Atención Por Favor.

Ante todo nos dirigimos y agradecemos a todos por la ayuda que nos dan con este blog ya sean seguidores, oyentes del programa de radio y por sobre todo a todos aquellos propietarios de webs, blogs, libros y todos los lugares donde han obtenidos la información y nos han acercado a nuestro mail para que podamos publicarlas en este humilde blog, para que todas las semanas desde hace ya 7 años podamos compartir en dos emisiones las tantas historias, enigmas y misterios del universo que se van pasando de generación en generación y así reflejar esas viejas leyendas, historias, enigmas y misterios que de niños oímos mas de una vez y que nos asustaban en algunos casos como también en otras nos enseñaban a valorar y respetar esas narraciones.

Desde ya les agradezco a todos y pido disculpas si no se agrega la fuente por que muchos correos no la poseen y para no cometer errores no se agrega pero en este pequeño equipo estamos muy agradecidos para con todos. Muchísimas Gracias a todos en general por su valiosa información y por su cordial atención.

Equipo Infinito.



sábado, 3 de octubre de 2020

El Misterio del Pastizal


5 de Agosto de 1890

Miércoles

Era una época dura y difícil, este verano y estos largos meses interminables de sequía estaban acabando con todos los cultivos y pastizales, esto traía como consecuencia no poder alimentar a nuestro ganado y con ello la crisis a nuestra hacienda, pero mi familia nunca la dejaría ya que fue pasando de generación en generación y en estas tierras también fueron enterrados.

Olvidé presentarme, mi nombre es Héctor y tengo diecisiete años de edad desde antes de aprender a andar he trabajado, ayudando a mi padre con el ganado mientras él se encargaba del cultivo, aunque debido al trabajo nunca tuve una infancia como los chicos del pequeño pueblo a esto también se le suma a la lejana distancia a la que vivimos de él, pero si pude forjar una relación inseparable con mi padre y mi madre se dedicaba a las típicas tareas aburridas de casa.

Económicamente no íbamos mal, teníamos lo suficiente para vivir y permitir algunos lujos aunque no fueran muchos, sin embargo, desde que llegó esa sequía las cosas son muy diferentes, todo por lo que trabajamos este año no ha servido para nada, desde eso nuestra comida solo se basa en un misero cuenco de arroz y con muy poca cantidad.

Ya era de noche, mientras cenábamos yo y mi padre discutíamos posibles soluciones para el pasto de los animales, no obstante, no llegamos a ninguna conclusión, hasta que se me ocurrió una idea la cual era en ir en busca de nuevos pastizales que no estuvieran muy alejados de la hacienda, le conté mi idea a mi padre él me encomendó ir solo y traer algún indicio de que hubiera alguno para el próximo día ir con el ganado, así que decidí ir a conciliar el sueño ya que mañana sería un día bastante duro.

6 de Agosto de 1890

Jueves

Llego el día, fui a la parte alejada de la hacienda donde todos mis antecesores estaban enterrados y descansaban en paz, me agache y miré fijamente donde estaba mi hermano mayor enterrado, el murió cuando era bastante pequeño, ambos corríamos libremente hasta que casi me caigo por un agujero el cual era un pozo muy antiguo no conseguí divisarlo debido a la maleza que lo ocultaba pero logré agarrarme con todas mis fuerzas, por su afán de salvarme me sujetó con toda su fuerza y consiguió salvarme pero el resbaló debido a la humedad de la zona y cayó en ese infinito agujero hasta escuchar como su cuerpo chocaba en la profundidad, él estaba muerto por mi culpa, pero juro por él que encontraré un nuevo pastizal.

Me preparé y cogí un bastón para poder ayudarme a escalar usándolo como punto de apoyo o para bajar a alguna zona que fuese algo mas inaccesible, mi madre me preparó un cuenco con mas arroz de lo normal junto un poco de pan ya que necesitaría mas energía de lo normal al estar todo el día fuera, mi mascota que era un perro me acompañaría para no sentirme solo.

Comencé la búsqueda junto a Drago mi mascota, decidí empezar por las montañas ya que habría mas posibilidades de que tuvieran intactas debido a que por las noches suele haber humedad y con un poco de suerte encontraría un pastizal, mientras avanzábamos no encontramos nada, solo un ambiente de paz y armonía, combinado de los colores verdes de las hojas de los árboles y otros secos, también el bello sonido del canto de los pájaros junto al sol igual de brillante que siempre.

Me había alejado pero no importa, lo prometí se lo prometí a mi hermano, no puedo rendirme o la crisis desmonorara a nuestra familia, debido a mi veteranía en recorrer siempre mucho pude calcular que al menos llevaba unos siete kilómetros pero eso no importaba, conforme nos adentramos en un pequeño bosque yo y Drago estructuras de viejas casas abandonadas y lo que parecían ser quemadas se podían observar, decidí acercarme a una de ellas pero lo que encontré dentro me dejó helado, eran varios esqueletos de personas antiguos, viendo tantas estructuras y huesos llegué a la conclusión de que aquí hubo un pequeño poblado pero algo terrible sucedió.

Divise una salida del bosque a unos metros de mí, salí y al avanzar no pude creer lo que encontré, era un pastizal inmenso de un verde esmeralda y fresco, al fin tanto esfuerzo mereció la pena, mire pero no me traje mi hoz bueno no importa usaré la manos para coger un poco de alfalfa y con un hilo la agarraré a mi espalda para llevársela de evidencia a mi padre, el problema era la distancia que habría que recorrer cada día pero mas vale algo que nada.

El sol comenzaba a ocultarse y no pude creer que me tirara todo el día buscando, si volvía se haría muy tarde así que me tocaba quedarme a pasar la noche aquí pero decidí refugiarme esta noche en algunas de esas estructuras de casas, me metí en una que estaba un poco cubierta y con unas ramas secas, algunas hojas y restos de hierbajos que servían para prender hice una fogata chocando las dos piedras, esta técnica me la enseñó mi padre cuando era pequeño, me perdí en un bosque lejano a este en una increíble noche de tormenta todo el pueblo y él me buscaron hasta encontrarme debido al frío que llevaba y al estar mojado nos metimos en una cueva hasta que la lluvia pasara y el me enseño a hacer esta técnica en caso de que me perdiera o pasara la noche fuera.

Me rescoste en un pilar y Drago hizo lo mismo y comencé a mirar la oscuridad infinita de la noche junto a la luz de plata que iluminaba un poco la noche, la luna junto a la estrellas lejanas que escapaban de nuestra comprensión mientras me tomaba lo que me preparó mi madre el cuenco de arroz y el pan, poco a poco mi mirada se hacía mas pesada así hasta caer rendido por el cansancio.

Inminentemente desperté por el ruido, mi perro estaba ladrando sin cesar a algo pero yo no veía nada en ninguna dirección hasta que vi esos ojos rojos observándonos desde la distancia que poco a poco se acercaban, rápidamente cogí la alfalfa y el bastón así saliendo corriendo veía al mi alrededor como la vegetación se esfumaba y se convertía en manchas negras debido a la velocidad que yo llevaba y Drago iba adelante de mi, dejamos a esa cosa atrás ahora no podíamos parar solo llegar a la hacienda, pensé que solo fue un producto de mi imaginación o causado por el cansacio pero Drago también lo vio como yo.


Al fin llegamos a la hacienda, pero yo ya no podía andar apenas y entré, cogí la alfalfa que obtuve del pastizal y se la entregue a mi padre el se quedó muy sorprendido y contento por mi trabajo realizado pero algo paso, lo que entregue a mi padre se convirtió en gusanos mi madre al ver esto dio gritos de pánico ya que no soportaba estos insectos, los maté uno a uno pisándolos a todos.

Fui a descansar ya que había sido una noche muy agitada con lo acontecido, pero mañana volvería con el ganado.

7 de Agosto de 1890

Viernes

Hoy el día era diferente, estaba nublado y se escuchaban rayos en la lejanía pero eso no me detendría para ir con el ganado al pastizal, lo dirigí durante el camino hasta las montañas y Drago se encargaba de que ninguno se escapara, cada vez el cielo estaba mas oscuro y los rayos aumentaban por minutos puede que hubiese sido un error venir pero ya es demasiado tarde para volver, llegamos a la entrada del bosque y entramos poco a poco para evitar que se chocaran con los árboles y de que sufrieran alguna lesión, pasamos por la estructura donde me refugie la noche pasada y donde ocurrió, llegamos hasta el pastizal y deje libres a los animales para que pactaran pero comenzó a llover yo mientras esperé sentado junto a Drago debajo de un árbol, pero un mareo me dominó y caí desmayado poco a poco golpeándome la cabeza con una piedra.

No recuerdo nada de lo ocurrido exceptuando el golpe en la cabeza, miré hacia donde estaba el ganado pero para mi sorpresa no había nada me levanté y caminé por el pastizal poco a poco mientras con las mano izquierda me tocaba mi cabeza por el dolor, no había rastro de nada solo reinaba la soledad hasta que en unos metros vi algo que me partió el alma en dos, era Drago estaba muerto, mi mejor amigo y compañero desde que era pequeño, siempre estábamos juntos hasta en los peores momentos, recuerdo cuando estuve una temporada enfermo y el siempre estaba a mi lado sin separarse de mi, o cuando murió mi hermano que estuvo en mi lado intentando devolverme la felicidad con su presencia y ahora esta muerto y no pude hacer nada para evitarlo, maldigo quien hizo esto juro que lo pagará con su vida, de repente una sombra mas oscura que la noche misma apareció y una voz tenebrosa dijo:

—¡Sii, tu sufrimiento no tiene límites eres el alimento perfecto!

—¿Que quieres de nosotros, bueno ahora de mi?

—Estás son mis tierras desde hace mucho tiempo, nadie tiene el derecho de entrar en ellas y menos para que un ganado invada mi territorio.

—No son tuyas, estás muerto y jamas te volverán a pertenecer—dije, mientras derramaba lágrimas pensando en Drago.

—Maldito insolente, te contaré de porque me pertenecen, en el año de 1531 yo y mi esposa vivíamos en el pequeño poblado del bosque que ahora solo son unas estructuras calcinadas, llevé la mejor vida que se me fue posible lo tenía todo, una hija, una esposa encantadora y un hogar maravilloso, hasta que un día todo eso acabó, un vecino que nos odiaba acusó a mi mujer y hija de practicar brujería y los habitantes al escuchar esto se alzó con hozes, antorchas y todo tipo de objetos punzantes y secuestraron ambas, usaron toda la madera que tenían y crearon una gran hoguera en la cual arrojaron como simples desperdicios a mis dos tesoros, no pude evitar sus muertes y lo único que recuerdo de ellas son sus gritos de desesperación, juré venganza hacia todos cueste lo que cueste hasta la muerte y mientras todos dormían queme todas las casas para que sufrieran igual que ellas, sin embargo, varios salieron con vida y fueron detrás de mi, conseguí escapar hasta llegar a este pastizal en ese momento para que no me cazaran me quite la vida quemándome maldiciendo todas estas tierras y a sus habitantes, un día juré volver de la muerte para acabar con todos ellos y así fue, un 7 de Agosto de 1536, desde ese día abandonaron el poblado y se asentaron en ese pequeño pueblo alejado de aquí, te quiero a ti Héctor porque eres descendiente de uno de los aldeanos que me lo quitó todo y siempre en este día volvería de la muerte para vengarme quien vagara por estas tierras.

—Yo no tengo nada que ver, fue mi antecesor y ya esta muerto pago el precio yo no hice nada—le expresé, mientras me preparaba para escapar.

—¡No importa, pagarás con tu vida por entrar en estos lares!

Salí corriendo lo mas rápido posible, mientras esa cosa se quedaba inmóvil, algo me agarró de la pierna y era el pastizal, su hierba había crecido considerablemente y me agarró lo mismo pasó con la otra pierna y comenzó a arrastrarme poco a poco donde él estaba inmóvil, pero la salvación llegó la cual era mi padre junto con todo el pueblo con antorchas que me estaban buscando, una niebla oscura se levantó y lo que fue un montón de hierba de color esmeralda se convirtió en un territorio lleno de huesos y de manchas de sangre serían todas las víctimas de esa sombra, todos al ver este escenario tan atroz comenzaron a quemar todo así devolviendo en segundos el pastizal, las llamas escarlatas devoraban todo y un grito desgarrador sonó, era el de esa criatura de alguna manera u otra estaba vinculada a este sitio.

Tras todo lo ocurrido en el pueblo se prohibió hablar de lo ocurrido, pasó a convertirse este momento en una leyenda, una leyenda tradicional de que iría pasando de generación en generación, advirtiendo de que nunca hay que volver a ese pastizal, porque yo se que no se ha ido del todo esa cosa solo sigue esperando a alguien o esperándote.

No hay comentarios:

Publicar un comentario