martes, 5 de julio de 2016
La Novia De Culiacán
Siempre vemos acá leyendas
sorprendentes, interesantes y llenas de misterio, pero pocas veces
nos topamos con leyendas “Vivas”; me refiero a esas que relatan
la historia de alguien a quien aún se le recuerda, con quien muchos
hasta llegaron a tropezarse… Tal es el caso de la leyenda de “La
Novia de Culiacán”.
Particularmente ya había escuchado al
respecto pero no me había detenido a saber más. Imaginaba que se
trataría de una historia como la de “La llorona” o alguna
entidad de la que nadie tiene certeza del momento exacto en el que
vivió. Hasta que me enteré que era una especie de ícono para
Culiacán… Ahí sí me interesó… Y me conmovió…
No se trata de una entidad,-Pensé- Es
una leyenda viva… Todo comenzó alrededor de los años 50 aunque
muchos aseguran que fue exactamente en el año 48 cuando Lupita y
Jesús decidieron casarse. Ya tenían un tiempo de novios y todos
hablan de su noviazgo como un amor que inundaba los espacios.
Lupita, enamorada como nadie, comparte
su dicha con su amigo de la infancia, Ernesto, a quien quería y
consideraba mejor amigo. Eh aquí el error… Pues Ernesto estaba
enamorado de Lupita, quizás desde siempre, y la noticia de su
matrimonio con Jesús lo entristeció, pero no se lo demostró a
Lupita, quien siguió feliz con sus trámites de boda.
Todos cuentan que el gran día llegó,
era domingo y la Catedral de Culiacán estaba repleta y con los
mejores adornos. Y llegó bellísima Lupita, de blanco y desbordando
felicidad, aunque a muchos les pareció mal presagio que llegara la
novia antes que el novio, sin embargo Lupita esperó y nada podía
desestabilizarla entonces pues sabía que Jesús, su amado no le
fallaría. Y así fue. Jesús llegó pero justo al entrar, también
llegó Ernesto, quien de un disparo en la cabeza dio muerte al novio…
Hay quienes dicen que Ernesto huyó de
la Iglesia enloquecido, otros dicen que tras disparar a Jesús se
disparó a sí mismo y murió también… Lo cierto es que ese día,
Lupita se quedó sin habla y con la mirada perdida, hasta el
siguiente domingo que se puso su vestido blanco de nuevo y se fue,
caminando hasta la catedral de Culiacán, y así cada domingo durante
unos 30 años, hasta que murió, alrededor de los 80.
Lupita Leyva Flores, la “Novia de
Culiacán”, representa hoy día para ellos la esperanza, pues dicen
que cada domingo llegaba con su más preciado traje a la Catedral,
sólo por la esperanza de que Dios le retornaría el Amor perdido
aquél domingo de su boda.
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Hola!
ResponderEliminarEsta entrada la tomaron de mi sitio web sin mi permiso, por lo menos podrían poner la url origen si no es molestia?
http://cazamitos.com/leyendas-urbanas/la-novia-de-culiacan/