jueves, 7 de julio de 2016
La Raza Inmortal
Se dice mucho por parte de los
estudiosos de los hijos de Seth, algunos de los gnósticos cristianos
dicen que Seth es el tercer hijo de Adán y Eva y que era totalmente
diferente a sus hermanos Caín y Abel y se dice que este fue de los
pocos personajes bíblicos que disfrutó sin ningún problema el
reino divino y convivió con los personajes celestiales.
Se dice que estuvo entre nosotros los
hombres viniendo como un mensajero de parte de la luz, se dice que
era un redentor y que este venía de un mundo más allá de nuestro
mundo; se dice por aprte de un manuscrito egipcio de reciente
descubrimiento que Seth era de “la raza inmortal que vino de tres
mundos anteriores”.
Para los egipcios antiguos Seth era un
dios que venía del cielo, era uno de los doce dioses y diosas
pertenecientes al panteón egipcio y era uno de los hermanos de
Osiris, quien era el Dios principal para los egipcios, se dice que
fue al que mató y desmembró; es por esto que Seth es una figura muy
conocida, sobre todo como una fuerza malvada y perversa; sin embargo
debemos comprender que la muerte de Osiris por su hermano Seth
comprende a la iniciación egipcia, a la muerte que experimente el
iniciado para poder resucitar como un nuevo hombre; se dice que
precisamente Seth es la figura más misteriosa para los egipcios, y
era comprendido como el némesis de Osiris, estas dos divinidades
eran algo así como el ying y el yang egipcio; Se habla de él por
parte de los jeroglíficos antiguos diciendo que era el portador de
una cultura increíble; y que es el personaje que viene a destruir lo
viejo para sembrar nuevas semillas. Se dice que es un personaje duro
e implacable, se habla de su persona como muy cruel y se dice que es
el hermano obscuro de Osiris y se dice que es el que guía a la gente
nueva que llega al más allá.
Se dice que la raza que dejó Seth como
legado en la tierra es la de dioses y semidioses que inician los
misterios egipcios,, se dice que fueron los culpables de traer el
origen de los tiempos, el conocimiento y se dice que son quienes
ayudan a los hombres a elevarse sobre la faz de la tierra.
Se incorpora a este personaje por parte
de los judíos a su propia cultura, y se le reconoce como uno de los
ángeles caídos en la tierra, de esos personajes rebeldes cuya
historia se encuentra en los libros apócrifos de Enoc judíos y de
los jubileos; en los cuales se cuenta como Azazel, quien era el jefe
de los hijos de dios cayó del cielo por desobedecer al “Altísimo”,
estos seres conocidos como ángeles caídos convivieron con los
humanos al grado de casarse y formar una vida normal como la de un
hombre común y corriente; y así fue como se convirtieron en padres
de una raza superior en cuanto a conocimientos y habilidades mágicas.
Incluso los mismos esenios creían que
sus dotes curadoras habían sido otorgadas por estos ángeles caídos,
por parte de los personajes del Nag Hammadi se le representaba a Seth
como un ser de luz y no de obscuridad como lo creían los egipcios;
se dice que este personaje fue enviado a la tierra para así poder
ayudar a los humanos, era un portador de luz, y así ayudar a la
humanidad para liberarse.
Los Niños de Seth han nacido al mundo
con un patrimonio de conocimientos y poder innatos acreditados por su
pertenencia a otra raza. Ellos son los Antiguos, ya iluminados y con
acceso a facultades psicoespirituales que pertenecen a un mundo
distinto, a un tiempo diferente al nuestro y que les confiere el
derecho y la obligación de gobernar.
Los Niños de Seth tenían la
reputación de ser unos grandes astrónomos, lo que nos recuerda a
Pitágoras, el maestro iniciado en los Misterios Solares de Egipto,
quien tenía unos conocimientos astronómicos sorprendentes. Aunque
vivió 700 años antes, fue más explícito que los gnósticos al
referirse al origen extraterrestre de los dioses. Respecto al alma,
Pitágoras afirma que “emana de un orden espiritual invariable y
más elevado, así como también de la evolución anterior, de un
sistema solar extinto y ha habitado muchos otros sistemas solares
parecidos”. El destino del hombre ha de ser elevarse por encima de
él mismo, más allá de la luna, más allá de las órbitas de los
planetas más lejanos, más allá de este sol y de las estrellas,
para volver al mundo que es el auténtico hogar y que permanece lejos
de este sistema solar, en las profundidades del universo.
Incluso se dice que los Annunaki
sumerios se tratan de la misma raza que los hijos de Seth egipcios.
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