El 16 de diciembre de 2012, el diario panameño El Siglo
ofrecía la siguiente noticia: “Vanessa Bolano es una reportera de la filial
WGNO de Metairie, perteneciente al canal ABC, acudió a Nueva Orleans, pues
quería mostrar la casa más embrujada de esa ciudad y una de las 10 más
terroríficas del mundo. Lo que vería después de narrarlos extraños fenómenos
que suceden en esa casa de Louisiana le eriza los pelos a cualquiera: un
extraño espectro hizo acto de presencia en la grabación.
En la residencia a la que acudió Bolano habitan,
supuestamente, doce fantasmas. Semejante rincón en medio de la América rural es
un buen material para cualquier parapsicólogo. Según publicó el Daily Mail,
Bolano hacía su debut como reportera durante el poltergeist y ni ella ni su
cámara percibieron nada extraño en el ambiente. En un elegante dormitorio de
diseño francés hizo su aparición el ente. Ahora bien, la hacienda Myrtles de
San Francisville, el lugar del fenómeno en cuestión, no es un sitio
recomendable para los miedosos. Los especialistas aseguran que está embrujado’
después de que en su interior se cometieran doce asesinatos. Los visitantes
comentan que en sus estancias se escuchan pisadas, que vagan espíritus de niños
y que en sus inmediaciones se sienten los lamentos de esclavos afroamericanos.
Cabe decir en este caso que los supuestos fenómenos extraños
no han desaparecido. Al contrario se mantienen pese a que la citada hacienda
lleva ya 218 años en pie. Tampoco es extraño tanto ajetreo, a la vista de que
son 12 los fantasmas que la habitan, siempre según los testigos y la tradición,
claro. Pero de todos ellos, la más conocida es Chloe. La supuesta aparición espectral,
siglos atrás fue una bella mujer, esclava para más datos, sometida a mil y una
vejaciones por parte de un “amo” que pensaba que aquellos negros pertenecían a
una raza inferior; por lo tanto Dios no castigaría sus maltratos.
Dios no, pero ella, harta de violaciones, de golpes y de
insultos, un día decidió tomarse la justicia por su mano, y envenenó a la
familia del hacendado -y a él mismo- invitándolos a comer un pastel bien
nutrido de arsénico. La muerte de quien la maltrataba no la libró de su propio
infierno, y no mucho después fue asesinada. Por eso se dice que en ocasiones se
manifiesta, con un turbante de color verde, acompañada de los llantos de las
hijas de aquél a quien arrebató la vida. Y como advertencia, quienes mejor
conocen la casa aseguran que en mitad de la noche, cuando los silencios
congelan el alma, más de uno y más de dos se han encontrado con la siniestra
Chloe, con los ojos inyectados en sangre, buscando a su nueva víctima. Así que
mejor visitarla durante el día…
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