domingo, 3 de marzo de 2019
Baku: El Devorador de Sueños
Según la
superstición popular, las pesadillas son causadas por espíritus
malignos. Existe una criatura proveniente del más allá llamada
Baku, el devorador de sueños, que tiene el poder de anular los
sueños.
Una antigua leyenda
oriental dice que si te despiertas en mitad de la noche, des pues de
haber tenido una terrible pesadilla, debes hundir tu cara en la
almohada, y susurrar tres vecese “BaKu-San, ven a comerte mi sueño”
“Baku-San ,ven a comerte mi sueño” “Baku-San, ven a comerte
mi sueño” Si tu deseo se cumple, el monstruoso Baku vendrá a tu
habitación y aspirará tu mal sueño. Pero cuidado, has de asumir
riesgos, el Baku no puede invocarse sin precauciones. Un Baku
demasiado hambriento puede no quedar satisfecho con un único sueño,
y podría aspirar también tus esperanzas y ambiciones, dejándote
vacío de todos tus sueños, los buenos y los malos.
Cuerpo de oso, nariz
de elefante, patas de tigre, cola de buey, y ojos de rinoceronte.
Cuentan que cuando los dioses terminaron de crear a los animales,
cogieron las partes sobrantes y las unieron para crear al Baku.
El baku se confunde
a veces con otro animal mitológico chino, el hakutaku (llamado bai
ze en chino). De hecho, en el templo Gobyakukan-ji de Tokyo, hay una
estatua llamada el Rey Baku, que fue originalmente la estatua de un
hakutaku.
Como muchas
criaturas del folklore, los baku han cambiado a lo largo del tiempo.
En las antiguas leyendas chinas, los baku eran cazados por sus
pieles. Se decía que usar una manta hecha de piel de baku funcionaba
como talismán contra las enfermedades y la malicia de los malos
espíritus. Debido a la escasez de piel de baku, se terminó
conviniendo que colocar una imagen de un baku sobre la cama
garantizaba la misma protección. Durante la dinastía Tang (618 –
907), los biombos con dibujos de baku eran un objeto popular.
De algún modo, la
leyenda se transmitió a Japón, donde la criatura se asoció al
comesueños por el que se le conoce hoy en día. La leyenda del baku
como comesueños sigue presente en Japón desde que fue adoptada. Hay
varias formas de invocar a un baku. En Fukushima se dice que si tras
despertarte de un mal sueño dices “Doy este sueño al baku”,
entonces ese sueño no te volverá a molestar. En otras prefecturas,
si repites “Baku-san, ven a comerte mi sueño” tres veces
seguidas, invocas al baku para que venga a comerse tus pesadillas.
Durante el periodo
Muromachi (1337 – 1573) en Japón, se hizo popular para la gente en
su lecho de muerte el sostener una imagen de un baku como talismán
contra los malos espíritus. Y durante el periodo Edo (1603-1868) se
vendían almohadas con forma de baku, que se decían que protegían a
su dueño de los malos sueños.
Aun a día de hoy,
son muchos los niños japoneses que duermen sobre una almohada en la
que hay un baku dibujado o bordado, para que los protejan de las
pesadillas mientras duermen.
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