Primavera de 1944, las fuerzas Aliadas comenzaron una serie
de operaciones de desembarco anfibio en Nueva Guinea Occidental para desterrar
a las fuerzas japonesas de dicho territorio, sin embargo, después de más de 70
años, una pequeña fuerza japonesa aun sigue presente.
En el teatro del Pacifico, las fuerzas japonesas se habían
acomodado en Nueva Guinea, fortificando algunas zonas para prevenirse ante
inminentes ataques llevadas a cabo por parte de Estados Unidos, una de esas
zonas fue la ciudad portuaria de Hollandia (hoy conocida como Jayapura). La
ciudad se fortifico con una línea defensiva que albergaba algunos búnkeres,
cañones costeros y cañones AA, operadas por alrededor de 14,000 soldados
japoneses.
Para inicios de 1944, las fuerzas estadounidenses planearon
una serie de operaciones para sacar a las fuerzas japonesas de Nueva Guinea y
así librar aun más su paso para llegar a Japón, sus objetivos principales se
centraron en Hollandia y Aitape, puntos estratégicos que debían ser tomados
para poder lograr hacer retroceder a los japoneses. Para ello, se creó la
"Operación Reckless", la cual tenía como objetivo transportar una
serie de tropas lo más cerca posible de Hollandia y desembarcarlas, mientras
que en Aitape, la Real Fuerza Aérea de Australia (RAAF) se encargaba de
eliminar las posiciones defensivas enemigas. Ambas operaciones serian parte de
la "Campaña en Nueva Guinea".
La Operación Reckless se llevo a cabo en la segunda semana
del mes de marzo, donde alrededor de 50,000 hombres desembarcaron cerca de
Hollandia, acompañados por 200 unidades de las fuerzas navales. El ataque fue
rápido y tomo por sorpresa a los aproximadamente 14,000 soldados japoneses que
se encontraban en la zona.
Muchos de los soldados japoneses no pudieron reaccionar al
inminente ataque estadounidense, entre ellos, se encontraba un pequeño grupo de
soldados que tenia la tarea de ocupar un cañón AA y defender la ciudad de los
cazas aliados, sin embargo, fueron abatidos repentinamente poco antes de llegar
a su posición.
La operación finalizo el 26 de abril de 1944, cuando
Hollandia se aseguro totalmente junto con algunas zonas de sus alrededores.
Después de eso, la población pudo volver a sus hogares más tranquilos, creyendo
que los japoneses finalmente fueron expulsados de la ciudad, o al menos eso
esperaban.
Cuando la guerra finalmente termino, la población de
Hollandia comenzó a vivir atemorizada, ya que a medianoche, se escuchaba el
marchar de algunos soldados, que según los pobladores, eran aquellos soldados
japoneses que las fuerzas aliadas habían eliminado antes de que ocuparan el
cañón. Dichos soldados marchaban hasta la ubicación del cañón AA que se les
había asignado y tal como en su momento, lo preparaban y aseguraban para
aguardar ante un inminente ataque aliado.
En 1956, los pobladores que vivían cerca a la ubicación del
cañón AA, pidieron que el cañón fuera exorcizado, dando como explicación, que
cada día sin falta a la medianoche, aquellos espíritus de los soldados
japoneses aparecían para ocupar el cañón, esperando que aquel ataque que se
llevo a cabo en la primavera de 1944, ocurriera. Además, agregan que conforme
pasaba el tiempo, los espíritus de aquellos soldados comenzaban a perder su
piel, dejándose ver cada vez más sus huesos, hasta tal punto que se
convirtieron literalmente en esqueletos vivientes, así mismo su uniforme
también parecía sufrir el paso del tiempo ya que se comenzaba a desgastar y era
cada vez más común ver rasgaduras y partes faltantes.
El exorcismo se llevo a cabo y aunque hoy en día este evento
ha dejado de ser común, se dice que aun es apreciable escuchar la marcha de
esos soldados, dirigiéndose a aquel oxidado y viejo cañón.
Esta historia ha pasado a convertirse en una leyenda de guerra y se le nombro como "los soldados del eterno cañón antiaéreo", y, según algunos, este evento no dejara de ocurrir hasta que los espíritus de esos soldados japoneses descubran como fue que murieron.
Fuente: Leyendas, Mitos, Misterios y Enigmas del Mundo
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