miércoles, 16 de mayo de 2012
La Mitología De Los Titanes
Gea, la diosa de la Madre Tierra, creó a Urano, el dios del cielo, y
se apareó con él, dando lugar a los primeros seres inmortales: los titanes. Los
doce titanes estaban divididos a partes iguales entre varones (Jápeto,
Hiperión, Océano, Ceo, Crio y Cronos) y hembras (Febe, Rea, Tía, Mnemósine,
Tetis y Temis). Además, Gea alumbró otras criaturas, entre ellas los cíclopes y
los hecatónquiros (gigantes con cien manos).
No obstante, Urano odiaba a los hijos de Gea y los ocultó en
la Madre Tierra,
causándole gran dolor y sufrimiento. Cronos, el más joven de los titanes,
destronó finalmente a su padre y liberó a sus hermanos, aunque mantuvo a las
otras criaturas cautivas. Entonces, los titanes y sus vástagos (incluidos
Prometeo, Atlas, Hécate, Selene y Helios) reinaron sobre el universo. En
aquella época surgió la raza humana y se fundó la Atlántida. Sin
embargo, no todo era armonía.
Cronos tomó a su hermana Rea por esposa. Por temor a una
profecía que rezaba que sus propios vástagos le destronarían, al igual que él
había hecho con Urano, Cronos se comía a sus hijos conforme nacían. Cuando Rea
alumbró de madrugada a su sexto hijo, Zeus, engañó a Cronos dándole una piedra
para que se la tragara. Confiado a Gea hasta que creciera, Zeus regresó y
obligó a Cronos a regurgitar sus cinco hermanos mayores (y la piedra).
Entonces, se desencadenó una guerra, llamada Titanomaquia,
de Zeus y su generación contra muchos de los titanes mayores. A petición de Gea
y para ayudar a su causa, Zeus liberó a los cíclopes, que forjaron los rayos de
Zeus, el casco de invisibilidad de Hades y el tridente de Poseidón. La lucha no
cesó en diez años, y la Tierra
tembló y ardió con las descomunales rocas que impactaban en ella y por los
rayos que abrasaban los bosques. Hay quienes aseguran que la Atlántida fue destruida
durante esta lucha, tal vez por ponerse de parte de los titanes contra los
aliados de Zeus.
Cuando se aproximaba el punto culminante de la guerra, Zeus
recordó los deseos de Gea y volvió al Inframundo para liberar a los hecatónquiros.
Enloquecidos debido a su largo cautiverio en las mazmorras de los titanes,
primero Urano y luego Cronos, provocaron una tormenta de piedras que terminó
con la guerra. Zeus condenó al Tártaro a los titanes que habían luchado contra
él, y los cíclopes crearon una serie de puertas y muros para contenerlos.
Asimismo, Zeus nombró a los hecatónquiros sus guardias. Zeus y su generación
tomaron el poder sobre el universo y reinaron desde el Olimpo.
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