martes, 1 de septiembre de 2020
El Enigma de las Rocas Deslizantes del Valle de la Muerte
El fenómeno de las
rocas deslizantes, como se conoce popularmente, es una de las cosas
más curiosas que he encontrado en los últimos tiempos. Rocas desde
200 gramos hasta 300 kilos, se deslizan a su antojo por la superficie
yerma de Racetrack Playa, un lago desecado en el Valle de la Muerte
(California). Este lugar es el punto más bajo de Estados Unidos y
donde se suelen alcanzar las temperaturas más elevadas de todo el
país. Los primeros estudios sobre este suceso se dieron allá por la
década de los años cincuenta, aunque ya existen observaciones
documentadas desde el año 1915.
Decenas de geólogos
y estudiosos han tratado desde entonces dar una explicación sensata
a este fenómeno, aunque por el momento, todas y cada una de ellas
han ido siendo descartadas tras probar su imposibilidad. Lo único
que parece claro es que las piedras se deslizan en los periodos de
lluvias, puesto que los surcos que dejan son suaves y se deduce que
se forman sobre el barro.
La acción humana
está descartada, puesto que está prohibido entrar en el lago en
esas épocas porque las huellas producidas sobre la superficie pueden
permanecer allí durante años, rompiendo de ese modo la naturaleza
del lugar. Y esas huellas delatarían el movimiento humano alrededor
de las rocas. Aclaro que este es uno de los lugares más secos de
Norteamérica y que las escasas lluvias tan solo caen en los meses de
invierno, pero cuando esto sucede, gran parte de la superficie del
lago se llena con una fina capa de agua de apenas unos centímetros.
Descartada la mano del hombre, paso a otras teorías.
Movimientos
sísmicos. Esta fue una de las primeras teorías, aunque pasados los
años, la tecnología ha demostrado que las piedras se siguen
moviendo sin ningún registro sismológico.
Movimientos causados
por el hielo y la acción del viento. Esta teoría ha sido la que más
fuerza a tomado durante muchos años. Se decía que al helarse la
capa de agua, los fuertes vientos movían las rocas de lugar. Claro
está que no hay que ser un lumbreras para saber que las piedras
deberían de estar sobre el hielo, y no unidas a él. Además,
estudios posteriores han demostrado que no existen vientos tan
fuertes en la tierra para poder mover piedras de ese tamaño. Otros
estudios posteriores marcaron grupos de piedras dentro de círculos y
pasado un tiempo, algunas piedras de esos círculos se habían
deslizado y otras no, y curiosamente, algunas lo habían hecho en
direcciones opuestas, de modo, que la teoría del hielo queda también
totalmente descartada.
En este punto aclaro
un poco el movimiento documentado de las rocas. Algunas de ellas se
han llegado a deslizar más de cuatrocientos metros, otras, apenas
unos centímetros. Las trayectorias que trazan son totalmente
dispares y aleatorias, es cierto que muchas piedras trazan
trayectorias paralelas y exactas, pero tarde o temprano se acaba por
romper la simetría y cada una acaba por un lado. Incluso en algunos
estudios, en los que las piedras fueron marcadas, una de ellas
desapareció sin rastro y apareció mucho tiempo atrás en la punta
opuesta del lago.
Movimientos por
atracciones magnéticas, es cierto que las entrañas de este lugar
son bastante inestables y están surcada por muchas fallas, donde los
movimientos del magma son más superficiales y las atracciones
magnéticas pueden ser más grandes que en otros puntos, aunque esta
teoría, al igual que la de los movimientos sísmicos, también han
sido descartadas gracias a la moderna tecnología, que ha probado que
ni de lejos, esto sería capaz de mover esas piedras.
Y por último y
posiblemente la más sensata y simple, movimiento por gravedad. Las
observaciones muestran que la gran parte de las piedras se mueven
hacia el centro del lago, el desnivel de toda la superficie es apenas
imperceptible. Hasta aquí bien, si no fuera porque NO todas las
piedras lo hacen, algunas de ellas se mueven en sentido contrario o
incluso vuelven sobre sus mismos rastros en sentido contrario al que
lo hicieron algún día. Pero aquí entra de nuevo el agua, supongo
que cuando llueve, al estar la tierra muy agrietada, el agua se cuela
hasta una profundidad considerable, cuando se vuelve a secar, primero
lo hacen las capas superiores que en cierto modo, sellan a las capas
inferiores, esto hace que se creen pequeños montículos que con el
paso de los años pueden tener la pendiente suficiente para que la
sola gravedad deslice las piedras.
Cuando las piedras están en la
zona alta de esos montículos, lógicamente se deslizan hacía el
centro del lago, pues el desnivel de este ayuda a que vayan hacia esa
dirección, en cambio, si están en el lado opuesto del montículo,
se deslizan en sentido contrario. Esta teoría también explicaría
porque viajan paralelamente en muchos casos y en otros no. También
explicaría porque algunas piedras se mueven y otras que están junto
a ellas no lo hacen, los pesos y los tamaños son decisivos en estos
casos.
Se podría pensar
que la superficie de este lago está viva en cierto modo, y que los
aleatorios abombamientos y aplanamientos son los que mueven a su
antojo a todas estas rocas. Aunque claro, esto está sin probar
todavía porque los procesos son tan lentos que no es nada fácil.
Los lugareños no se
complican tanto la vida, y atribuyen estos movimientos a los
espíritus de los antiguos guerreros indios que por algún motivo,
quedaron atrapados en estas enigmáticas rocas.
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