Ts’ien (135-85 a.C.). En ella empleó a 700.000 trabajadores en la construcción
bajo una gran pirámide en el Monte Lishan de su tumba, cerca del mausoleo donde
fue descubierto el Ejercito de Terracota. Bajo la pirámide, cientos de metros
de galerías y pasillos repletos de los más increíbles tesoros rodeaban la
cámara funeraria del emperador. Ordenó posteriormente recubrir toda la
construcción de tierra y colocar plantas sobre ella para poder camuflarla como
una elevación natural del terreno. Según Sseuma Ts’ien la pirámide alcanzaba
los 48 metros (los mismos que Segalen dejó anotados en su diario en 1.913).
El inicio de la historia imperial china data del año 2197
a.c , con la dinastia “hia”. Se sabe que antes de eso china estaba regido por
una especie de sistema feudal, (época de la cual tampoco se tiene mucha
información), pero desde ese punto en el tiempo hacia atrás no se sabe
prácticamente nada…la única fuente de información que hay al respecto son las
leyendas del folklore chino, que nos hablan de soberanos maravillosos y
poderosos reinos mucho antes de los emperadores, situados en fechas que la
ciencia oficial tacha de fantasiosas…
A principios de los 80 una expedición inglesa se adentro
furtivamente a la zona de Xiang restringida por el gobierno con el fin de
realizar análisis a la pirámide…se tomaron muestras del suelo y se descubrió
una entrada tapada por una enorme losa cubierta de tierra y pasto…pero el
hallazgo mas sorprendente lo hallaron en una excavación realizada en uno de los
costados de la pirámide; de la fosa extrajeron una daga cubierta de herrumbre.
Días mas tarde en el Museo de Londres la daga fue cuidadosamente analizada…los
análisis arrojaron una fecha de ¡8.000 años de antigüedad sobre el objeto!
En 1990 una expedición buscaba fósiles de dinosaurios en una
zona cercana a una pirámide. De pronto dieron con un antiguo cofre deteriorado
por los siglos…en el interior hallaron una vieja tela, esta envolvía un objeto
de metal…era una especie de cetro finamente labrado, y aunque parecía muy
antiguo la herrumbre que lo cubría era muy poca, la analizarlo junto con la
tela y el cofre y todos dieron una antigüedad entre 10.000 y 8.000 años de
antigüedad. Además no se pudo identificar el metal del que estaba forjado el
cetro…habían dado con un material desconocido por la ciencia moderna…
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