jueves, 9 de febrero de 2017
Rostros Humanos Sobre Un Hueso del Neolítico
Estamos ante las creaciones artísticas talladas en madera
más perfectas encontradas hasta la fecha, talladas en pleno Neolítico.
¿Dónde? Pues en un hueso de uro, que es el antepasado del
toro, y que podía llegar a pesar hasta mil kilos. Vamos, un bicharraco con los
huesos lo suficientemente grandes como para poder grabar en ellos lo que se
estimase oportuno, aunque en este caso la pieza tenga unas medidas de 51
milímetros de largo, 17 de ancho y 7 de grosor.
Pues bien, pese a que el hallazgo se produjo en 2009 en la
región de Tell Qarassa, al sur de Siria, no ha sido hasta ahora que se ha dado
a conocer.
La cuestión, según ha publicado la revista Antiquity, es que las
comunidades que habitaban la zona utilizaban estos huesos como parte de los
rituales mortuorios que celebraban, ya que en los mismos representaban el
rostro del difunto, o pasajes de su vida, para que así no se perdiese su
memoria al dar el paso hacia el más allá.
A este respecto, uno de los
coordinadores del proyecto, el investigador de la Institución Milá y Fontanals
de Barcelona -del CSIC-, el arqueólogo español Juan José Ibáñez, que ha viajado
a la zona en varias ocasiones, aparte de este hueso de uro también descubrió
once cráneos deformados por los golpes que se les infligió durante la
celebración, según todo indica, de uno de esos rituales a los que antes
hacíamos alusión.
Es el primer ejemplo, además, del paso de la vida nómada de
estas comunidades a un incipiente sedentarismo.
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