sábado, 9 de julio de 2016
Croatan: La Leyenda de la Colonia Perdida
Esta historia comienza en 1585, cuando el comandante Arthur
Barlowe, junto con un grupo de pioneros, arribó en la isla de Roanoke, frente a
las costas de la actual Carolina del Norte, en EE.UU financiados por Sir Walter
Raleigh, que estaba convencido de la conveniencia para Inglaterra de establecer
un imperio más allá de los mares desde el que explotar las riquezas del Nuevo
Mundo y atacar las posesiones y flotas españolas.
A pesar de que en un primer momento la relación con los
nativos no era mala, pronto se truncó y comenzaron las tiranteces; así que
cuando el corsario Sir Francis Drake arribó en la isla en 1856, el pequeño
grupo de expedicionarios partió rumbo a Inglaterra con el pirata.
Poco después, Sir Richard Grennville volvió a la isla con
provisiones para el pequeño grupo de colonos, pero al no encontrar a nadie allí
volvió a Inglaterra, no sin antes dejar en la isla a un pequeño grupo de
soldados que se encargarían de guardar la colonia y las provisiones que allí
quedaban hasta su vuelta.
Se cree que estos hombres sufrieron las constantes
acometidas de los indios locales y partieron de vuelta a Inglaterra, aunque lo
cierto es, que nunca más se volvió a saber nada de ellos, ni se encontró rastro
alguno de su paradero cuando los ingleses volvieron a la colonia.
Un año después, el 22 de julio de 1587, un grupo de 118
colonos formado por 90 hombres, 17 mujeres y 11 niños llegaron de nuevo a la
isla de Roanoke desde Inglaterra, con la intención de llevar a cabo un segundo
intento de colonizar la isla y establecer un asentamiento permanente en las
Américas que sirviera de enclave a Inglaterra para acometer contra los
Españoles. El viaje estaba comandado por el Gobernador John White y financiado
por el magnate Sir Walter Raleigh con el apoyo y patrocinio de la corona
inglesa.
El 18 de agosto nacía la nieta del Gobernador John White,
siendo el primer colono ingles nacido en América, la llamaron Virginia, igual
que el nombre de la colonia.
Aunque las relaciones de los ingleses con los Croatan, una
de las Tribus indígenas de la isla, eran de colaboración, pronto comenzaron los
problemas a raiz de que el colono George Howe apareció muerto en la orilla de
la playa tras haber salido a cazar cangrejos. Comenzó a especularse con la
posibilidad de que alguna de las tribus de la isla le hubiese asesinado así
que, ante el desagradable acontecimiento, y unido a que los recursos de la
colonia comenzaban a escasear, el Gobernador John White dejo atrás a su hija y
su nieta y se embarcó rumbo a Inglaterra para informar a la reina Isabel I de
la situación de la colonia y recoger algunos suministros
Cuando White regresó a Londres, se vio atrapado en la
capital británica por la guerra contra España y la falta de fondos por parte de
la corona. Los meses pasaban y White, Raleigh y los demás socios de la
expedición, se mostraban incapaces de organizar una flota. Primero, por el
temor de los capitanes a cruzar el Atlántico en invierno y, después, por la
llegada de la Armada Invencible. La amenaza española obligó a dedicar todos los
barcos disponibles a la guerra con España. Los propios White y Raleigh tuvieron
que participar en la defensa de Inglaterra por lo que volver a la colonia no
sería posible hasta que la contienda terminase. Pasaron tres largos años hasta
que John White pudo pisar de nuevo la isla de Roanoke, fue el 18 de agosto de
1590, justo cuando su nieta cumplía 3 años… y entonces comenzó el misterio:
Los colonos que allí se habían quedado hacia tres años,
habían desaparecido sin dejar rastro. Las casas de dos plantas y techos de paja
que se habían construido estaban totalmente desmanteladas y los establos, donde
se alojaba el ganado, estaban vacíos. No había indicios de batalla, ni de
muerte u hostilidades. Lo único que fue encontrado en el lugar fueron dos
tumbas y una misteriosa palabra escrita en un poste de la fortaleza con la
palabra “CROATOAN” y las letras “CRO” talladas en la corteza de un árbol
cercano. Eso fue lo único que quedó de una población de más de 100 personas.
White había acordado con los colonos que si algo les
ocurría, grabaran una cruz de malta en algún árbol cercano junto con el nombre
del lugar al que habían marchado para indicar que su desaparición podía haber
sido forzada y tener una manera de poder localizarlos. Aunque no había ni
rastro de la cruz, el gobernador White asumió que se habían mudado a la isla de
los Croatan, aunque no pudo llegar hasta ella pues se avecinaba una fuerte
tormenta y los hombres de la expedición rechazaron continuar el camino. Tras su
regreso a Inglaterra, White fue incapaz de dar una explicación del paradero de
los colonos o de lo que allí podría haber pasado en durante los tres años que
duró su ausencia. No pudo reunir de nuevo los fondos necesarios para volver a
América, donde se habían quedado su hija y su nieta y nunca más se volvió a
saber nada de ellos.
¿Qué ocurrió allí?
Las hipótesis se sucedieron desde entonces tratando de
encontrar una explicación sobre el destino y el paradero de la “colonia
perdida”.
La primera idea fue que los colonos, ante la posible falta
de alimentos y otras provisiones, se mudaran a la capital de los Croatoans que
eran los indígenas de la isla. Aunque entonces, no se entiende por qué alguien
escribió solo “Cro” en uno de los árboles, lo que podría indicar que la colonia
se había ido de manera tan apresurada que, quien fuera, no fue capaz de
terminar de escribir el mensaje.
También se especuló con la posibilidad de que tuvieran que
huir ante un ataque externo, bien por parte de los nativos o de los españoles,
pero no se halló ninguna cruz de malta en el asentamiento tal y como habían
pactado con el Gobernador para indicar que habían sido víctimas de algún tipo de
ataque así que esta teoría tampoco es muy convincente.
Se pensó en la posibilidad de que los colonos hubiesen
decidido emprender el viaje de vuelta a Inglaterra aunque tampoco es
concluyente, pues hubiesen dejado constancia de sus planes y de la fecha de su
partida.
LA HIPÓTESIS MAS LÓGICA:
A principios del siglo XVIII, unos exploradores que
recorrían el río Lumber, descubrieron, para su sorpresa, unos indios de ojos
grises que hablaban una lengua que se parecía al inglés. Eran conocidos como la
tribu de los Lumbees. Los indios de esa tribu aseguraban que sus antepasados
podían «hablar en un libro», expresión con que los exploradores entendieron que
sabían leer.
Tenían rasgos típicos caucásicos como una piel que variaba
desde morena a muy blanca e indios con el pelo rubio y los ojos azules, rasgos
que no son muy normales entre las tribus de la zona. Además, de los 95
apellidos de los colonos perdidos de Roanoke, nombres como Sampson, Costmore y
Locklear, no menos de 41 pueden hallarse entre los Lumbees.
Nadie conoce la verdadera historia de esta tribu, pero con
el transcurso del tiempo, se ha ido formando una teoría que parece ser, hasta
el momento, la más coherente de todas las que han intentado explicar la
misteriosa desaparición de la colonia perdida y de esa curiosa palabra que
apareció en el lugar de la desaparición.
Se cree que los indios de la Tribu Lumbee pueden ser
descendientes de los expedicionarios ingleses que desaparecieron sin dejar
rastro en 1591. El río Lumber está a unos 320 kilómetros de la isla Roanoke y
parece lógico pensar que quizás los colonos, por motivos que nunca conoceremos,
se mudaron de localización en los años que tardó en volver el Gobernador White
y se integraron con los indígenas del lugar.
CROATOAN, UNA PALABRA QUE ACOMPAÑA AL MISTERIO
Realidad y leyenda se entrecruzan de tal manera que no es
posible saber donde termina la historia real y donde empieza el mito, pero la
palabra CROATOAN no solo se encontró en la isla de Roanoke sino que a lo largo
de la historia a acompañado al misterio y la desaparición:
Poco antes de su muerte en 1849, Edgar Allan Poe fue
encontrado deambulando por las calles de Baltimore susurrando la palabra
“Croatoan” después de unos días en que había estado desaparecido, sin que, a
día de hoy, se conozca el paradero de donde estuvo durante aquellos días.
También estaba rayada en la pared de la celda donde el
famoso asaltador de diligencias Negro Bart estaba justo antes de ser puesto en
libertad y desaparecer tras ello y no saber nunca más de él en 1888;
Fue encontrada tallada en el poste de la cama, donde el
célebre autor de historias de terror Ambrose Bierce, durmió antes de su
desaparición en México en 1913;
Estaba escrita en la última página del diario de a bordo del
buque Carroll A. Deering cuando encalló en 1921, sin nadie a bordo, en el cabo
Hatteras, no muy lejos de lo que había sido Roanoke Island.
Por último, esta palabra también se encontró garabateada en
la revista de Amelia Earhart después de su desaparición en 1937.
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