Dicha palabra se ha extendido por todo el continente africano para referirse a la medicina tradicional africana, que incluye la curación tanto física como espiritual, y en la que se trabaja con diversas plantas y productos extraídos de animales para confeccionar toda clase de remedios: desde un dolor de muelas hasta para tratamientos para potenciar el vigor sexual.
Otra cosa son los muti “de muerte” o “medicina asesina” que son hechizos en los que la muerte y/o la mutilación forman parte de los ingredientes que los integran. Este tipo de muti no están considerados como sacrificios humanos ni tampoco tienen ningún tipo de naturaleza religiosa.
Las víctimas suelen ser o muy jóvenes o ancianos (tanto hombres como mujeres), a menudo asesinados para obtener sus partes blandas: párpados, labios, escroto, lengua, pechos y a veces miembros enteros (dedos, brazos, piernas).
La mayoría de las veces estas amputaciones se hacen en vivo ya que existe la creencia de que cuanto más fuerte grite la víctima más poder tendrá la parte amputada, y por consiguiente más fuerte será el poder del hechizo.
Este tipo de hechizos se cree que incrementan las posibilidades de éxito en los negocios, poder en el ámbito político, mayores cosechas en la agricultura y que potencia la protección ante conflictos bélicos.
Como dato alarmante diré que la estadística actual dice que en Sudáfrica y Mozambique una de cada cinco personas que habitan las zonas rurales han sufrido una mutilacion por esta causa.
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